En México, la Asociación Psicoanalítica Mexicana (APM)
estima que 2% de la población entre 11 y 18 años es adicta a la tecnología.
“Es una cifra relativamente baja al compararla con otros
países como Estados Unidos en donde la proporción puede llegar al 40%, o Taiwán
donde el 80% de los jóvenes presentan esta adicción, pero aun así es un
porcentaje que debe preocupar ya que hace apenas dos años era de 0.5%”, explica
Delia Hinojosa, presidenta de la APM.
Las cifras sobre el número total de adictos a la web y la
tecnología en México varían de acuerdo a la fuente ya que no existen
suficientes datos en torno al perfil de quién padece tecnoestrés, ya sea porque
los diagnósticos son tratados como conductas compulsivas en general o porque
los propios adictos no han llegado aún al punto en el que requieren pedir ayuda
y por lo tanto escapan al radar de las métricas y estadísticas.
Datos como la 12 Encuesta de Hábitos de los Usuarios de
Internet en México realizado por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI)
pueden darnos una idea. El organismo indica que 65 millones de mexicanos tienen
acceso a Internet, lo que representa casi 59% de la población total.
El 47% de ellos aceptaron que el uso de tecnología había
cambiado sus hábitos y estilos de vida de manera significativa. En promedio el
usuario de tecnología en México se conecta a Internet 7 horas y 15 minutos al
día, principalmente para usar redes sociales.
Los principales tipos de adicciones:
Nomofobia: miedo a quedarse sin el teléfono inteligente.
Este tipo de adicción proviene de la contracción en
inglés de las palabras No Mobile Phone Phobia, término acuñado por
investigadores de Reino Unido los cuales fueron comisionados a estudiar los
nuevos comportamientos sociales a través de la tecnología. La Nomofobia produce
el mismo tipo de ataques de pánico que sufre una persona con miedo a las
alturas o a espacios cerrados. Además genera estados de ansiedad y
desesperación similares a los del síndrome de abstinencia de los adictos a las
drogas cuando el teléfono no se encuentra cerca de ellos.
SMA: adicción a las redes sociales.
Este término fue acuñado por el departamento de ciencias
de la Universidad de Cornell en Estados Unidos tras realizar un estudio sobre
el uso de las redes sociales el cual reveló que 70% de las personas interactúa
con sus perfiles en promedio una vez cada dos horas, sin embargo, aquellos que
padecen de SMA pueden tener hasta 30 interacciones en un lapso de 15 minutos y
experimentan momentos de euforia y ansiedad cuanto escuchan una notificación
que los puede llevar a interrumpir una conversación o a prácticas más riesgosas
como revisar sus perfiles mientras conducen.
Phubbing: cuando el contacto virtual es más importante.
Phubbing es un
término acuñado por el diccionario Macquarie en Australia. Quien padece este
transtorno se desconecta del mundo real y basa su interacción en el mundo
virtual. En los casos más comunes, la familia, amigos o pareja deben
escribirles a sus perfiles para pedirles que bajen a cenar, realicen algún
encargo o tarea, incluso si la persona está en la misma habitación. En los casos
más extremos se ha sabido de personas que se han lastimado al caerse por
escaleras o coladeras abiertas, e incluso han sido atropelladas por su
incapacidad de separar la vista de su teléfono.
Síndrome de la mejor oferta: encontrar el mejor precio.
Quienes lo padecen no son compradores compulsivos, sino
todo lo contrario, pueden pasar horas navegando en Internet en busca del mejor
precio disponible seguros de que la oferta que encontraron no es tan buena como
la que encontrarán más adelante, y no se trata de ahorrar cientos de pesos, el
buscador compulsivo puede desechar una oportunidad por diferencias de un
centavo. En el eventual caso que realicen la compra quien padece este síndrome
se llena de sentimientos de insatisfacción y angustia al grado que pueden
revisar diario el precio del producto.
Cibercondria:
Internet cómo médico de cabecera
En 2008 Microsoft realizó un estudio sobre un nuevo
fenómeno: los pacientes que llegaban al médico con un diagnóstico para
solicitar tratamiento, llamaron a este padecimiento
En México, la Asociación Psicoanalítica Mexicana (APM)
estima que 2% de la población entre 11 y 18 años es adicta a la tecnología.
“Es una cifra relativamente baja al compararla con otros
países como Estados Unidos en donde la proporción puede llegar al 40%, o Taiwán
donde el 80% de los jóvenes presentan esta adicción, pero aun así es un
porcentaje que debe preocupar ya que hace apenas dos años era de 0.5%”, explica
Delia Hinojosa, presidenta de la APM.
Las cifras sobre el número total de adictos a la web y la
tecnología en México varían de acuerdo a la fuente ya que no existen
suficientes datos en torno al perfil de quién padece tecnoestrés, ya sea porque
los diagnósticos son tratados como conductas compulsivas en general o porque
los propios adictos no han llegado aún al punto en el que requieren pedir ayuda
y por lo tanto escapan al radar de las métricas y estadísticas.
Datos como la 12 Encuesta de Hábitos de los Usuarios de
Internet en México realizado por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI)
pueden darnos una idea. El organismo indica que 65 millones de mexicanos tienen
acceso a Internet, lo que representa casi 59% de la población total.
El 47% de ellos aceptaron que el uso de tecnología había
cambiado sus hábitos y estilos de vida de manera significativa. En promedio el
usuario de tecnología en México se conecta a Internet 7 horas y 15 minutos al
día, principalmente para usar redes sociales.
Los principales tipos de adicciones:
Nomofobia: miedo a quedarse sin el teléfono inteligente.
Este tipo de adicción proviene de la contracción en
inglés de las palabras No Mobile Phone Phobia, término acuñado por
investigadores de Reino Unido los cuales fueron comisionados a estudiar los
nuevos comportamientos sociales a través de la tecnología. La Nomofobia produce
el mismo tipo de ataques de pánico que sufre una persona con miedo a las
alturas o a espacios cerrados. Además genera estados de ansiedad y
desesperación similares a los del síndrome de abstinencia de los adictos a las
drogas cuando el teléfono no se encuentra cerca de ellos.
SMA: adicción a las redes sociales.
Este término fue acuñado por el departamento de ciencias
de la Universidad de Cornell en Estados Unidos tras realizar un estudio sobre
el uso de las redes sociales el cual reveló que 70% de las personas interactúa
con sus perfiles en promedio una vez cada dos horas, sin embargo, aquellos que
padecen de SMA pueden tener hasta 30 interacciones en un lapso de 15 minutos y
experimentan momentos de euforia y ansiedad cuanto escuchan una notificación
que los puede llevar a interrumpir una conversación o a prácticas más riesgosas
como revisar sus perfiles mientras conducen.
Phubbing: cuando el contacto virtual es más importante.
Phubbing es un
término acuñado por el diccionario Macquarie en Australia. Quien padece este
transtorno se desconecta del mundo real y basa su interacción en el mundo
virtual. En los casos más comunes, la familia, amigos o pareja deben
escribirles a sus perfiles para pedirles que bajen a cenar, realicen algún
encargo o tarea, incluso si la persona está en la misma habitación. En los casos
más extremos se ha sabido de personas que se han lastimado al caerse por
escaleras o coladeras abiertas, e incluso han sido atropelladas por su
incapacidad de separar la vista de su teléfono.
Síndrome de la mejor oferta: encontrar el mejor precio.
Quienes lo padecen no son compradores compulsivos, sino
todo lo contrario, pueden pasar horas navegando en Internet en busca del mejor
precio disponible seguros de que la oferta que encontraron no es tan buena como
la que encontrarán más adelante, y no se trata de ahorrar cientos de pesos, el
buscador compulsivo puede desechar una oportunidad por diferencias de un
centavo. En el eventual caso que realicen la compra quien padece este síndrome
se llena de sentimientos de insatisfacción y angustia al grado que pueden
revisar diario el precio del producto.
Cibercondria:
Internet cómo médico de cabecera
En 2008 Microsoft realizó un estudio sobre un nuevo
fenómeno: los pacientes que llegaban al médico con un diagnóstico para
solicitar tratamiento, llamaron a este padecimiento
Cibercondria que define a las personas que son incapaces
de acudir al médico a una consulta normal, en vez de ello utilizan los
buscadores web para identificar sus síntomas, reales o aparentes. Los efectos
de esta adicción van desde crearse cuadros clínicos complejos en la mente,
hasta los casos más graves donde el afectado pasa años sometido a tratamientos
con medicamentos muchas veces peligrosos.
Descubre qué tanto dependes de la tecnología contestando
el siguiente test:
1. Te ha salido una mancha algo sospechosa en la piel y
quieres saber de qué se trata, entonces:
A) Vas con el dermatólogo para que la revise y te mande
tratamiento.
B) Lo googleas para saber si a alguien más le ha pasado y
por qué.
C) Crees que tienes algo horrible (influenciado por lo
que encontraste en la web), entonces, te automedicas.
2. Quieres jugar videojuegos, pero tienes otras
actividades qué hacer, ¿cómo lo manejas?
A) Hago mis demás actividades y, si me queda tiempo,
juego un rato.
B) Me propongo jugar por unas horas y luego me apuro con
mis pendientes.
C) Juego y pierdo la noción del tiempo. No hago lo que
debo y me siento frustrado.
3. Recibes una notificación cuando estás a punto de
cruzar la calle, tú:
A) Esperas a llegar a tu destino, no debe ser urgente.
B) Cruzas la calle y te detienes más adelante para saber
de qué se trata.
C) Lo sacas en ese preciso momento y lo revisas mientras
caminas.
4. Llegaste de trabajar y no tienes tareas pendientes de
realizar, aprovechas para:
A) Relajarte, tomar un baño caliente o leer un libro
antes de dormir.
B) Adelantar trabajos en línea para no estar tan estresado
el día siguiente.
C) Ver Netflix por horas aunque casi no duermas y al otro
día estés fatigado.
5. Quieres adquirir una televisión por Internet, ¿cómo es
tu proceso de compra?
A) Entro al sitio web de mi tienda favorita y elijo la
que me ha convencido más.
B) Le dedico una búsqueda rápida a las pantallas de
distintas tiendas y elijo con base en ello.
C) Busco el equilibrio perfecto entre oferta y calidad
por horas o días, pero no me decido. Sigo buscando.
6. Tienes que darle un recado importante a un familiar
que está en otra habitación, ¿qué haces?
A) Vas hacia donde se encuentra y le pasas el mensaje.
B) Gritas porque te da flojera caminar hasta donde se
encuentra.
C) Le mandas un mensaje por WhatsApp o Messenger en ese
instante.
7. Han llegado tus vacaciones y decides viajar para salir
de tu entorno y descansar, tu smartphone:
A) Lo dejas en casa y decides desconectarte
completamente.
B) Se queda en tu casa, pero llevas otro exclusivamente
para llamadas.
C) Está en todo momento contigo. Puede suceder algo
relevante mientras estás fuera.
8. No encuentras tu celular por ningún lado y crees que
lo has perdido, te sientes:
A) Tranquilo. Lo busco, pero considero con calma su
posible ubicación.
B) Nervioso. Si no lo encuentro mi información podría
estar comprometida.
C) Enloquecido. Necesito recuperar el celular o no puedo
continuar mis actividades.
9. Te das cuenta de que has estado una hora en Facebook u
otra red social, luego:
A) Me salgo. Ya fue demasiado tiempo y tengo cosas más
importantes qué hacer.
B) Me pongo a hacer otras cosas, pero de vez en cuando le
echo un vistazo.
C) Me paso allí por muchas otras horas hasta que me gana
el cansancio.
10. Acaba de salir al mercado un celular maravilloso,
pero el tuyo es prácticamente nuevo, optas por:
A) Quedarte con el que ya habías comprado hasta que se
descomponga.
B) Usar el tuyo por un tiempo más porque ya saldrá algo
mejor cuando lo cambies.
C) Vender el que tienes y comprar el nuevo modelo o
gastar todos tus ahorros para tener ambos.
Mayoría de A:
Prácticamente no eres apegado a la tecnología y solamente
la utilizas cuando es necesario; además, puedes prescindir de ella sin ningún
problema. A veces prefieres estar desconectado para pasar tiempo con los demás,
realizar otras actividades o descansar.
Mayoría de B:
Te gusta mucho la tecnología y le dedicas una buena parte
del tiempo, pero no descuidas otros aspectos de tu vida. Mantente al pendiente
de tus hábitos de consumo y el tiempo que le dedicas a los dispositivos e
Internet porque podrías engancharte con ellos.
Mayoría de C:
Eres demasiado dependiente de la tecnología y la usas sin
control. Varios aspectos de tu vida, principalmente aquellos que implican
interactuar, podrían verse seriamente afectados. Lo mejor es que visites a un
especialista que revise tu caso y te ayude a moderar tus hábitos.
Fuente: El Universal
En la actualidad, para muchas personas sería muy difícil
imaginar su vida sin un acceso constante a Internet. Más allá de una
herramienta de ayuda, se ha convertido en la principal fuente de información y
comunicación, una parte fundamental de la sociedad moderna que afecta los
hábitos y el comportamiento del ser humano.
Algunos especialistas creen que el Internet se ha
convertido en la última etapa de la evolución de nuestra especie. De la misma
forma, muchos creen que la adicción a la Red es un problema real, un desorden
psicológico que se manifiesta cuando su exceso de uso comienza a interferir con
el desarrollo normal de la vida de las personas.
Una
broma que reveló un desorden psicológico real
Curiosamente, el término 'adicción a Internet' fue
introducido en 1995 por el doctor estadounidense Ivan K. Goldberg a modo de
broma. Goldberg decidió publicar un artículo satírico en la revista
especializada 'Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales' para
demostrar la complejidad y la rigidez de esta fuente de información médica.
Para ello, el doctor Goldberg inventó el término
'desorden de adicción a Internet' (IAD, por su siglas en inglés), e ideó unos
hasta ese momento inexistentes síntomas, que incluían "una importante
disminución de la actividad social a causa del Internet", "fantasías
o sueños sobre el Internet" y "un movimiento voluntario o
involuntario de los dedos".
Para gran sorpresa de Goldberg, muchos de sus colegas
admitieron la existencia del 'redacoholismo' (del inglés, 'netaholism') o
adicción a la Red y le enviaron correos electrónicos con observaciones e
información detallada sobre sus pacientes que padecían este trastorno. A esto
le siguió la creación de grupos en línea de afectados con el IAD, seminarios
médicos, investigaciones en universidades y clínicas, y tratamientos
especializados de este nuevo desorden psicológico.
¿Por
qué es tan difícil de dejar el Internet?
En nuestros días, el IAD se considera como una afección
psicológica real que afecta a un 8,2 % de la población mundial y que se
manifiesta por el excesivo tiempo que se invierte en juegos en línea, redes
sociales, correo electrónico, blogs, compras por Internet o pornografía.
Los principales síntomas de esta afección incluyen
señales de depresión, ansiedad, búsqueda de satisfacción al utilizar el
Internet, pérdida de sentido del tiempo, agitación, miedo, procrastinación (retrasar
actividades), insomnio, dolores de espalda y cuello, pérdida o ganancia de
peso, dolores de cabeza.
Al igual que cualquier otro desorden adictivo, el IAD
afecta al centro de 'generación del placer' de nuestro cerebro, que dispara
ráfagas del poderoso químico conocido como dopamina, que asegura el efecto
placentero que sentimos durante la navegación.
Con el paso del tiempo, una persona que sufra de IAD
necesitará cada vez horas jugando en línea, haciendo compras a través de Internet
o visitando redes sociales para generar la cantidad de químico necesaria que le
brinde el mismo efecto placentero al que está acostumbrado.
El IAD es tratado por los psicólogos de la misma forma
que cualquier otra adicción, como el alcoholismo o la drogadicción, y comienza
con la necesidad de que el paciente reconozca que sufre este desorden. El
tratamiento continúa con una terapia individual o grupal y la prescripción de
medicamentos similares a aquellos con los que se combate la depresión y la ansiedad.
Los
culpables de nuestra dependencia tecnológica
La mayoría de los sitios web tratan de acaparar la
atención de los usuarios y mantenerlos la mayor cantidad de tiempo posible en
su portal. El sitio Lifewire elaboró una lista de las páginas web "más
adictivas" de 2016, asegurando que cualquiera de esas páginas podía
"fácilmente ocupar 30 minutos o más" en el día de cualquier persona.
A continuación, presentamos algunos de los sitios más destacados de esta lista:
Attack of the cute: Un sitio web donde los usuarios suben
fotografías y videos de sus mascotas o de animales que se encuentran en la
calle o los zoológicos. Los analistas aseguran que es una página muy adictiva
para la mayoría de las personas.
Reddit: Una página que combina noticias y debates.
Permite a los usuarios iniciar hilos sobre cualquier tema que pueden generar
miles de respuestas y comentarios positivos y negativos. Según Lifewire, es
tremendamente adictiva para muchas personas que buscan "discusiones
ligeras".
Lifehacker/Gizmodo: Se trata de populares sitios de
consejos para la vida diaria y para la navegación en Internet, en los que se
pueden encontrar desde recetas de cocina, consejos para el entrenamiento
personal o hasta cómo obtener un iPhone rojo. Son muy adictivos, pues casi todo
el mundo puede encontrar algo de información útil en estos sitios.
Pinterest: Un sitio que se ha vuelto muy popular en el
mundo del diseño y de la edición de contenido gráfico multimedia. Contiene
imágenes de calidad de naturaleza, de animales, de construcciones lujosas, de
ropa, etc. Muchos creen que es extremadamente difícil no engancharse con esta
página.
Sin embargo, esta lista no estaría completa sin mencionar
a los 'reyes' de la adicción en Internet, que incluyen a las redes sociales y
los sitios más visitados por los internautas de todo el mundo. Youtube, Facebook, Vk, Twitter, Instagram y
LinkedIn, integran —en ese orden— la lista de las páginas de compartición de
videos, fotografías, publicaciones y comentarios sociales más visitadas
diariamente en la Red, según la página de analítica web Alexa.
¿Se
puede dejar de navegar?
Para comprender cómo podría ser nuestra vida sin el
acceso a Internet, un usuario de Reddit ha realizado un interesante experimento
sociotecnológico, al que denominó "Navegando en Internet un día a la
semana". En su proyecto, se ha planteado el objetivo de acceder a la Red
únicamente los lunes. De martes a domingo, se ha comprometido a utilizarlo
"solo para propósitos prácticos". "Evitaré usarlo para
entretenimiento y para pasar el tiempo", asegura.
El impulsador de este proyecto explica que no puede dejar
de utilizar por completo el Internet, porque mantiene un negocio desde su
hogar, algo que de por sí demuestra ya el grado dependencia del ser humano a
esta tecnología.
Los resultados de la primera semana de este experimento
nos pueden dar una imagen de lo que podría ser nuestra vida sin el acceso a
este recurso.
Los primeros tres días "han sido muy duros",
confiesa. Cuenta que el primer día abrió sin pensarlo la página de Reddit, pero
la cerró "inmediatamente". "Esto me asustó", asegura.
Durante estos tres días, el usuario declaró haber sentido
desesperación y una constante necesidad para estimular su cerebro. Intentó leer
un libro, pero se dio cuenta de que era "casi imposible" concentrar
su mente "exaltada y distraída".
En los siguientes días, asegura que se "ha calmado
de a poco" y ha logrado mantener la concentración durante "períodos
más largos". Ha logrado terminar de leer el libro.
Se ha dado cuenta que el Internet deja "bucles
abiertos" en su cerebro, "pequeñas historias que no tienen fin"
reflejadas en una necesidad constante de visitar las redes sociales "para
ver lo que la gente dice". Durante la primera semana de este 'ayuno
tecnológico', sintió "desesperadamente" la necesidad de cerrar estos
bucles, pero confiesa que era muy difícil, casi imposible.
Una semana después, el usuario asegura que se siente
mucho más calmado. Ha llegado el lunes, día en que tiene permitido navegar en
Internet, pero "no desea volver a abrir esos bucles nuevamente".
Asegura que ha encontrado un reemplazo a la constante
necesidad de visitar las redes sociales: los videojuegos.
El Internet es parte de nuestras vidas y algo muy difícil
de abandonar hoy en día. Aunque para muchos pueda parecer exagerada, los
estudios de dependencia a esta herramienta podrían ayudar a entender el
comportamiento humano en la era del auge tecnológico.
Fuente. RT
RT ofrece un pequeño test que mide su grado de 'adicción'
a la Red. Sin importar cuál sea su resultado, recomendamos que continúe
navegando con la responsabilidad
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