04 febrero 2017

La leyenda de Fray Juan Calero 04/feb/17

Fray Juan Calero: De Mártir a Leyenda

Nació en Bollullos de la Mitación, España, se calcula que en torno al año 1500, y en apenas unos meses ha pasado de ser un auténtico desconocido a convertirse en una importante figura, ya no sólo para su pueblo, sino para la Historia de la Iglesia en América.

Fray Juan Calero, albañil de profesión, sintió la llamada de Dios en 1525, cuando trabajaba en las obras de construcción del convento de Loreto, ubicado entre las localidades de Espartinas, Umbrete y Bollullos de la Mitación. Dos años después, se unió a una expedición evangelizadora rumbo al Nuevo Mundo a conquistadores como Cristóbal de Oñate.

La labor de Fray Juan Calero empezó a intensificarse a partir de 1530 en la comarca mexicana de Valles, donde permaneció hasta ser asesinado en 1541. Su trágico final y la leyenda que envuelve a su muerte lo sitúan como EL PRIMER MÁRTIR CRISTIANO EN AMÉRICA.

Uno de los historiadores que ha participado en la elaboración del documental, titulado El Misterio de Fray Juan, Alfonso Álvarez-Ossorio, explicó que el franciscano, aún venerado en la zona, caló hondo especialmente entre la población porque fue el único que aprendió su lengua, el náhuatl, de ahí la trascendencia de su mensaje entre los nativos. Pero, además de a la predicación, el religioso también dedicó buena parte de su estancia en tierras aztecas a la construcción de asentamientos llanos y accesibles para los indígenas, a los que enseñó albañilería. También colaboró en la creación de una red de hospitales en la zona.

Una de las principales obras de Fray Juan Calero fue la fundación de la ciudad de Tequila y la construcción de los conventos de las localidades de Ahualulco de Mercado y Etzatlán, lugar en el que se instaló y donde está enterrado.

Los problemas para el franciscano llegaron con la guerra de Mixtón, una sublevación indígena encabezada por Coaxicar ante los abusos de algunos conquistadores españoles, quienes dieron al traste con el proceso de evangelización al tratar de eliminar toda la cultura prehispánica, a lo que los nativos se opusieron con violencia.

En Mayo de 1541, los indígenas de Tequila, Ahualulco y Ameca se unieron a la rebelión, remontándose al cerro de Tequila, guiados por Tenamaxtli. El 5 de Junio, Fray Juan Calero, en un intento por frenar el levantamiento, fue al cerro a pacificarlos, invitándolos a bajar, pero fue sacrificado a flechazos y pedradas. Según se narra en el documental, repleto de testimonios, los indígenas despojaron al franciscano de sus hábitos, le sacaron los dientes y le quemaron la cabeza. Tras ser martirizado, el religioso permaneció a la intemperie durante cinco días. Según cuenta la leyenda, su cuerpo, que exhalaba olor a flores, fue hallado incorrupto el 10 de Junio y trasladado al convento de Etzatlán.

A partir de ese momento, el lugar en el que se encontró su cadáver se convirtió, gracias al fervor de quienes le conocieron, en una especie de santuario alrededor del cual se formó, años después, una ciudad a la que bautizaron como San Juanito de Escobedo en su honor. Los cronistas locales aseguran que el fraile fue asesinado en el lugar que ahora ocupa el altar de la iglesia de dicha localidad.

Al martirio de Fray Juan Calero siguió el de otros tres franciscanos que, como él, cayeron a manos de los indígenas insurgentes: Fray Antonio de Cuéllar, Fray Francisco Lorenzo y Fray Juan Francisco.

A FRAY JUAN CALERO

Juan Martín Calero, natural insignia de Bollullos de la Mitación;
Como antepasado mío; estos versos te dedico con mi más sincera pasión,

Coherencia espiritual en época de Conquista de espíritus, tierras y mares;
En el Loreto fuiste formado en el franciscano hábito; tus mejores credenciales,

Del terruño de una ermita visigoda; tomada por los almohades en su día,
Tierra mariana, muy leal y heroica; de San Fernando la más bella Reconquista,

Donde se conoce la flauta y el tamboril, y la religión se vive con solemnidad
Romería y Semana Santa : ¡ Cuatrovitas, Amor, Merced, Gran Poder, Soledad !

A Ultramar te lanzaste, con inusitada valentía, por la aventura,
A la gran tarea evangelizadora; en esa Misión alcanzaste sepultura,

Liderazgo del Martirio en Las Indias; luz fundadora de la Nueva España,
Tus rojas barbas mesaron en la Nueva Galicia, con tu heroicidad santa,

Por selvas y valles, por esos tan grandes y misteriosos andurriales,
Marchó confiada tu figura, al son de cristianos e hispánicos militares,

Referencia espiritual del liderazgo de tan indómitas huestes,
El Sagrado Corazón de Jesús con paciencia defendiste hasta tu muerte,

Pueblos hay en mejicana tierra que tu nombre con devoción recuerdan,
Esperemos que la Historia de ti se acuerde mejor en tu propia tierra,

La paz y la humildad llevaste por bandera en tan inciertos días,
Y acribillado pereciste, abrazando la Santa Cruz con alegría,

Como otros paisanos tuyos, la Misión de la Cristiandad extendiste,
Y así, el honor y la gloria de la Luz Divina viste,

Te criaste en tierra de olivares y naranjos, de huertos y ermitas,
Reino de Sevilla: Fuero Juzgo de Reyes Leoneses nos dio la nueva vida,

Cuando campeaba brioso el imperial pendón de los Reinos de Castilla y León,
Del sudoeste de la Piel de Toro al Nuevo Mundo partiste por Cristo Redentor,

Hoy, a Dios gracias que tu faz en la Iglesia de San Martín de Tours vemos,
Pues nuestro más precioso legado recordar cotidianamente podemos,

Y, muy cerquita tuya, el cuadro de la Anunciación de otro gran paisano :
El pintor Guillermo Vargas Ruiz; que expresó con su pincel el fervor mariano,

¡ Oh Fray Juan Calero ! Tú que a Jalisco fuiste a dar la Buena Nueva
y la muerte te atrapó; ganándote el Cielo de tan buena manera…..

Tú eres inequívoca señal de la pureza, del magisterio, de la tradición,
Tú eres el orgullo de la verdadera identidad de esta antigua mitación,

Testimonio dispusiste de Camino, de Verdad, de Vida…..
Por la salvación de las almas y el Amor de Dios el Océano cruzarías….

Sigiloso y benévolo Cruzado; cuando Cortés conquistaba el imperio azteca;
Acompañaste como misionero ante la épica de tu época,

De Misión y de Conquista se hablaba en Las Españas,
Y tú diste tu vida ante los indios, por la mayor y Santa Causa,

El cariño, a través del espacio y de los tiempos te has ganado,
Y en tu nombre, de Méjico a España pueblos se han hermanado,

De las familias más antiguas de este pueblo tú procedes, de castellano abolengo,
Y hoy, recogiendo por mi abuela el apellido, estos humildes versos te entrego,

¡ Fray Juan Calero, que el ejemplo de tu vida cunda en el presente;
que cunda también en el mañana, que cunda para siempre !

Pobre del pueblo que olvida sus tradiciones; por ello,
Dispuesto estaré a recordar tu persona, por tu servicio, por tus sueños…..

La Borgoñona Cruz de San Andrés se erigió en el Virreinato Novohispano,
Y tu sangre bañó la tierra que luego conquistaron tus paisanos,

Tu mano tendiste, sin mayor interés que el de la Santa Fe,
Ejemplo vivo del misionero que a Cristo vive y ve,

Recolector de la mejor tradición mariana; allí así se imprimió,
Y ante los negros nubarrones, tu sonrisa parece despertar ante el dolor,

¡ Fray Juan Calero, Mártir de la Nueva España, Sacerdote Bollullero !
¡ Por mis venas corre sangre de común familia; qué orgullo tan sincero !

Que tu evangélico ejemplo alumbre con ardor nuestros días,
Que esta tierra se enorgullezca más de tu pastoral activa,

¡ Fray Juan Calero, memoria, identidad, amor, coraje….Santidad !
Que desde el Reino de los Cielos guíes el nuestro caminar….

Extraído del “ Diario de Sevilla “  6 de Junio del 2006

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