30 noviembre 2013

Carlos Quintero Arce 30/NOV/13

BIOGRAFÍA
Carlos Quintero Arce
Dignatario Eclesiástico. Nació en Etzatlán, Jalisco el 13 de febrero de 1920. Fue ordenado sacerdote en Roma en la Basílica de San Juan de Letrán, el 8 de abril de 1944. Fue electo primer Obispo de la nueva Diócesis de Ciudad Valles, San Luis Potosí el 20 de marzo de 1961 y el 3 de marzo de 1966, fue designado como Obispo Coadjutor de la Arquidiócesis de Hermosillo. Llegó a esta ciudad el 17 de junio de 1966.

En 1967, encaminó y dio todo su apoyo a un grupo de señoras para constituir la organización filantrópica “Damas del Socorro A.C.” que se dedica hasta la fecha a proporcionar medicamentos y consultas médicas a personas de escasos recursos

El 18 de agosto de 1968, asumió el cargo de segundo Arzobispo de Hermosillo. La encomienda no fue nada fácil, porque se trataba de suplir al Arzobispo Don Juan Navarrete y Guerrero, que a lo largo de muchos años de intensa labor pastoral, había dejado profunda huella en Sonora y los feligreses no se acostumbraban a su ausencia.

Poco a poco, Don Carlos de carácter afable pero enérgico, fue conquistando el ánimo de su feligresía desarrollando también una nutrida labor, que con el correr de los años integra un currículum eclesiástico impresionante. Veamos dando grandes saltos, en 1967, fue nombrado Presidente de la Comisión de Educación y Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

De 1973 a 1979, presidió el Departamento de Educación y en 1984 a su iniciativa, se inician los trámites para la canonización de Don Juan Navarrete; en octubre de 1986, constituye la Comisión Diocesana de Pastoral; al año siguiente, celebra el año Jubilar del Padre Eusebio Francisco Kino.

En 1988, celebró solemnemente el Centenario de la Fundación del Seminario de Hermosillo y fundó el Instituto Bíblico Católico de Hermosillo y en 1989 forma parte de la Comisión Episcopal de la Alta y Baja California que reúne a los obispos de la frontera de Estados Unidos y México para el estudio de problemas comunes.

En 1990, acompañó al Papa Juan Pablo II durante su visita a México y el 4 de julio de 1991 en una celebración eucarística solemne, dio oficialmente la bienvenida a los Padres jesuitas que iniciaron su trabajo pastoral y se conmemoró con júbilo los 25 años del personaje al frente de la Arquidiócesis de Hermosillo.

En 1991, con motivo de los 25 años de la llegada del personaje a Sonora, el entonces Padre Teodoro E. Pino (hoy Obispo en Huajapan de León, Oaxaca) escribió: “Dicen que el padre Kino era de aquellos misioneros que llevaban lumbre en las sandalias. Yo Creo que Don Carlos también lleva lumbre en las sandalias, sólo que en lugar de caballo, ha sabido utilizar el avión. Ha volado por Latinoamérica, por la vieja Europa, por el desierto y la sierra sonorense. Ha querido estar en todas partes…”

Acompañó al Papa Juan Pablo II en su viaje pastoral a Santo Domingo del 9 al 14 de octubre, que culminó con la celebración de los 500 años del inicio de la evangelización de América y a fines de octubre, dispuso que en toda la Arquidiócesis se celebraran Misas de Acción de Gracias por el 250 Aniversario de la fundación de Hermosillo.

Viajó a Roma y el 22 de noviembre fiesta de Cristo Rey, concelebró con el Papa Juan Pablo II cuarenta arzobispos y obispos, ciento veinte sacerdotes mexicanos a la cual acudieron cerca de diez mil fieles mexicanos entre ellos un nutrido grupo de sonorenses alentados por Don Carlos Quintero, que fueron recibidos en audiencia especial por el Pontífice.

Pero llegó la hora de su retiro, el nuevo arzobispo don Ulises Macías Salcedo se hizo cargo de la Arquidiócesis. Inquieto y entusiasta, Don Carlos Quintero todavía promovió la construcción de la Iglesia de San Carlos Borromeo y aún ejerce su ministerio en su casa de siempre, ubicada en el número 8 de la Calle Dr. Paliza en esta ciudad.
En 1999, el H. Ayuntamiento de Hermosillo,presidido por el Ing. Jorge Valencia Jullierat, acordó imponer su nombre a una avenida que con el paso de los años se ha convertido en una de las más importantes de la ciudad.
 BOULEVARD CARLOS QUINTERO ARCE  (Ubicado al Oeste de la ciudad cruza el Boulevard García Morales y el Boulevard Colosio)
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Datos Biográficos tomados del Anuario Diocesano 1993-1994, Hermosillo, 1995.
Teodoro E. Pino “Don Carlos, una huella y un estilo”. Apuntes Históricos, Diario El Imparcial, Hermosillo, Edición del 17 de junio de 1991.

CONTRA LOS CASINOS

Como una verdadera tristeza calificó el arzobispo emérito de Hermosillo, Carlos Quintero Arce, que en la ciudad haya ocho casinos y todavía más lamentable que se pretenda instalar por lo menos cuatro más.

Comentó que son centros de vicio que no traen absolutamente nada bueno para la comunidad y al contrario sí traen muchos males para la sociedad, para las familias y las mismas personas, al punto de querer quitarse la vida.

Sentado en su oficina y con un gesto de tristeza en la cara, el arzobispo Quintero Arce platicó que los casinos alimentan la falsa idea que con el dinero se puede tener todo, una falsa idea que se debe ser arrancada, pero estos negocios la alimentan.

Recordó que en la Arquidiócesis de Hermosillo hubo el caso de una señora que pedía dinero para las necesidades de la iglesia y del seminario, pero la verdad es que se gastaba el dinero que recolectaba en los casinos. Aclaró que puede ser que este caso no sea como el de todos los que apuestan, pero que con tantos casinos dentro de la ciudad esta posibilidad está presente.

Dijo que sí existen casos de personas que ganan dinero, pero esta ganancia es ilícita ya que no se obtiene por un trabajo honesto: “debemos buscar que las personas busquen obtener las ganancias no por los juegos, sino por una forma más honesto”.

El arzobispo Quintero Arce fue muy enfático y reiteró que no se debe permitir se instalen más casinos en Hermosillo y que lo mejor es buscar quitar los que ya existen.

“El mal de los casinos no convienen, porque ser ayuda a un vicio y aparte sostiene y hacen que crezcan estos vicios, también por la familia ya que les atrae el mal y las ganancias no son buenas, son ilícitas. Si me preguntas cuál es la idea que yo tengo, es de no aumentar los casinos, al contrario buscar quitarlos”.

Quintero Arce lamentó que exista mucha gente que asiste a estos lugares y realizó un llamado para que no alimenten esta actividad y mejor busquen una diversión sana: “lamento el número de gente que va. Diariamente al pasar por estos lugares me encuentro a mucha gente que está ahí, y ojala no ayudemos a que haya esta maldad en la ciudad”.

Explicó que es claro que estos lugares afectan la integración de las familias, dijo que se debe buscar y es el deseo de que las familias estén fortalecidas: “dios quiera que las familias hagan lo posible de buscar los medios necesarios para mejorar las familias y a cada uno como persona”.

ENTREVISTA POR SUS 90 AÑOS DE VIDA

Don Carlos Quintero Arce es arzobispo emérito, lo que significa que tiene la bendición del Vaticano para no estar al frente de una arquidiócesis y sí permanecer en casa descansando un poco, con el reconocimiento a una larga vida dedicada al sacerdocio.

3 años de edad
Esta vez que lo entrevisto, reposa en su casa de la avenida Doctor Paliza, en su amplio despacho lleno de libros, fotografías, imágenes de santos, escritos papales, documentos importantes, donde huele a pomada para relajar los músculos y se respira una inmensa paz, de esa paz que suele haber en las iglesias después de cada domingo de misa. También huele a libros y sí, sí es muy tranquilo.Está sentado en su silla acolchada gracias al apoyo de un grupo de gente que está pendiente de él en todo momento. Pudo sentarse porque un hombre le tendió la mano para que se apoyara y le acomodó la solapa del saco para que saliera bien en las fotos. Luego nos dejó solos para seguir en sus quehaceres.

Don Carlos ya es un hombre mayor. Precisamente hoy está celebrando 90 años de edad, de los cuales ha dedicado 66 a la vida religiosa, desde que fue ordenado sacerdote en Roma.

Sueño de niño

Nunca quiso ser bombero, soldado o gendarme. Cuando tenía 13 años, supo que quería ser sacerdote. No fue una idea que en su casa le hubieran inculcado y tampoco fue algo fortuito que se le hubiera ocurrido un día cualquiera.

La verdad es que este sueño comenzó desde que estudiaba en el colegio Luis Silva, considerado hoy el más antiguo e importante de Guadalajara, donde compartía aulas con otros niños. Un día de esa niñez, Carlos Quintero Arce fue a la Catedral Metropolitana a cantar el credo con más de mil inquietos pequeños y vio entrar a los sacerdotes, al arzobispo José Garibi Rivera, a los acólitos. Entraron con sus vestimentas eclesiásticas en medio de las voces agudas de tantos niños que cantaban y hacían eco en las cúpulas. La escena era más santa que artística y a él le gustó. Los detalles de lo que sintió ese día adentro de la Catedral se los contó a su mamá y le dijo que quería dedicarse a eso.

Así comenzó su encuentro con la Iglesia. El primer contacto fue en 1933 cuando ingresó al grupo de Infantes de Catedral y se mantuvo firme en su sueño.

Hombre de fe

La entrevista se interrumpe por una llamada. Es una mujer que nombra Socorro y que le habla desde Caborca para felicitarlo por su cumpleaños. Lo sorprende. Don Carlos Quintero abre sus ojazos y no para de sonreír. Esa mujer lo había recibido en varias ocasiones en su casa, cada vez que iba a algún servicio religioso a aquel municipio, y le tomó mucho cariño.
Aprovecho para mirar alrededor. Hay demasiadas historias colgadas en las paredes y en el librero que está detrás de él. Destaca un marco con vidrio que protege tres hojas tamaño carta y escritas a máquina, con el autógrafo del papa Juan Pablo II. Se las escribió el Papa una vez para agradecerle tantos años de vida a Dios. Sobre el escritorio hay una cajita roja que resguarda un rosario que le fue entregado también por el Papa en una de sus visitas a Roma.

Con Juan Pablo II mantuvo una buena relación. Eran buenos amigos y algunas veces se hablaron por teléfono. Don Carlos Quintero Arce ha conocido a siete Papas desde que se ordenó sacerdote en Roma, en la basílica de San Juan de Letrán, en 1944, antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial y murieran miles en Nagazaki por una bomba atómica. En orden cronológico serían Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Siempre ha mantenido reforzada su fe. De niño se enteró cómo morían los clérigos por la persecución cristera y vio cómo cerraban los seminarios y las iglesias; de joven conoció las guerras, la de Franco, en los treintas; y la de Hittler, con sus incontables muertos. Pero él siguió con su intento de predicar en los pueblos en el primer tercio del siglo XX, sin avances tecnológicos y con problemas sociales, políticos y económicos muy fuertes.

“Yo seguía estudiando en Roma para sacar el doctorado en Teología. En 1946 defendí la tesis delante de la gente en la Universidad Gregoriana y de allí de eso, en 1946 en octubre me vine para Guadalajara, pasando primero por Estados Unidos porque entonces no había aviones”, recuerda con impresionante lucidez.

En 1947 llegó a Totatiche, en Jalisco, donde hay una parroquia dedicada al santo de los mártires de la persecución cristera, San Cristóbal Magallanes. De esta parroquia, fue vicario; posteriormente fue llamado para enseñar teología en distintos seminarios.

Sus estudios y entrega a Dios, lo llevaron a ser consagrado Obispo el 14 de mayo de 1961. Su primera encomienda fue en Ciudad Valles, ubicado en San Luis Potosí, aunque más cerca de Tampico, donde fue el primer Obispo.

Un lustro más tarde, Carlos Quintero Arce fue consagrado Arzobispo en 1966, por el papa Pablo VI, que además lo nombró coadjutor del arzobispo Don Juan Navarrete y Guerrero, en la Diócesis de Hermosillo. Ser coadjutor significaba que cuando don Juan Navarrete renunciara al cargo, él ocuparía su lugar automáticamente. Y así ocurrió. En 1968, al arzobispo le fue aceptada su renuncia y le dejó el lugar.

Después de 30 años de su llegada a Sonora, y de 28 de servicio como Arzobispo de Hermosillo, le fue aceptada su renuncia por el Papa Juan Pablo II, el 20 de agosto de 1996, quedando como arzobispo emérito de Hermosillo.

Regalo de cumpleaños

Ahora que cumple 90 años de vida, don Carlos Quintero Arce analiza cómo ha cambiado el mundo, sus avances tecnológicos y científicos, sus libertades y sus polémicas.

“He observado el mundo en muchas formas, he observado el avance tecnológico que hay en muchas partes. Hay muchas cosas contra la fe y la vida cristiana. Este último tiempo se ha dado una ley que admite el dizque matrimonio entre personas que son homosexuales y también tenemos la tristeza de que se quiere aceptar que haya adopción de niños. Eso está mal.
“A lo último hemos tenido una crisis financiera muy grande. No nos gustan. Luego, aquí también en Sonora, por desgracia hemos tenido mucha violencia, sobre todo en Nogales”, se lamenta.
Hay tantas cosas malas afuera de este despacho cálido, que don Carlos sólo las conoce a través de los medios. Dice que sale poco porque su rodilla no está nada bien. El año pasado fue intervenido quirúrgicamente por culpa de los meniscos que le provocaban tremendos dolores.

Está muy bien atendido en esa casona. Él asegura que no merece tanto y que Dios le ha dado mucho, que ha sido bueno con él. Por eso cada vez que siente su bondad, se acuerda de los otros, los que andan afuera enfrentándose a la vida.

“Yo quiero ver siempre al mundo con gran esperanza, con grandes deseos de progreso y de mejoras. Yo quiero que en Sonora podamos tener un nuevo Sonora, como dice el Gobernador, y que vayamos más adelante y sea el primero principalmente en educación y en difundir los valores.

“Yo quiero que Dios me lleve al cielo, es lo que más quiero; que termine mi vida con un deseo de ser mejores cada día y que Dios perdone las faltas que haya tenido. Le doy las gracias por dejarme estar con él”.


Develarán un busto para Quintero Arce

Una misa solemne, la bendición de una plaza contigua a la parroquia de San Carlos Borromeo y la develación de busto por sus 50 años como obispo, tendrá hoy (15 de mayo 2011)  el arzobispo emérito Carlos Quintero Arce.

El presbítero José Manuel Silva Moreno invitó a la comunidad a unirse en oración y asistir a la ceremonia que será a las 12:00 horas en las calles República de Panamá y Perimetral Norte, en la colonia Álvaro Obregón.

“Si tienes oportunidad asiste a celebrar con alegría y agradecimiento a Dios a esta fiesta espiritual, donde toda la Iglesia diocesana y esta comunidad en particular está festejando con gozo”, dijo.

El prelado fue fundador de esta comunidad parroquial, el avance material del templo fue impulsado por amigos de él y bienhechores que se sacrificaron y colaboraron.

“Es una gracia, una verdadera bendición, algo histórico y Dios nos ha privilegiado porque yo creo que a nuestros padres y con toda seguridad a nuestros abuelos les tocó celebrar los 50 años de obispo del señor (Juan) Navarrete.

“Ahora, después de 42 años, nos toca celebrarle al señor Quintero Arce sus 50 años de obispo, eso es muy raro, pocos son los obispos que llegan a celebrar los 50”, recalcó el padre Silva Moreno.

CÓMO NACE LA PARROQUIA

Antes de ser templo, San Carlos Borromeo era un centro de catecismo que pertenecía a la parroquia del Pilar, que a su vez estaba a cargo del presbítero Fermín Villegas Ramírez.
Fue el propio arzobispo Carlos Quintero Arce el que pidió al padre que el centro llevara el nombre del beato y celebrar misa en el lugar; fue a finales de los años ochenta y ya para ese entonces en su mente pasaba la idea de formar una comunidad sólida…

Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras
La primera piedra destinada a la fundación de nuestro Instituto se colocó once años antes de su fundación oficial, cuando tres mexicanos notables, motivados por el profundo amor a las Misiones, concibieron una idea: hacer un instituto mexicano dedicado específicamente a las Misiones extrajeras.

En 1938, Enrique Mejía, unido a Carlos Quintero Arce y Enrique Salazar, con quienes mantenía una estrecha amistad, pusieron su esperanza en trabajar por un instituto mexicano de Misiones para el extranjero. En 1941, cuando Enrique Mejía fue ordenado sacerdote, consagró junto con sus dos amigos la idea de dedicar su vida y sus esfuerzos a lograr tan entrañable hazaña.

Las conversaciones se iniciaron, el P. Salazar habló del asunto con Mons. Miguel Darío Miranda y Gómez, Obispo de Tulancingo, y el P. Quintero, con Mons. José Garibi y Rivera, Arzobispo de Guadalajara, así corrieron las voces y las ideas preliminares…


MUERE HERMANA

LA HERMANA DEL ARZOBISPO, MARIA ESTHER QUINTERO ARCE MEZA, MURIÓ EL 18 DE OCTUBRE DEL 2013  EN HERMOSILLO, SONORA,  A LOS 95 AÑOS DE EDAD. ELLA NACIÓ EN SAN MARCOS Y DESDE 1996 ACOMPAÑÓ A SU HERMANO EN SU RETIRO. DESCANSE EN PAZ.


El pasado 14 de noviembre en facebook se mencionó que el arzobispo Carlos Quintero había  firmado algunas cartas de recomendación a los dueños de la guardería ABC (fue un caso del año 2009 y no se menciona que hay otra nota donde se informa el deslinde…además las personas a las cuales supuestamente les dio la carta ya fueron exoneradas del caso del incendio de la guardería)


El arzobispo negó que las hubiera firmado…


ALGUNAS OTRAS FOTOS DEL ANIVERSARIO NÚMERO 50 EN LA VIDA RELIGIOSA.

25 de octubre 
Foto del cronista del municipio.

Nacidos en Etzatlán han habido siete obispos y de ellos solo conservamos a dos, uno joven el Obispo, Chuy Hernández y el otro de 93 años Arzobispo Emérito de Hermosillo, Sonora, a quién le pedí que nos enviara una bendición con motivo de las fiestas patronales y lo hizo en manuscrito a través de mi prima Elisa Ron, quién de inmediato me la envío y de parte de este hermoso pueblo etzatlense les estamos muy agradecidos...

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