Ven
crimen organizado en desapariciones de Tala
Vestidos de blanco, como símbolo de paz, residentes de
Tala se congregaron ayer, al mediodía, en la Parroquia de San Francisco de
Asís, para pedir por los hombres y mujeres desaparecidos en los últimos años y
cuyo número exacto aún no se ha podido determinar por el miedo que tienen
algunos familiares de acudir a las autoridades para pedir ayuda.
María de los Ángeles Torres contó que desde el 19 de
octubre de 2013 su vida se trastornó y desde entonces es presa de la
incertidumbre de no saber nada de su hijo Francisco Javier, a quien –según
versiones de los testigos– un grupo de sujetos armados lo obligó a subir a una
camioneta de la que nadie le da referencia ni destino.
“He vivido lo peor, no dormir, no comer, buscar hasta
tres o cuatro veces en Guadalajara para ir a la PGR [Procuraduría General de la
República], ir a Derechos Humanos, pero hasta el momento nadie nos ha dado una
respuesta de dónde está mi hijo”, contó entre lágrimas la mujer, que colocó la
fotografía en el mural de los ausentes, en la misma iglesia.
Si María de los Ángeles tuviera la oportunidad de ver
nuevamente a su hijo, aunque fuera una sola vez, asegura que le diría “lo quiero
mucho, que lo voy a esperar y voy a luchar por él hasta el último momento y si
tuviera a las personas que se lo llevaron, de frente, pediría por ellos, para
que se arrepientan de todo el daño que hacen”.
El miedo en Tala es evidente cuando se habla de desaparecidos,
pues hay familiares que aún en la búsqueda tienen temor de dar su identidad,
pues aseguran que las represalias están latentes.
Una mujer dice que desde hace tres semanas no sabe nada
su sobrino y asegura que él no se habría ido por su cuenta, ya que dentro de
poco será papá y al igual que con Francisco Javier, un comando armado lo subió
a la fuerza a una camioneta, pero nadie le da más referencias.
“Ya tiene tiempo, un año o año y medio, que en Tala
desaparecen personas, se da parte a las autoridades, pero no se hace nada más,
lo único que dicen es que están investigando, que no han encontrado nada. No
sabemos quién se los llevó, pero pensamos que es el crimen organizado quien
está detrás de las desapariciones”, enfatizó la mujer.
Alfredo Gómez es el vicario de la parroquia y confirmó
que las desapariciones en Tala son constantes, por ello es que se optó en
organizar un acto religioso para recordar a los ausentes.
“La idea de realizar la misa surge al ver la cantidad de
personas desaparecidas, entonces la gente habla con nosotros y nos pide que
realicemos una misa para recordarlos, la gente convocó a los asistentes a venir
de blanco, como signo de paz”, agregó el párroco.
Los representes de la iglesia católica en Tala
reconocieron que han recibido amenazas de los grupos delincuenciales, al igual
que en toda la región Valles, y los sacerdotes que acuden a las rancherías a
predicar han sido objeto de amenazas y extorsiones, pese a que señalan
“nosotros somos mesurados y prudentes en las homilías, para nada son agresivas,
por el contrario, fomentamos unidad y fraternidad”.
Las
desapariciones
La organización Familias Unidas por Nuestros
Desaparecidos Jalisco asegura que en México hay 22 mil 322 personas cuyo
paradero se desconoce y de esa cifra el 10 por ciento sería de Jalisco
En 2013, la entidad se colocó en el cuarto sitio, a nivel
nacional, por el número de personas desaparecidas, según la base de datos del
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
De 2006 a 2012, la cifra real de desapariciones en
Jalisco fue de 9 mil 937, de las cuales 8 mil 565 fueron localizadas
El registro nacional de personas desaparecidas señala que
en Jalisco se desconoce el paradero de 2 mil 15 personas.
VIVE TALA ÉPOCA DE
DESAPARICIONES FORZADAS
La parroquia de San Francisco de Asís, de Tala, Jalisco, fue
escenario este domingo de una misa en pro de las familias que viven la
desaparición forzada de algunos de sus integrantes, en una de las peores rachas
para este municipio.
En especial la localidad de Tala vive momentos difíciles, luego de
una serie de los llamados “levantones” de jóvenes, hombres y mujeres, de los
que a la fecha se desconoce su paradero.
Calculan en unos 50 desaparecidos durante los últimos meses, en la
llamada región Valles.
Iban todos de blanco, entre ellos María de los Ángeles Torres
Aguilar, que desde hace 11 meses llora la desaparición de su hijo Francisco
Javier Cisneros, privado de la libertad el pasado 19 de octubre de 2013 cerca
de la zona Centro de esa localidad por un grupo de sujetos que portaban armas
largas y desde entonces no sabe nada de él. Asegura que ya van dos veces que se
somete a exámenes de ADN al encontrarse fosas clandestinas.
Este próximo jueves se cumplirán cinco meses de la desaparición
del comerciante de vinos y licores Salvador Salazar Vega."Llegaron unas
personas en una camioneta Lobo blanca, y le dijeron 'somos de la Federal,
necesitamos hacerte unas preguntas, ahorita vuelves' y ya no volvió",
relató su esposa Violeta Cecilia Coronado González, quien también fue partícipe
de la celebración religiosa.
Ahí se habló del miedo a salir a la calle, a jugar futbol o
simplemente a ir al campo a trabajar, porque nadie tiene seguro que volverá a
su hogar.
FUENTE: EL OCCIDENTAL