Nuevo obispo, dispuesto a dialogar con líderes criminales
Guerrero no está en guerra, pero hay armas, sostiene.
A unas horas de asumir el obispado de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, monseñor José de Jesús González Hernández, se declaró dispuesto a aprender para dar continuidad al diálogo entre la iglesia y el narco.
El líder religioso ofreció una conferencia de prensa, donde sostuvo que Guerrero no está en guerra, pero reconoció que hay armas y también personas quienes asustan en los caminos.
Por otra parte, el prelado católico comentó que llega a una Diócesis, grande, interesante y bonitas, además con grandes desafíos y dijo que le pueden decir Padre Chuy.
Dijo que existe una amistad con el obispo emérito de la Diócesis, Salvador Rangel Mendoza, forjada durante la formación de ambos en Tierra Santa.
Entre las principales acciones del nuevo obispo, será la de dialogar con el gobierno del estado, pues aseguró que se debe trabajar en unidad entre el pueblo, gobierno e iglesia.
“Ojalá lleguemos a dialogar”, dijo González Hernández, luego de asegurar que representa un desafío acudir con las personas que matan, extorsionan y roban.
Por su parte, el obispo Salvador Rangel Mendoza señaló que solo esperaba la llegada de González Hernández para hablar sobre el diálogo con el narco.
Aunque en su opinión, dijo que él debe dar continuidad a estos diálogos y dijo que se puede intentar este ejercicio en esta nueva etapa en el obispado.
Finalmente, Salvador Rangel aseguró que el gobierno federal debe retomar su propuesta de amnistía a los grupos delictivos, pero estableciendo ciertos candados en su aplicación.
Francisco Zorroza | El Sol de Acapulco (Con información de Juan Manuel Molina).
Cientos de feligreses con bandas de música de viento,
danzantes autóctonos y populares, recibieron la tarde de ayer, en un ambiente
festivo, al nuevo obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús
González Hernández, quien, al menos en la primera jornada de sus actividades
públicas en Chilpancingo, no fue recibido oficialmente por autoridades del
gobierno del Estado.
A las 5 de la tarde, los feligreses, encabezados por el
ahora obispo emérito, Salvador Rangel Mendoza, lo recibieron en el monumento de
la Estela de Luz Bicentenario de donde caminaron con él a la plaza Primer
Congreso de Anáhuac.
Posteriormente, el representante de la Nunciatura Apostólica
de México, Roberto Luquini y los obispos entrante y saliente encabezaron en la
parroquia La Asunción de María la toma de posesión canónica.
Durante la marcha, los feligreses con banderines amarillos
con la leyenda “Eucaristía del amor”, coreaban la consigna: “José de Jesús,
amigo, el pueblo está contigo”, mientras que el obispo entrante González
Hernández y el saliente Rangel Mendoza repartían saludos con las manos
extendidas a la gente que les aplaudía o los saludaba desde la banqueta,
ventanas y puertas. En la recepción participaron entre 300 y 400 personas,
aunque al llegar a la plaza Primer Congreso de Anáhuac los esperaban otras 300
que se sumaron al recibimiento.
Al llegar al zócalo recibieron al nuevo obispo el presidente
del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Raymundo Casarrubias Vázquez, la
presidenta municipal, Norma Ortilia Hernández Martínez, el ex diputado local
por Morena y subsecretario de Educación, Ricardo Castillo Peña, así como el ex
alcalde Marco Antonio Leyva Mena.
También se vio entre el público las magistradas Norma
Leticia Méndez Abarca y María Elena Medina Hernández. En el presídium solamente
estuvieron la alcaldesa y el presidente del TSJ.
Fue anunciado un representante del gobierno del estado, pero
no mencionaron su nombre y la persona que se levantó para saludar, minutos
después abandonó el estrado. Estuvieron también el representante de la
Nunciatura Apostólica de México Roberto Luquini y el obispo emérito, Alejo
Zavala Castro, quien hace siete años entregó la diócesis a Salvador Rangel
Mendoza. Igual entre el público estaba Roberto Castro Castro, obispo de Cuernavaca.
La bienvenida del obispo Rangel “Bienaventurados los pies de
los que anuncian la paz”, le dijo al darle la bienvenida en el zócalo el obispo
emérito Salvador Rangel a nuevo obispo González Hernández.
Agregó; “Te queremos
decir que no te vamos a recibir a ti, si no tú vas a recibir a toda esta
familia, recíbenos a todos nosotros, que queremos trabajar por la unidad, por
el dialogo y sobre todo, todos buscamos el bien común, cada uno desde nuestras
trincheras; desde la política, desde la acción social, desde la iglesia podemos
hacer mucho por Guerrero y por esta diócesis de Chilpancingo-Chilapa”, le dijo.
El obispo saliente agregó que Guerrero es un “gran estado”,
y que posiblemente no pinte mucho a nivel nacional e internacional “pero de
aquí han salido grandes héroes y grande hombres.
Guerrero fue el primer lugar donde estuvo la cultura olmeca
y no la han valorado los guerrerenses”. Expresó que Guerrero es un gran estado
por su espíritu religioso, por sus tradiciones y danzas; “Guerrero tiene algo muy
especial y muy particular, tú también te vas a enamorar de estas gentes”.
Le presumió la cuestión gastronómica y la turística, pero
sobre todo, “tiene ese gran espíritu de lucha y de esfuerzo”. Reiteró que con
el obispo González Hernández se conocieron en Tierra Santa, “por allá nos tocó
la intifada, las bombas, las minas personales, los ataques de helicópteros en
Israel, entonces ya venimos curados de espanto”.
También le dio la bienvenida a nombre de las autoridades
municipales la presidenta municipal Hernández Martínez, quien después de la
recepción pública invitó al nuevo obispo y al resto de personalidades que lo
recibieron, a una recepción privada con el cabildo al interior del Palacio
Municipal.
La toma de posesión
Posteriormente se trasladaron acompañados por la mayoría de los feligreses a la
parroquia la Asunción de María, en donde el nuevo obispo se dirigió primero a
la capilla del Santísimo Sacramento, “por la primicia que tiene Cristo
Redentor, de quien procede toda Santidad”, explicó el presentador.
Ahí González Hernández oró durante unos cinco minutos,
todavía ataviado con sus cadenas de cempaxúchitl que le colgaron al cuello los
feligreses durante la recepción. En un segundo momento expresó el juramento de
fidelidad, respecto a los deberes particulares inherentes a la función
episcopal por asumir. “Acepto y retengo firmemente todas y cada una de las
cosas sobre la doctrina de la fe y me adhiero en religioso obsequio en voluntad
y entendimiento”, y manifestó su compromiso de fidelidad a las “obligaciones
del ministerio”.
Al final firmó los documentos oficiales, que son “las letras
apostólicas” enviadas desde la Santa Sede mediante las cuales se nombra de
manera oficial al nuevo obispo. La ceremonia de la toma de posesión canónica
estuvo encabezada por el encargado de la Nunciatura Apostólica de México,
Roberto Luquin, quien leyó dichos documentos, y González Hernández quedó
oficialmente nombrado pastor propio de esta Iglesia particular.
Obispos y sacerdotes
que acompañaron al recién nombrado obispo se reunieron posteriormente a puerta
cerrada en las oficinas adjuntas de la catedral.
Su trayectoria González Hernández fue nombrado obispo de la
diócesis Chilpancingo Chilapa el 11 de febrero por el papa Francisco, luego de
que desde abril del año pasado Rangel Mendoza solicitó su jubilación por su
mayoría de edad al cumplir 75 años.
Se desempeñaba como
obispo desde el 25 de mayo del 2010 en El Nayar, estado de Nayarit. Nació el 25
de diciembre de 1964 en Etzatlán, Jalisco; fue ordenado sacerdote el 29 de
junio de 1994, pertenece a la orden de los Frailes Menores Franciscanos, igual
que el obispo en retiro Rangel Mendoza y ha ocupado cargos en México, Tierra
Santa, Suecia, Bélgica y Mozambique.
Fue responsable de la
Dimensión Pastoral Indígena de la CEM y miembro de la Congregación para
Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. Su biografía
menciona que cursó estudios de humanidades en su tierra natal y que estudió
filosofía en Zapopan, Jalisco y que “enviado por sus superiores”, realizó sus
estudios teológicos en el Seminario Franciscano Internacional de Jerusalén
(Israel).
De 1994 a 1997 fue pastor de la Misión de Huazamota,
Durango; de 1997 hasta 2000, fue Guardián y Pastor de la Misión de Santa María
en Jalisco, donde fue director de la Escuela para niños indígenas durante dos
años. Del 2006 al 2010, estuvo en Mozambique, como rector y párroco de la Iglesia
Catedral de Inhambane.
Fuente: El Sur de Acapulco / Zacarías Cervantes
Nuevo obispo, dispuesto a dialogar con líderes criminales
Guerrero no está en guerra, pero hay armas, sostiene
Ojalá dialogue con narcos, dice el nuevo obispo de Chilpancingo - Chilapa
El fraile franciscano José de Jesús González Hernández fue presentado este martes como nuevo obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, sucesor del ahora obispo emérito Salvador Rangel Mendoza.
En su primer mensaje ante reporteros, González Hernández admitió que “ojalá lleguemos a dialogar” con grupos de la delincuencia organizada, como lo hacía su antecesor Rangel Mendoza, aunque matizó que ya tiene la experiencia de con quiénes no se dialoga porque luego “están drogados”.
Pero luego afirmó que en este caso él aprendería del obispo Rangel, quien “ya ha dialogado” con los narcotraficantes del Estado.
Por otro lado aseguró que buscará “reconciliar” y ofrecer disculpas a las autoridades estatales, para retomar el diálogo con el gobierno, ya que indicó que “no puede haber distanciamiento entre Iglesia y las autoridades”.
Antes, durante su presentación, recordó que el Papa Francisco le dijo que fuera sencillo y por ello pidió que a él le pueden llamar simplemente “Chuy”, en referencia a su segundo nombre.
González Hernández, quién viene de ser obispo de Jesús María del Nayar, en Nayarit, dijo que llega a un lugar donde “no estamos en guerra, pero también hay armas y también hay quien asuste los caminos”.
Indicó que hay mucho trabajo y grandes desafíos como la paz, y que viene a “sumarse a todos los que buscan el progreso de los pueblos, sobre todo de los marginados, de los indígenas, de los que no alcanzan a ir a los centros de salud, a la escuela, de los que no tienen trabajo y los campesinos”.
Agregó que en sus misas pide para que los gobiernos “no se corrompan porque se les han encargado comunidades y pueblos para el bien de todos, principalmente de los más pobres y que no se enriquezcan unos poquitos”.
El nuevo obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa aseguró que él va a predicar “hasta donde llegue o hasta donde me dejen llegar también, porque pues andamos en campos minados”.
“Yo a veces les digo que voy a andar con barbita, antes presentaba hasta el vehículo y les decía: este voy a ser yo, para que no me vayan a venadear, o si me quieren venadear no vayan a confundir a otros, mejor que le atinen, para que no se lleven a otros de por medio”, expresó.
Dijo que la misión de la Iglesia y de los franciscanos es llevar diálogo y paz a aquellos “hermanos que están enojados o endemoniados”.
Pidió a los pueblos indígenas que lo adopten y abogó porque algún día exista una Iglesia autóctona y existan clérigos nativos de las etnias que hay en Guerrero y en todo el país.
Por su parte, el ahora obispo emérito Salvador Rangel Mendoza declaró que a él le gustaría que la diócesis Chilpancingo-Chilapa continuara el diálogo con los grupos delictivos y con el gobierno, y se propuso como intermediario entre el nuevo obispo y el narco.
Dijo que al gobierno y a los grupos delictivos les conviene que haya silencio y que tanto la Iglesia como los medios de comunicación también se sumen a ello, pero aseguró que debe preponderar el diálogo.
Rangel Mendoza abogó porque los grupos delictivos en Guerrero puedan someterse en la Ley de Amnistía que propuso en Quechultenango durante su campaña el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ya que afirmó que no son tan malos.
Con Información de Quadratín Guerrero / Eduardo Yener Santos
Primer mensaje de Mons. José de Jesús González Hernández O.F.M.
Obispo de la Diócesis de Chilpancingo -Chilapa.