CUValles monitoreará calidad del agua en Presa de la Vega
de Ameca
El investigador Héctor Huerta Ávila, del Centro
Universitario de los Valles (CUValles), de la Universidad de Guadalajara
(UdeG), creó una esfera provista de sensores para monitorear, de manera
permanente, la calidad del agua de la Presa de la Vega, un recurso utilizado
para la pesca, el cultivo de caña y otras plantaciones de las localidades
cercanas al Municipio de Ameca.
Huerta Ávila explicó que la intención es colocar cinco de
estos equipos en igual número de lugares, distribuidos en las mil 950 hectáreas
de superficie de la presa, para conocer la cantidad y nivel de los
contaminantes que existen en este cuerpo de agua, según informa un comunicado.
El académico afirmó que han identificado algunos puntos
de descarga de contaminantes desde los ingenios azucareros y otras industrias
de la zona que es importante monitorear y dar seguimiento para saber el tipo de
sustancias que arrojan y su concentración. Además de que existen contaminantes
naturales como el arsénico, que provienen de las zonas geotérmicas del Bosque
La Primavera y llegan al lugar vía el río Salado.
“Hay muestreos previos, y se tiene registro de
contaminantes como amoníaco, que viene principalmente de los peces. Se tiene
también conocimiento de metales pesados como el boro, que es el que tiene más
presencia; además de arsénico, que en su mayoría es un contaminante natural que
proviene de las zonas geotérmicas de La Primavera”, explicó el también
coordinador de la carrera en Ingeniería en Instrumentación Electrónica y
Nanosensores del mismo centro.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el
consumo prolongado de arsénico a través del consumo de agua y alimentos
contaminados, provoca cambios de pigmentación en la piel, lesiones cutáneas,
además de cáncer de piel. También puede causar cáncer de vejiga de pulmón.
La Agencia Europea de Química refiere que la ingesta de
grandes cantidades de amoníaco, provoca quemaduras graves en la boca, la
garganta y el estómago. Según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro
de Enfermedades de Estados Unidos, la exposición breve a cantidades altas de
boro puede afectar el estómago, los intestinos, el hígado, los riñones y el
cerebro.
La Presa de la Vega está catalogada como sitio Ramsar, lo
que obliga a las autoridades gubernamentales a la conservación de sus
características ecológicas como humedal, así como a la protección de su flora y
fauna.
“Conservar este sitio es vital para toda la comunidad,
pero también para los empresarios, restauranteros al lado de la presa y
pescadores, que es la manera en que se mantienen. En este sentido, es
importante verificar la calidad del agua por los peces y porque se utiliza para
el sistema de riego”, resaltó Huerta Ávila.
El investigador, quien ha trabajado en el proyecto desde
hace 14 meses, desarrolló una esfera flotante a manera de boya, dotada con
dispositivos y sensores electrónicos que puede permanecer en el agua por varios
días sin necesidad de mantenimiento ni recarga de baterías. El diseño fue
realizado en impresora 3D, lo que le permitió ajustarse a las necesidades de
peso, flotabilidad, almacenaje; además de que trabaja con paneles solares y
baterías de respaldo, dijo.
La esfera tiene una sonda de medición que desciende,
mediante un cable, a diferentes niveles bajo la superficie del agua. Una vez
posicionada puede “leer” o “captar” los contaminantes y sustancias por medio de
sensores o electrodos. Esta información es enviada al sistema electrónico
dentro de la boya, donde es procesada y transmitida en tiempo real a un
servidor ubicado en el CUValles.
Este servidor es monitoreado por Huerta Ávila, y guarda
los registros históricos de la calidad del agua. De manera básica, la esfera
está programada para analizar factores como el PH (la acidez o alcalinidad), la
conductividad, el color y la temperatura del agua, aunque se pueden incorporar
sensores adicionales para casi todo tipo de contaminantes, abundó el académico
del CUValles.
Los datos recibidos desde las cinco esferas serán
procesados por el grupo de investigadores encabezados por Huerta Ávila, con la
intención de compartir la información con pescadores, restauranteros,
agricultores y autoridades de gobierno que estén en posibilidad de tomar
decisiones, en caso necesario, para mejorar la calidad del agua.
El académico afirma que están evaluando si harán pública
la información que genere el servidor, mediante una página web actualizada en
tiempo real, para que cualquier persona conozca si hay contaminantes en la
presa…por ahora lo dejarán para análisis interno.
Las esferas tendrán un costo de 25 mil pesos cada una y
estarán en operación antes de que finalice el 2018, concluyó.
Fuente: Prensa U. de G.
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