En el interior del Estado, escuelas
con más reprobados.
Superan 28 municipios el promedio
estatal de alumnos que no pasaron de grado.
Aunque la reprobación en secundarias de Jalisco
representó 3.8% en el último ciclo escolar, 28 municipios superan el promedio
estatal, informó la Secretaría de Educación vía Transparencia. La matrícula fue
de 431 mil 864 estudiantes.
Unión de Tula, Concepción de Buenos Aires, Jamay, San
Martín de Bolaños, Cuquío, San Julián, Poncitlán, La Barca, Jocotepec y
Tuxcueca, encabezan la lista de los municipios con más reprobados.
Por ejemplo, la escuela con más reprobados en Unión de
Tula es la telesecundaria “Belisario Domínguez”, en donde 16 de 35 alumnos no
alcanzaron una calificación aprobatoria (casi la mitad). En contraparte, hay 18
municipios donde no reprobó ningún alumno. Entre éstos destacan Ahualulco de
Mercado, Etzatlán y Magdalena, de la Región Valles, con más de mil estudiantes
en cada localidad.
El subsecretario de Educación Básica en Jalisco, Pedro
Díaz Arias, explica que la problemática es por distintos factores, aunque en
las regiones se evidencia el nivel socioeconómico. “Entre menos recursos hay
una incidencia respecto a la reprobación de los alumnos… o los ambientes
familiares que predominan. Cuando se incorporan padre y madre al trabajo hay
descuido en relación al desempeño de sus hijos en la escuela”. Describe que, a
las telesecundarias, asisten estudiantes que habitan en distintas localidades,
por lo que los trayectos son más extensos. “Puede ser un factor que pueda
asociarse a la inasistencia”.
Reforzarán
alertas
El porcentaje estatal de alumnos reprobados ha disminuido
gracias a las acciones de prevención realizadas durante los últimos ocho años,
destaca el subsecretario de Educación Básica, Pedro Díaz Arias.
Indica que si el alumno saca malas notas en los primeros
periodos, los maestros diseñan medidas para mejorar su desempeño y anticiparse
a una posible reprobación. “Hubo un descenso, particularmente en educación
secundaria. Con esta estrategia vamos a la baja cada año”.
Ahora que sólo hay tres periodos en el año (antes eran
cinco bimestres), remarca que buscarán que la detección sea desde el primer
periodo. “Cuando observemos que el desempeño no sea aprobatorio, alertaremos a
las escuelas para que se tomen las medidas necesarias, en conjunto con los padres”.
Las acciones para reforzar son: observar las evaluaciones para alertar a
tiempo, mejorar la comunicación y afianzar el compromiso con los papás.
Deserción
El porcentaje de deserción en secundarias de Jalisco es
de 5.6%. Y en primarias, 0.8 por ciento.
“No
tienen problemas”
Gabriela Toriz, maestra de secundaria en Tlaquepaque,
cuenta que los jóvenes que asisten a clases “no tienen problemas para aprobar
las materias... reprueban por faltar, ya que nosotros debemos tener la
habilidad de que el alumno apruebe”. Menciona que en el actual ciclo escolar
tiene 270 estudiantes, de los cuales reprobaron seis. En ese sentido, les deja
actividades y procura darles un seguimiento puntual.
Resalta que los profesores pueden elegir la forma de
reforzar los conocimientos del alumno mediante actividades especiales o por
medio de una prueba. “Yo utilizo las dos opciones: un trabajo de investigación
y posteriormente un examen”.
Identifica que algunas causas de reprobación van desde el
conformismo de los estudiantes hasta la falta de atención de los papás.
Maestros tienen autonomía
“El papá de una alumna me amenazó. Me dijo que si no
pasaba de año a su hija me las vería con él. Para evitar problemas la aprobé,
pero después vi que la niña tenía problemas de aprendizaje en grados
posteriores”, expresa una maestra de una primaria, quien prefiere omitir sus
datos personales por temor a represalias.
Afirma que los padres de varios alumnos la han intimidado
para que sus hijos no repitan el ciclo, principalmente porque consideran que es
vergonzoso. Sostiene que, a veces, es mejor. Por ejemplo, una alumna que tenía
problemas con las materias se convirtió en su mejor estudiante después de que
repitió el año.
Acentúa que lo anterior ocurrió porque un acuerdo,
publicado por la Secretaría de Educación Pública en 2012, señalaba que en
primero, segundo y tercero de primaria, la acreditación se obtendría por el
solo hecho de haberlos cursado y con aval de los papás. “Eso propiciaba que los
padres se negaran a firmar las reprobaciones”, lamenta la maestra.
El subsecretario de Educación Básica, Pedro Díaz Arias,
precisa que ese acuerdo ya no está vigente para el nuevo ciclo escolar, debido
a que en mayo de 2018 se publicaron otras reglas. Ahora mantienen que la
asistencia de los alumnos es un criterio para la aprobación. “Hasta 2017-2018,
particularmente en los primeros grados de primaria, el maestro podía tomar en
consideración a los padres de familia, les daba a conocer el riesgo, y el padre
podía opinar sobre la retención del alumno. Estas nuevas normas clarifican esa
parte y son precisas: al docente lo facultan para evaluar y determinar”. Tienen
autonomía.
Aunque niega que existan quejas de docentes sobre las
reglas de acuerdos anteriores, recalca que sería bueno identificar si hay
dudas, porque el documento establece que es el maestro el que toma la decisión
correspondiente. “Vamos a auxiliar a los maestros, en relación con el informe
de evaluación. Que sea más práctico informar a los padres de familia. Ya dimos
a conocer las normas previo al inicio del ciclo escolar”.
Proponen
compromiso por escrito
La Secundaria 93 “Emiliano Zapata”, en la colonia La
Penal, de Guadalajara, cuenta con pocos reprobados. De un total de 641 alumnos
registrados solamente repitió un estudiante. Un año antes, tres se quedaron sin
aprobar.
Julia Esmeralda Cabrera, directora del plantel, comenta
que la estrategia para que los jóvenes pasen de año “es pedirles que hagan un
esfuerzo” por mejorar sus calificaciones. “Elaboran un compromiso por escrito
para sacar su trabajo académico y sí dan resultados. Eso es clave. También
llamamos a los padres. Al terminar el primer trimestre se hace un recuento y
luego les proponemos los compromisos”.
Menciona que dan clases especiales, principalmente de
matemáticas, y tienen una atención personalizada. “Revisamos cuadernos,
llevamos a cabo entrevistas con cada niño y sus papás para que pongan de su
parte. Les recordamos que deben mejorar para entrar a la prepa”.
Radiografía
Guadalajara fue el municipio del área conurbada con el nivel
más alto de alumnos de primaria acreditados durante el último ciclo escolar,
según datos compartidos vía Transparencia por la Secretaría de Educación en
Jalisco.
De 157 mil 604 estudiantes, reprobó sólo 0.66% (en
comparación, el promedio a nivel estatal fue de 1%).
El dato contrasta con el porcentaje de los reprobados en
el nivel de secundaria en la Perla
tapatía, con 4.9% de reprobados.
Ejutla, Atoyac, San Miguel el Alto, Cocula, La Barca, El
Arenal, Tuxcueca, Cihuatlán, Tamazula de Gordiano y Mezquitic concentran el
mayor porcentaje en reprobación de primarias.
Horario
ampliado
En el ciclo 2018-2019 suman 915 escuelas con horario
extendido en 120 municipios de la Entidad.
En 2013 sólo funcionaban 99 planteles en esta modalidad.
De la cifra reciente, 240 instituciones son de Tiempo
Completo; es decir, que el periodo de actividades es de ocho horas. Esto
significa que cuentan con servicios nutritivos, autonomía de gestión y
reforzamiento de actividades académicas.
LA
VOZ DEL EXPERTO
Faltan estrategias diferenciadas
Paulina Sánchez Guzmán (académica de la Universidad de
Guadalajara)
El dato de que los alumnos de municipios del interior del
Estado reprueban más “revela realidades sociales distintas”. Por ello, las
estrategias para disminuir la reprobación tienen que ser diferenciadas, opina
la especialista en docencia.
“Se tendría que hacer un diagnóstico profundo más allá
del sistema de enseñanza y aprendizaje”.
Detalla que, cuando las escuelas están ubicadas en
municipios con mayor índice de marginación, la reprobación se tendría que
enfocar desde estrategias de acompañamiento y soporte con el sistema familiar.
“Deben analizar si el problema es porque no pueden mandar al niño a la escuela
o por las dificultades de aprendizaje. Aunque en este último caso también tiene
que ver con el contexto familiar del menor”.
Por ejemplo, hay factores económicos que inciden para que
el menor de edad tenga problemas para aprender, como la
desnutrición.
“Si se concentra en regiones, tiene que ver con
características específicas de los lugares, además del lado socioeconómico. A
la mejor hay regiones donde hay familias que quieren que sus hijos trabajen, o
hay regiones donde no se acostumbra que vayan a la escuela”.
Opina que las mejorías llegarán a través de las políticas
integradas donde participen todos los sectores. “Cuando los problemas son
multifactoriales, las respuestas también deben serlo”.
CLAVES
Promedio. En México, el promedio de escolaridad de la
población de 15 años y más es de 9.1 años, que equivalen a la secundaria terminada.
Para la población indígena es de sólo 5.7 años; es decir, con primaria no
terminada.
Estado. En Jalisco, el porcentaje es de 9.5 años, según
la actualización al 31 de diciembre de 2018.
Desigualdad. Una proporción de los sectores más
vulnerables de los adolescentes no accede a la educación y muchos de los que
ingresan no pueden concluir. Además, la probabilidad de abandono escolar
aumenta entre los alumnos de los hogares más pobres, según el Informe
Iberoamericano “Invertir para transformar: la Juventud como protagonista del
desarrollo”.
Fuente: El Informador
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