Un tercio de municipios en Jalisco no trata aguas.
En 42 localidades, con más de 426 mil habitantes, no hay plantas de tratamiento; Tala, Tequila, Tuxpan y Sayula son las más pobladas.
Tala, famoso por sus ingenios azucareros, o Tequila, que cuenta con la categoría de Pueblo Mágico, destacan no sólo por sus atractivos, sino porque sus ayuntamientos no tratan sus aguas, situación que ocurre en otros 40 municipios de Jalisco que carecen de plantas de tratamiento, según la Comisión Estatal del Agua (CEA).
En esas 42 demarcaciones viven más de 426 mil personas. Allí, el líquido utilizado en el hogar, en comercios e industrias, se va a los distintos cuerpos de agua sin tratar, contaminándolos.
Con sus 35 mil habitantes, Tala es la localidad más poblada que no trata sus aguas negras; le siguen Tequila, con 29 mil; Tuxpan, con 27 mil; Sayula, con 26 mil, y Zapotiltic, con 22 mil.
El director de Operación de Plantas de Tratamiento de la CEA, Luis Aceves Martínez, recordó que, de acuerdo con el Artículo 15 de la Constitución, la responsabilidad de sanear las aguas compete a los municipios.
“Nosotros los apoyamos con programas, pero notamos que cada tres años, conforme se acerca el fin de la administración municipal, el número de plantas fuera de operación se incrementa porque empiezan a recortar gastos, ya no les interesa, empiezan a correr gente”.
Según la dependencia, el número de plantas en operación en Jalisco bajó.
En 2017 eran 138 y para agosto pasado siete de esas ya no trataban.
Además, 50 de las que funcionan lo hacen fuera de norma, pues no cumplen con alguno de los 18 parámetros en cuanto a la calidad del agua.
“Lo más común es porque no le ponen cloro, y por muy limpia que salga tienes que ponerle cloro para matar las bacterias…, pero cuesta”, detalló.
Al respecto, Arturo Gleason Espíndola, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), lamentó que el saneamiento del agua no se encuentre en la agenda del Gobierno.
Una prueba de ello es que en el Presupuesto de Egresos de este año no hay una partida para construir plantas nuevas.
“El saneamiento es sumamente vital. Lamentablemente, a nivel nacional sólo tratamos entre 20% y 30% del agua que ensuciamos. Entonces, esto está llevando a los ríos prácticamente a que estén muertos; allí está el caso del Río Santiago”.
Sin embargo, Aceves Martínez destacó que, si bien son muchos los municipios sin plantas o con sistemas fuera de operación, los más poblados, como los de la metrópoli, sí tratan el líquido que consumen, lo que representa un saneamiento de casi 60% del agua que utilizan los jaliscienses.
Con posibilidades de mejora, 85 plantas fuera de operación Además de los 42 municipios en Jalisco que no sanean las aguas de sus principales centros de población, existen 85 plantas de tratamiento que no funcionan en la Entidad.
De ser puestas en marcha, se encargarían de limpiar las descargas residuales de más de 400 mil personas, de acuerdo con datos proporcionados por la Comisión Estatal del Agua (CEA).
Sin embargo, la dependencia encontró que, en la gran mayoría de los casos, las instalaciones podrían ponerse de nuevo en operación a través de los programas estatales, explicó Luis Aceves Martínez, director de Operación de Plantas de Tratamiento de la CEA.
“Hay otro programa que lo conocen entre los municipios como ‘Enchúlame la planta’. Es un programa de rehabilitación y mantenimiento intensivo”, dijo el funcionario.
Éste consiste en que las autoridades que operan las plantas que no funcionan solicitan apoyo de manera formal a la CEA, que envía personal y maquinaría a la demarcación, que debe realizar un diagnóstico de los desperfectos.
Los insumos para ponerlas a funcionar corren por cuenta de la administración municipal. “Para un municipio modesto es complicado porque los costos de inversión ya representan algo. Lo que hemos visto en Jalisco es que sí se consigue el dinero para las plantas, pero para operarlas y mantenerlas no existe, le pagas a la Policía, pagas la nómina o pagas la planta”.
Un caso común, recordó Aceves Martínez, es que las bombas estén descompuestas. La CEA las desinstala, las lleva a un taller y las regresa. Lo único que se cobra al municipio es la factura de la reparación. Lo mismo se hace con la pintura, las instalaciones eléctricas y hasta para podar el pasto. Al ponerlas en funcionamiento luego de que las estabiliza, las devuelve al municipio para que vuelvan a trabajar.
“Nosotros actuamos a petición de parte, actuamos si nos lo pide el municipio, porque si mandamos vehículos, viáticos, gente y gasolina, luego la Contraloría pregunta que por qué mandamos para algún lado, ‘¿Qué eres de por allá? ¿Qué es tu compadre?’”, añadió Aceves Martínez.
Las nuevas, con una mínima inversión municipal
Los municipios que no cuentan con plantas de tratamiento pueden inscribirse a los programas federalizados, que aplican para infraestructura, saneamiento de agua, potabilizadoras, pozos, líneas de distribución o de drenaje.
“Cualquier proyecto que tenga que ver con el agua, el municipio se acerca”, explicó Luis Aceves Martínez, director de Operación de Plantas de Tratamiento de la Comisión Estatal del Agua.
Cuando se acercan con la CEA, si se lleva a cabo con los programas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ésta pone la mitad del monto, el Gobierno 30% y el municipio, el resto.
“Entonces en lugar de que le cueste al municipio 20 millones de pesos, le va a costar cuatro”. Para una planta de tratamiento es indispensable que el municipio cuente con la constancia de que el predio donde se construirá está bajo su posesión.
El trámite sólo se puede hacer antes de julio de cada año para programarlo en el Presupuesto de Egresos del año siguiente. Si el municipio se acerca con la CEA, entonces se gestiona para ser entregada posteriormente al Ayuntamiento para su operación.
Se necesita acompañamiento
Voz del experto Arturo Gleason (académico de la UdeG)
Para el investigador, es muy común que las plantas de tratamiento que instalan en los municipios dejen de funcionar a los meses o años de arrancar operaciones debido a que las autoridades no les destinan personal o recursos para su mantenimiento.
Esto ocurre debido a que en el proceso de construcción no se da el acompañamiento de sistemas de gestión. Los requerimientos de un sistema de tratamiento van desde la energía eléctrica para las bombas, el pago de personal y materiales como cloro, lo cual es complicado para un municipio pequeño.
“Para un municipio modesto es complicado porque los costos de inversión ya representan algo. Lo que hemos visto en Jalisco es que sí se consigue el dinero para las plantas, pero para operarlas y mantenerlas no existe, le pagas a la Policía, pagas la nómina o pagas la planta”.
Los recursos para el mantenimiento de las plantas de tratamiento no deberían ser problema toda vez que se pueden incluir en el cobro de los servicios de agua potable y alcantarillado. “Tiene que estar consciente del abastecimiento, tiene que estar consciente de cómo se limpia, las implicaciones, cuál es el rol del ciudadano en ahorrar, cuál es el rol del ciudadano en contaminar menos. Para mí, esa es la gran agenda, la concienciación, la capacitación y la generación de investigación para sistemas de tratamiento menos costosos.
Es una agenda compleja que lamentablemente no viene en las propuestas del Gobierno estatal”. Entre los proyectos de la administración de Alfaro está el saneamiento de río y tratamiento de las aguas.
Al menos 850 millones de pesos (MDP) son necesarios para construir las plantas de tratamiento en los 42 municipios de Jalisco que no cuentan con esos sistemas en sus cabeceras, explicó Luis Aceves Martínez, director de Operación de Plantas de Tratamiento de la Comisión Estatal del Agua.
“Hay una regla ranchera en esto de las plantas de tratamiento que dice que por cada mil habitantes necesitas una capacidad de tratamiento de dos litros por segundo en tu planta.
Y hay otra regla ranchera que te dice que por cada litro por segundo tienes que considerar una inversión de un millón de pesos”.
Y de acuerdo con el Censo de Población 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población en estas 42 demarcaciones es de 426 mil 680 personas.
“Si la capacidad de tratamiento es de dos litros por cada mil habitantes, se requieren tratar unos 850 litros por segundo; a millón por litro, se requieren 850 millones de pesos nomás para ponerles planta a éstos”.
Así, si todas las administraciones municipales decidieran el siguiente año instalar su planta de tratamiento, se requeriría esa cantidad de recursos. “¿De dónde voy a sacar esos 850 millones para las que hacen falta, a qué dependencias del Estado les vas a quitar para hacer esto?”.
De acuerdo con Aceves, la Comisión Nacional del Agua decidió limitar los recursos para la instalación de nuevas plantas hasta que no estén en funcionamiento las que no operan.
Las cabeceras municipales sin palabras de tratamiento
Municipio Habitantes
Ahualulco de Mercado 15,512
Acatlán de Juárez 10,461
Ayotlán 11,724
Casimiro 11,180
Cocula 14, 548
Colotlán 13, 256
Cuautla 1,263
Cihuatlán 18,164
Chimaltitán 3,843
El Grullo 20, 924
Ejutla 1.414
Guachinango 1,847
Hostotipaquillo 3,762
Ixtlahuacán del Río 6,198
Juchitlán 3.468
El Arenal 11,610
El Limón 3, 102
Ojuelos de Jalisco 11,881
Poncitlán 13,581
Pihuamo 6,838
San Cristobal de la Barranca 3,279
San Gabriel 4,606
San Marcos 3,383
Sayula 26,789
Tala 35,396
Tamazula de Gordiano 18,787
Tecalitlán 12,411
Techaluta de Montenegro. 2,476
Tecolotlán 9,189
Teocuitatlán de Corona 3,938
Tequila 29, 203
Tolimán 8,393
Tonila 3,110
Totatiche 1,323
Tuxpan 27, 523
Unión de San Antonio 7,620
Valle de Juárez 4,006
Villa Purificación 5,277
Zapotiltic 22,833
Zacoalco de Torres 18, 172
Zapotitlán de Vadillo 3,530
Zapotlán del Rey 3,280
Total 426, 680
Fuente: El Informador.
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