14 marzo 2016

Festival cultural en Guachimontones 14/mar/16

'Guachis' y Teocaltitán celebrarán equinoccio
Los sitios arqueológicos Guachimontones, en Teuchitlán, y Teocaltitán, en Jalostotitlán, ofrecerán durante el próximo fin de semana actividades para celebrar el equinoccio de primavera con talleres, funciones de danza, teatro, títeres, temazcales, música y ceremonias rituales. Aunque en ninguna de las culturas prehispánicas jaliscienses se tiene la certeza de que sus habitantes hacían dichos ritos, se suman a la realización del evento para promocionar el lugar y dar un pretexto para que el público visite los espacios.
Por un lado, Guachimontones tendrá por primera vez el Festival Cultural Tonaltzin Equinoccio 2016 del 18 al 21 de marzo, aunque el evento sin nombre se ha realizado desde años antes.
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Las actividades, destinadas para toda la familia, incluirán música prehispánica, conferencias, talleres, teatro y danza, con artistas como Ramiro Duarte, Macehual, Ensamble Ceiba, así como agrupaciones de rock, reggae, ska, folk metal, fusión y mucho más, cuyo precio de acceso será de 30 pesos. Los organizadores esperan más de 20 mil asistentes.
Una de los eventos centrales será en la mañana del 21 de marzo, a partir de las 5 horas, en el que habrá una ceremonia prehispánica en compañía de comunidades mayas para recibir energía por el equinoccio de primavera. 
La zona arqueológica Teocaltitán, que significa en náhuatl “sitio de los dioses”, está ubicado en el municipio de Jalostotitlán, que tendrá como única fecha el 20 de marzo para ofrecer a sus visitantes actividades artísticas y culturales así como la presentación de los grupos de danza azteca Macehualli de Jalostotitlán, Tonatzin de Valle de Guadalupe y Tlapalkoatl de Guadalajara.
El Grupo Astronómico Orión formará parte de la ceremonia ritual, además se tendrá un concierto con Luis Ku y el mariachi antiguo de Acatic, mientras que las visitas serán de 10 a 17 horas, con acceso libre. Aunque es el segundo año consecutivo que se celebra el equinoccio de primavera en el lugar al norte del estado, esperan la visita de hasta 2 mil personas.
Se suman por la promoción
 “El equinoccio se dio con esta tendencia del new age que lo que hizo es combinar varios elementos rituales de diferentes rituales y crear una misma idea regida por las energías y la fuerza del Universo”, ahondó en entrevista para NTR Karla Blanco, directora del Centro Interpretativo Guachimontones Phil Weigand.
Sin embargo, afirmó que es una realidad que en la época prehispánica se tenían grandes conocimientos del Universo y le daban su propia interpretación cada cultura, lo cual es “parte importante de su cosmovisión”, aunque “no está demostrado como tal el efecto del 21 de marzo”, ya que se sabe que los cambios de estación eran importantes para los pueblos mesoamericanos, los cuales hacen referencia al inicio y término de las etapas de cultivo. 
En ese sentido, la arqueóloga Marisol Montejano, quien trabaja en Teocaltitán, explicó que “eran los solsticios mayormente observados en la época prehispánica, porque éstos significaban los comienzos de los ciclos agrícolas”, por lo que si se traslada el 21 de marzo a aquellas épocas, “no corresponde al inicio de cosechas, corresponde a la época de preparación de la tierra, para que en mayo o junio comenzaran las siembras”.
Así, desde su perspectiva, “los equinoccios no eran estas fechas magníficas o magnificentes que les hemos querido otorgar al día de hoy, esta cuestión de celebrar el 21 de marzo como el equinoccio de primavera viene de una herencia ecologista y de new age generada en los años 60 ó 70 en Estados Unidos”, pero que en algunas culturas nacionales hay registro de sacrificios humanos para la preparación de la tierra, sin embargo, eso no se haría hoy.
Lo que aseguró Karla Blanco es que dichos datos se comparten con los visitantes, para que “no se malinterprete la información que muchas veces pasa a manos de guías que la modifican según su bagaje cultural”, de ahí que la guía que dejó el fundador del sitio arqueológico se va actualiza constantemente.
“Tratamos de no ponerle crema a los tacos donde no existió, porque los tacos ya estaban buenos, hay mucha información padrísima que no es necesario inventar más para que el visitante se sienta conforme”, comentó Blanco.
Así, el motivo de también crear actividades para el equinoccio de primavera es sumarse al municipio “porque el turismo cultural es muy importante para las comunidades. Otra cosa que no podemos negar, los arqueólogos siento que somos antropólogos y tenemos que ir de la mano con los fenómenos culturales actuales, y más que enojarse con el 21 de marzo, hay que entenderlo como algo de la actualidad, que la ritualidad new age sea pretexto para visitar un sitio arqueológico”, apuntó.

Investigaciones en proceso
Actualmente en Guachimontones, sitio que se encuentra a 40 minutos de Guadalajara, se tienen dos grupos de investigadores, uno con la parte de divulgación, “hablar de datos arqueológicos traducidos para los visitantes”, y otro que ahonda en el material que Phil Weigand dejó en laboratorio. “Todavía nos puede dar mucha información sobre tecnologías, alimentos y demás”, precisó Karla Blanco, directora del museo, por lo que se pararon las excavaciones.
Mientras que en Teocaltitán, un sitio arqueológico que, “como muchos de Los Altos de Jalisco, se encuentra en la cima de un cerro, data del año 450 al 900 después de Cristo, fecha de su mayor esplendor y la arquitectura es cuadrada”, un poco más antiguo que Guachimontones, añadió Marisol Montejano.
El recinto está compuesto por un conjunto típico de pirámides, de frente a patio hundido, juego de pelotas, edificaciones alrededor de plazas, al norte y sur del cerro hay pirámides con plataformas y su intervención ahí comenzó formalmente desde 2011, aunque en 2007 empezaron los trámites.
Actualmente trabajan en la cuarta temporada de investigaciones que incluye la parte de la restauración, del cabezal y del juego de pelotas. “Los edificios están visibles solamente como elevaciones, no está restaurado todavía, iniciamos apenas hace un mes la restauración de uno de los muros que tiene aplanados en la pirámide principal, la restitución de volúmenes, ya que es la más afectada por el saqueo”, explicó la arqueóloga.
El plan es que en 15 años, de los cuales llevan tres, esté abierto al público con un museo, estacionamiento y servicios básicos, por lo pronto se puede visitar de 7 a 15 horas todos los días, pero si son grupos grandes se debe hacer cita en la Casa de la Cultura de Jalostotitlán.







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