27 enero 2014

El uso de pantalones en Etzatlán 27/ENE/14


Por: Carlos Enrique Parra Ron y Javier Romero Ibarra

En aquellos tiempos se vio el progreso obligado cuando en el gobierno de don Porfirio Díaz, se giró una orden a todas las comunidades del país para que en especial todos los indígenas no dieran mal aspecto con su indumentaria ya que esta consistía en camisa y calzón de manta, con un ceñidor en la cintura, así, sin más, bueno desde luego que ya muchos calzaban huaraches y portaban sombrero o un paliacate amarrado. Pues bien, los mentados calzones algunos moralistas los consideraban además de indecente, poco higiénicos, por lo que se pronunció una disposición para muchos arbitraria, por aquello de los “usos y costumbres”
.
Aquí a Etzatlán llegó la noticia allá por diciembre de 1908, cuando recibe el entonces Presidente Municipal Carlos Romero y de inmediato indica a su secretario Cárdenas que de inmediato se publique la noticia. Me imagino que el antes referido Cárdenas, se dio a la tarea de comunicar yendo al molino de nixtamal que para ese entonces fungía como un centro de noticias, regándose como pólvora por todo el municipio.

De esta manera también se hizo saber a la ciudadanía que a partir del día 15 de enero del año 1909, sería obligatorio para todo varón, sea cual fuere su condición y fortuna, usar en público el traje conocido con el nombre de pantalón.

Las mujeres aunque vestían enaguas, blusa y ceñidor, no lucían tan impúdicas como lo hacían los hombres quienes a veces por descuido o adrede dejaban ver sus “miserias”.

Pero eso era antes, porque no se podía andar por las calles y plaza vestidos de esa manera so pena de una enorme multa de un peso u ocho días de reclusión con destino a los trabajos públicos y eso era desde “desenzacatar” las calles, hacer el aseo de la casa Municipal, hasta los más insospechados deseos del “mandamás”, siempre sin llegar al abuso.

Esta vez la orden fue tajante, no había de otra, o te aclimatabas o te “aclichingabas” decían los instruidos en la materia, pero, no se crean, a mí me tocó todavía ver a algunos calzonudos deambular por las calles, pero eso sí… ¡ya usaban calzón abajo! Eran de esos corrientitos pero al fin y al cabo ya “traiban” como alegaban ellos.

Esta ordenanza trajo en consecuencia algunos abusos, ya que a la entrada de la población, cosa que me cuentan, que pasó no nada más aquí, sino que en todo el país, a la entrada de las poblaciones se ponían los “vivales” aquellos que siempre piensan el cómo hacerse ricos a costillas de otros. Estos comenzaron a comprar los pantalones usados y ya casi inservibles de los riquillos, para rentarlos a propios y extraños. Había desde un centavo hasta de a diez, pero no crean que se los llevaban así nomás, no señor, tenían que dejar prenda, ya fuera la remuda, o algo de valor, pero nunca aceptaban a las señoras por aquellas de que ya no regresaran por ellas y entonces sí les iba a salir más caro el remedio que la enfermedad.

Poco a poco esto ya no resultó negocio pues ya muchos de ellos con sacrificio habían logrado comprar sus pantalones y algunos otros lo habían hecho casi forzosamente ya que se estipuló claramente que la autoridad política cuidaría prudentemente el cumplimiento de estas prevenciones, quedando facultada para invertir el importe de las multas que esta misma disposición imponía, en la compra de pantalones, mismos que daría a los culpables que juzgara más menesterosos.

Y para aquellos que no entendieron recalca: “Lo que se pone en conocimiento del público para su conocimiento”.

Foto ilustrativa (Tarahumara Rarámuri)
Y se desata toda esta pelotera por una ocurrencia de don Porfirio, ya me imagino a este legendario Presidente si viviera en esta época en donde cada día las palabras: pudor, decencia, recato, compostura, decoro, dignidad, vergüenza y muchas más, van quedando en el olvido y como decía mi abuelito: “eran más prácticos los calzones de manta, ahora con esto de los pantalones, mientras te desabotonas, pos ya te miates”.  

Un aviso de muchos pantalones fue el que nos encontramos en el Archivo Histórico de Etzatlán, en aquellos tiempos cuando era más común el uso del calzón de manta, que el pantalón de vestir.

El uso de pantalones en Etzatlán

Este es un aviso que nos encontramos en el Archivo Histórico de Etzatlán, en aquellos tiempos cuando era más común el uso del calzón de manta, que el pantalón de vestir.
Aviso

Atendiendo a una recomendación que el C. Gobernador del Edo. Hace al Ayto. que presido por los conductos y tomando en consideración el grado de civilización y cultura a que ha llegado esta población, el propio Ayto., en sesión del día primero de enero del corriente año, apoyó un acuerdo que termina con las siguientes proposiciones:

1ª. Desde el día 15 de enero del año de 1909, será obligatorio para todo varón, sea cual fuere su condición y fortuna, usar en público el traje conocido con el nombre de pantalón.

2ª. La infracción a la anterior prevención se castigará con multa de un peso u ocho días de reclusión con destino a los trabajos públicos.

3ª. La autoridad política cuidará prudentemente del cumplimiento de estas prevenciones, quedando facultada para invertir el importe de las multas que esta misma disposición impone, en la compra de pantalones, que dará a los culpables que juzgue más menesterosos.
Lo que se pone en conocimiento del público para su conocimiento.

Libertad y Constitución.

Etzatlán, diciembre de 1908.
E. P. D. A.
Presidente Municipal C. Carlos Romero

Secretario J. L. Cárdenas

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