06 marzo 2019

Escuelas con muchos reprobados. Hay excepciones en Jalisco 06/mar/19


En el interior del Estado, escuelas con más reprobados.

Superan 28 municipios el promedio estatal de alumnos que no pasaron de grado.

Aunque la reprobación en secundarias de Jalisco representó 3.8% en el último ciclo escolar, 28 municipios superan el promedio estatal, informó la Secretaría de Educación vía Transparencia. La matrícula fue de 431 mil 864 estudiantes.

Unión de Tula, Concepción de Buenos Aires, Jamay, San Martín de Bolaños, Cuquío, San Julián, Poncitlán, La Barca, Jocotepec y Tuxcueca, encabezan la lista de los municipios con más reprobados.

Por ejemplo, la escuela con más reprobados en Unión de Tula es la telesecundaria “Belisario Domínguez”, en donde 16 de 35 alumnos no alcanzaron una calificación aprobatoria (casi la mitad). En contraparte, hay 18 municipios donde no reprobó ningún alumno. Entre éstos destacan Ahualulco de Mercado, Etzatlán y Magdalena, de la Región Valles, con más de mil estudiantes en cada localidad.


El subsecretario de Educación Básica en Jalisco, Pedro Díaz Arias, explica que la problemática es por distintos factores, aunque en las regiones se evidencia el nivel socioeconómico. “Entre menos recursos hay una incidencia respecto a la reprobación de los alumnos… o los ambientes familiares que predominan. Cuando se incorporan padre y madre al trabajo hay descuido en relación al desempeño de sus hijos en la escuela”. Describe que, a las telesecundarias, asisten estudiantes que habitan en distintas localidades, por lo que los trayectos son más extensos. “Puede ser un factor que pueda asociarse a la inasistencia”.

Reforzarán alertas
El porcentaje estatal de alumnos reprobados ha disminuido gracias a las acciones de prevención realizadas durante los últimos ocho años, destaca el subsecretario de Educación Básica, Pedro Díaz Arias.

Indica que si el alumno saca malas notas en los primeros periodos, los maestros diseñan medidas para mejorar su desempeño y anticiparse a una posible reprobación. “Hubo un descenso, particularmente en educación secundaria. Con esta estrategia vamos a la baja cada año”.

Ahora que sólo hay tres periodos en el año (antes eran cinco bimestres), remarca que buscarán que la detección sea desde el primer periodo. “Cuando observemos que el desempeño no sea aprobatorio, alertaremos a las escuelas para que se tomen las medidas necesarias, en conjunto con los padres”. Las acciones para reforzar son: observar las evaluaciones para alertar a tiempo, mejorar la comunicación y afianzar el compromiso con los papás.

Deserción

El porcentaje de deserción en secundarias de Jalisco es de 5.6%. Y en primarias, 0.8 por ciento.

“No tienen problemas”
Gabriela Toriz, maestra de secundaria en Tlaquepaque, cuenta que los jóvenes que asisten a clases “no tienen problemas para aprobar las materias... reprueban por faltar, ya que nosotros debemos tener la habilidad de que el alumno apruebe”. Menciona que en el actual ciclo escolar tiene 270 estudiantes, de los cuales reprobaron seis. En ese sentido, les deja actividades y procura darles un seguimiento puntual.

Resalta que los profesores pueden elegir la forma de reforzar los conocimientos del alumno mediante actividades especiales o por medio de una prueba. “Yo utilizo las dos opciones: un trabajo de investigación y posteriormente un examen”.

Identifica que algunas causas de reprobación van desde el conformismo de los estudiantes hasta la falta de atención de los papás.

Maestros tienen autonomía
“El papá de una alumna me amenazó. Me dijo que si no pasaba de año a su hija me las vería con él. Para evitar problemas la aprobé, pero después vi que la niña tenía problemas de aprendizaje en grados posteriores”, expresa una maestra de una primaria, quien prefiere omitir sus datos personales por temor a represalias.

Afirma que los padres de varios alumnos la han intimidado para que sus hijos no repitan el ciclo, principalmente porque consideran que es vergonzoso. Sostiene que, a veces, es mejor. Por ejemplo, una alumna que tenía problemas con las materias se convirtió en su mejor estudiante después de que repitió el año.

Acentúa que lo anterior ocurrió porque un acuerdo, publicado por la Secretaría de Educación Pública en 2012, señalaba que en primero, segundo y tercero de primaria, la acreditación se obtendría por el solo hecho de haberlos cursado y con aval de los papás. “Eso propiciaba que los padres se negaran a firmar las reprobaciones”, lamenta la maestra.

El subsecretario de Educación Básica, Pedro Díaz Arias, precisa que ese acuerdo ya no está vigente para el nuevo ciclo escolar, debido a que en mayo de 2018 se publicaron otras reglas. Ahora mantienen que la asistencia de los alumnos es un criterio para la aprobación. “Hasta 2017-2018, particularmente en los primeros grados de primaria, el maestro podía tomar en consideración a los padres de familia, les daba a conocer el riesgo, y el padre podía opinar sobre la retención del alumno. Estas nuevas normas clarifican esa parte y son precisas: al docente lo facultan para evaluar y determinar”. Tienen autonomía.

Aunque niega que existan quejas de docentes sobre las reglas de acuerdos anteriores, recalca que sería bueno identificar si hay dudas, porque el documento establece que es el maestro el que toma la decisión correspondiente. “Vamos a auxiliar a los maestros, en relación con el informe de evaluación. Que sea más práctico informar a los padres de familia. Ya dimos a conocer las normas previo al inicio del ciclo escolar”.


Proponen compromiso por escrito
La Secundaria 93 “Emiliano Zapata”, en la colonia La Penal, de Guadalajara, cuenta con pocos reprobados. De un total de 641 alumnos registrados solamente repitió un estudiante. Un año antes, tres se quedaron sin aprobar.

Julia Esmeralda Cabrera, directora del plantel, comenta que la estrategia para que los jóvenes pasen de año “es pedirles que hagan un esfuerzo” por mejorar sus calificaciones. “Elaboran un compromiso por escrito para sacar su trabajo académico y sí dan resultados. Eso es clave. También llamamos a los padres. Al terminar el primer trimestre se hace un recuento y luego les proponemos los compromisos”.

Menciona que dan clases especiales, principalmente de matemáticas, y tienen una atención personalizada. “Revisamos cuadernos, llevamos a cabo entrevistas con cada niño y sus papás para que pongan de su parte. Les recordamos que deben mejorar para entrar a la prepa”.
Radiografía
Guadalajara fue el municipio del área conurbada con el nivel más alto de alumnos de primaria acreditados durante el último ciclo escolar, según datos compartidos vía Transparencia por la Secretaría de Educación en Jalisco.

De 157 mil 604 estudiantes, reprobó sólo 0.66% (en comparación, el promedio a nivel estatal fue de 1%).

El dato contrasta con el porcentaje de los reprobados en el  nivel de secundaria en la Perla tapatía, con 4.9% de reprobados.

Ejutla, Atoyac, San Miguel el Alto, Cocula, La Barca, El Arenal, Tuxcueca, Cihuatlán, Tamazula de Gordiano y Mezquitic concentran el mayor porcentaje en reprobación de primarias.

Horario ampliado

En el ciclo 2018-2019 suman 915 escuelas con horario extendido en 120 municipios de la Entidad.
En 2013 sólo funcionaban 99 planteles en esta modalidad.
De la cifra reciente, 240 instituciones son de Tiempo Completo; es decir, que el periodo de actividades es de ocho horas. Esto significa que cuentan con servicios nutritivos, autonomía de gestión y reforzamiento de actividades académicas.

LA VOZ DEL EXPERTO

Faltan estrategias diferenciadas
Paulina Sánchez Guzmán (académica de la Universidad de Guadalajara)

El dato de que los alumnos de municipios del interior del Estado reprueban más “revela realidades sociales distintas”. Por ello, las estrategias para disminuir la reprobación tienen que ser diferenciadas, opina la especialista en docencia.

“Se tendría que hacer un diagnóstico profundo más allá del sistema de enseñanza y aprendizaje”.

Detalla que, cuando las escuelas están ubicadas en municipios con mayor índice de marginación, la reprobación se tendría que enfocar desde estrategias de acompañamiento y soporte con el sistema familiar. “Deben analizar si el problema es porque no pueden mandar al niño a la escuela o por las dificultades de aprendizaje. Aunque en este último caso también tiene que ver con el contexto familiar del menor”.

Por ejemplo, hay factores económicos que inciden para que el menor  de  edad tenga problemas para aprender, como la desnutrición.

“Si se concentra en regiones, tiene que ver con características específicas de los lugares, además del lado socioeconómico. A la mejor hay regiones donde hay familias que quieren que sus hijos trabajen, o hay regiones donde no se acostumbra que vayan a la escuela”.

Opina que las mejorías llegarán a través de las políticas integradas donde participen todos los sectores. “Cuando los problemas son multifactoriales, las respuestas también deben serlo”.

CLAVES

Promedio. En México, el promedio de escolaridad de la población de 15 años y más es de 9.1 años, que equivalen a la secundaria terminada. Para la población indígena es de sólo 5.7 años; es decir, con primaria no terminada.

Estado. En Jalisco, el porcentaje es de 9.5 años, según la actualización al 31 de diciembre de 2018.

Desigualdad. Una proporción de los sectores más vulnerables de los adolescentes no accede a la educación y muchos de los que ingresan no pueden concluir. Además, la probabilidad de abandono escolar aumenta entre los alumnos de los hogares más pobres, según el Informe Iberoamericano “Invertir para transformar: la Juventud como protagonista del desarrollo”.
Fuente: El Informador

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