Los niños que frecuentan las máquinas tragamonedas entran
en una modificación de sus hábitos y costumbres. Pierden la noción del tiempo,
adquieren vicios y malas costumbres, por
lo que son los principales clientes de este negocio ilícito, que está sin
control en las zonas periféricas de la metrópoli.
Expertos indican que, detrás de estas maquinitas, hay
daños a la economía, al subdesarrollo personal, al aprendizaje y daños en su
estructura mental, porque no avanzan.
Lo grave es que, cuando se vuelve una adicción, los
menores de edad buscan otras maneras de hacerse llegar de recursos para seguir
jugando. Así inicia el mal hábito.
Según el estudio “Prevención y combate al juego ilegal”
del Gobierno federal, se remarca que las
máquinas tragamonedas “son una fuente de corrupción de menores. Su uso no es un
juego, es una adicción que abre la puerta a la delincuencia”.
Recuerda que las aparatos que se encuentran instalados en
lugares sin autorización de la Secretaría de Gobernación son ilegales.
“Su uso no es un juego, es una adicción que abre la
puerta a la delincuencia”.
En el documento se presume que detrás del uso y la
instalación de este tipo de máquinas existe una amplia red de delincuencia
organizada. “De acuerdo con información obtenida a través de la Secretaría de
Gobernación, estas máquinas, a nivel nacional, generan un ingreso aproximado de
600 millones de pesos semanales”.
Se añade que representan un peligro latente para la
sociedad. “Estudios demuestran que la adicción que genera este tipo de máquinas
es considerada por los médicos como la ‘cocaína-crack’ de los juegos de
apuestas”.
Entre los efectos negativos, se puntualiza también que la
adicción de menores de edad a las maquinitas
implica en la mayoría de los casos deserción escolar.
“Y va acompañada de actos de violencia para obtener
dinero (robos o pandillas). Generan una falsa expectativa para obtener
recompensas económicas sin hacer mayor el esfuerzo”.
Por eso se recomienda a los padres de familia vigilar
cuando los menores tienen esta “afición” para actuar de inmediato.
PRODUCCIÓN
Ingresos
Se estima que cada maquinita deja ingresos mensuales de
entre tres mil y 12 mil pesos.
Interviene la Corte
En diciembre pasado, la Suprema Corte de Justicia de la
Nación (SCJN) declaró inconstitucional
la penalización de las máquinas tragamonedas clandestinas, tras conceder
un recurso de amparo interpuesto por Erick González Eulogio, quien en 2017 fue
acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) por operar en Puebla
este tipo de aparatos sin permiso de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Los ministros de la Primera Sala resolvieron que el
Artículo 12, fracción II, de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, así como el
diverso numeral 12 del reglamento de ésta, resultan inconstitucionales por
contravenir el principio de legalidad en materia penal; es decir, hay falta de
claridad en dicha ley, la cual fue promulgada en 1947 (no ha sido reformada).
El Artículo 12 de la Ley Federal de Juegos y Sorteos
establece que se impondrá prisión de tres meses a tres años y multa de 500 a 10
mil pesos (y destitución de empleo en su caso), “a los dueños, organizadores,
gerentes o administradores de casa o local, abierto o cerrado, en que se
efectúen juegos prohibidos o con apuestas, sin autorización de la Secretaría de
Gobernación, así como a los que participen en la empresa en cualquier forma”.
En la sentencia, los ministros también hacen referencia a
los “juegos prohibidos o con apuestas” establecidos en los dos primeros
artículos de esta ley. En el artículo dos se precisa cuáles son los juegos y
sorteos permitidos, mientras que en el resto, se aclara, se considerarán como
prohibidos.
Pese a esto, la SCJN consideró que el ordenamiento
legislativo no precisa de manera suficiente qué debe entenderse por “juegos de
azar y juegos con apuestas”.
Se recuerda que en la Controversia Constitucional
114/2013 se resolvió que “las actividades prohibidas por el Artículo 1 de la
Ley Federal de Juegos y Sorteos tampoco se encuentran mínimamente detalladas o
precisadas por el legislador”.
En el documento del proyecto de resolución se añade que,
“de este modo, la ley en sentido formal y material no describe de manera clara,
precisa y exacta, cuál es la acción sancionable, incluyendo todos sus elementos
característicos, condiciones, términos y plazos, como lo exige la
jurisprudencia de este alto tribunal al interpretar el Artículo 14
constitucional”.
VOZ DEL EXPERTO
Falta una reforma
Javier Espinoza de los Monteros, académico de la
Universidad de Guadalajara
Luego que la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN) resolviera que la Ley Federal de Juegos y Sorteos no es clara en la
prohibición de las máquinas tragamonedas porque fue promulgada en 1947 y desde
entonces no ha sido modificada, el académico Javier Espinoza de los Monteros
considera que es necesaria una reforma.
Recordó que estos aparatos operan desde hace más de una
década, “auspiciados, en algunos casos, por la corrupción de los Ayuntamientos,
de los funcionarios de Reglamentos”.
En esa reforma, dijo, se tendría que precisar cuáles son
los “juegos de los casineros y cuáles sin estar en los casinos se pueden
explotar. ¿Por qué solamente pueden ser
lícitos para unos? Claro que un estanquillo y en una tiendita no pondrán un
casino”.
El académico insistió en que es necesaria una
reglamentación adecuada, en la que se permita la operación de las maquinitas.
“Que se le dé la oportunidad a la gente de bajos recursos
de explotar una máquina o dos. Habrá quien, aprovechando esa circunstancia,
tenga 40 máquinas distribuidas en 40 changarros, por lo que tendrá un pequeño
casinito, pero nunca va a competir (con los grandes casinos)”.
Acentuó que la Corte debe obligar a la Secretaría de
Gobernación a buscar una reforma a la ley que permita fortalecer las finanzas
de los Ayuntamientos.
“Para que estas máquinas generen recursos a favor de
éstos desde los estanquillos, tiendas y demás”.
Aunque estos aparatos han sido ligados por parte de la
autoridad federal a la delincuencia organizada y señalados por generar
ludopatía entre los jóvenes, Espinoza de los Monteros acentuó que duda de esas
afirmaciones.
Por ello reiteró que es mejor que haya ingresos a favor de los Ayuntamientos, “lícitos, por
cada máquina tragamonedas en los estanquillos o las tienditas”.
Fuente: El Informador
EN ETZATLÁN
Un grupo de padres de familia nos hizo llegar varias
fotos de algunas tiendas que tienen ese tipo de máquinas. Comentan que es una “invasión”
en la cabecera municipal y delegaciones.
“Es un mal para la gran mayoría de padres de familia, pues
insistan a niños a robar dinero para jugar en estás maquinitas, pues son
escuelas para aprender a robar y no hay autoridad que haga algo, aunque saben
QUE SON PROHIBIDAS”.
Informan que hay tragamonedas en la entrada por la ex
estación del ferrocarril , por la calle Ocampo y en la colonia La Esperanza hay
alrededor de 20 maquinitas. (Tenemos las fotos y por seguridad las omitimos)
¿QUÉ DICEN LOS REGLAMENTOS?
Reglamento para el Ejercicio del Comercio
Se pueden dar permisos y este es el costo específico en
bares y establecimientos que ofrezcan entretenimiento con sorteos de números,
juegos de apuestas con autorización legal, centros de apuestas remotas,
terminales o máquinas de juegos y apuestas autorizados: $ 2,513.50 a $
11,567.59 pesos
Multas
Por permitir la realización de juegos de azar prohibidos
o el cruce de apuestas en juegos permitidos, así como permitir la prostitución
en el establecimiento, la multa es de:$122,630.12 a $238,252.75 pesos.
Fuente: Ley de ingresos 2022.