Toda una vida dedicada al servicio de Dios ha dejado al arzobispo emérito de Hermosillo, don Carlos Quintero Arce, un cúmulo de vivencias, anécdotas e historias que celebrará con motivo de sus 50 años de ordenación episcopal.
Amigo de políticos, empresarios y artistas, el prelado recibirá un reconocimiento de la sociedad que lo vio llegar el 17 de julio de 1966, es decir, 44 años de obispo en Sonora.
“Yo le he querido mucho (al Estado) porque son las familias que guardan mucho la fe y que sobre todo saben estimar el trabajo de cada uno”, refirió.
Quintero Arce habló de la amistad que ha tenido con gobernadores, desde Luis Encinas Johnson, quien era el que encabezaba los esfuerzos cuando fue designado en esta comunidad, hasta el actual titular del Ejecutivo estatal, Guillermo Padrés.
Al arzobispo emérito le ha tocado vivir el crecimiento de varias ciudades, sobre todo de Hermosillo.
“He encontrado en Sonora, no sólo mayor fe, mayor amor al sacerdocio, sino también amistad grande y deseo de vivir como un pueblo católico”, manifestó el obispo que nació en Etzatlán, Jalisco, un 13 de febrero de 1920.
Quintero Arce destacó la preocupación, por ejemplo, que tienen los ciudadanos por quienes emprenden el camino a Estados Unidos.
“Deseamos a todos que alcancen trabajo”, continuó, “nos lamentamos mucho la falta de trabajo que hay y Dios quiera que vengan más inversiones de fuera; como Carlos Slim quiere más inversiones para que haya también más trabajo”.
El arzobispo emérito no dejó a un lado a los directivos y reporteros de medios de comunicación con quienes ha tenido un acercamiento sano, especialmente con EL IMPARCIAL.
Quintero Arce insistió en la amistad y el gran apoyo recibido de este Estado.
“He encontrado también respeto al sacerdote y mucho amor, cariño a ellos en las distintas parroquias en donde se encuentran”, resaltó.
ANÉCDOTAS CON EL PAPA
El arzobispo emérito de Hermosillo destacó el acercamiento que tuvo con el papa Juan Pablo II, a quien conoció y trató desde 1979.
Además de visitarlo cada cinco años como era costumbre de los obispos, también asistió a diferentes giras mundiales.“... Al encontrarme con él, más que con el nombre me reconocía como arzobispo de Hermosillo, Sonora, y al verme siempre me hablaba Hermosillo, Hermosillo”, destacó Quintero Arce.
El jerarca aseguró que el papa Juan Pablo II sí tenía ganas de venir a la capital del Estado, pero ganaba la propuesta de otros obispos cuando se tenían las sesiones de planeación.
“En Durango (cuando se dio la visita) esa vez pedía que viniera para acá, pero las veces que hubo, más al Norte cuando vino fue Durango”, señaló el arzobispo emérito.
PARTE DE SU HISTORIA
Don Carlos Quintero Arce no lleva cuántas parejas ha casado o cuántos bautizos ha llevado a cabo, tiene en mente el número de misas que ha celebrado desde que se ordenó... son 29 mil 006 desde el 9 de abril de 1944, un día después de ser ordenado sacerdote en Roma.
En Hermosillo, la primera boda que celebró fue la de Cecilia de Tirado y Alfonso Tirado, recordó.
El obispo se formó siempre en la guerra. Cuando entró al Seminario en Guadalajara para formarse como sacerdote fue en tiempos de la persecución cristera, por lo que tuvo que recibir la instrucción en la casa de un sacerdote, además de empezar a dar clases en los anexos de los templos.
En 1937, cuando se disponía a estudiar Filosofía, fue enviado a Roma a seguir sus estudios en la Universidad Gregoriana, donde se ordenó el 8 de abril de 1944.
“Terminó la guerra en 1945 y entonces en 1946 me quedé allá para doctorado en Teología, hice el doctorado y en septiembre de 1946 me vine a Guadalajara, allí estuve como director del seminario hasta que me nombraron obispo en 1961...”, citó.
PARA SABER
Estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde obtuvo en 1940, el título de Licenciado en Filosofía, y el 16 de julio de 1946, su título de doctor en Teología.
Fue ordenado sacerdote en la Basílica de San Juan de Letrán, el 8 de abril de 1944.
En abril de 1946 regresó a Guadalajara, de donde fue enviado como vicario cooperador y profesor del seminario, en la población de Totatiche, Jalisco.
En octubre de 1947 fue designado para trabajar en el Seminario de Guadalajara, como formador y profesor, y además como capellán de diversas comunidades religiosas.
El 26 de marzo de 1961, el papa Juan XXIII lo nombró primer obispo de la Diócesis de Ciudad Valles, en San Luis Potosí.
Su consagración fue el 14 de mayo del mismo año y su consagrante fue el cardenal José Garibi Rivera.
El 3 de marzo de 1966 el papa Pablo VI lo nombró arzobispo titular y coadjutor de Hermosillo con derecho a sucesión. Llegó a esa Arquidiócesis el 17 de julio de 1966.
El 18 de agosto de 1968 tomó posesión como arzobispo de Hermosillo, y al año siguiente, el 8 de abril de 1969, se celebraron sus Bodas de Plata Sacerdotales.
FUENTE:http://www.elimparcial.com/EdicionEnLinea/Notas/Noticias/11052011/514797.aspx
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