Profeco da consejos para ahorrar en tu consumo de electricidad
Ahorrar luz es equivalente a pagar menos en la tarifa mensual que nos fija la CFE. Profeco lanzó unos prácticos consejos para que puedas cumplir este objetivo.
El recibo de luz es una cuenta que mes a mes debemos cubrir quienes disfrutamos de este servicio básico, y la verdad es que a veces nos topamos con una tarifa más alta de la que esperábamos, por lo que terminamos pagando más por el recibo de luz.
Para ayudar a resolver este problema es necesario reducir nuestro consumo de luz, algo que no significa que debamos cambiar por completo nuestros hábitos y estilo de vida, sino que tomemos consciencia de que hay simples acciones que nos pueden ayudar a que el recibo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) llegue más barato.
Para ayudarte a conocer estas acciones, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) publicó consejos más prácticos para que puedas gastar menos luz y ahorrar dinero en el pago de tu recibo de la CFE. Asimismo, nos da una guía fácil para aprender a leer el recibo de luz.
¿Cómo leer el recibo de luz de la CFE?
Profeco explica que para el cobro de luz se consideran 3 elementos:
El recibo no sólo muestra los datos del cliente de CFE, también nos muestra el consumo de energía doméstica que manejamos. Este se divide en tres tipos:
Básico (verde).
Intermedio (amarillo).
Excedente (rojo).
Cada tipo de consumo tiene una tarifa determinada dependiendo de la localidad. El recibo también desglosa los kilowatt-horas consumidos, los costos de energía y los apoyos gubernamentales.
La Profeco también detalla que rebasar el consumo de luz promedio de nuestra localidad es meritorio de una cuota extra.
"Si durante un año rebasas el límite de consumo mensual promedio establecido para tu localidad, se te reclasificará tu tarifa a Doméstica de Alto Consumo (DAC), lo que significa que pagarás una cuota mayor".
¿Cómo reducir el consumo de luz y no llegar a una tarifa Doméstica de Alto Consumo?
Los consejos de Profeco son sencillos y los puedes aplicar al momento:
Establecer horarios de trabajo y de comida. Abrir y cerrar el refrigerador implica una carga de uso de luz que parece insignificante, pero repetida varias veces del día, todos los días, es equivalente a un consumo de electricidad más alto. Mejora tus hábitos y fija horarios para comer y trabajar.
Aprovechar la luz natural. Maneja tus espacio de trabajo de forma inteligente, no uses luz artificial innecesaria cuando tienes la entrada del sol a tu disposición.
Desconectar los aparatos electrónicos después de usarlos. Esta simple acción nos ahorra horas de consumo de luz donde ni siquiera estamos usando las fuentes de dicho gasto. Desconectar los aparatos cuando no los usamos reducirá tu cuenta de luz.
Evitar focos halógenos. Este tipo de focos gasta más que el resto. Si ocupas una iluminación especial es mejor combinar luz fluorescente con luz natural.
Optimiza el uso de la lavadora: Evita ropa que necesite ciclos de lavado especiales. Así mismo trata de utilizar un solo cambio de ropa al día, y de materiales fáciles de lavar. Usa programas de lavado en frío y con carga llena.
Seca tu ropa al sol cuando se pueda. Aprovecha los recursos energéticos gratuitos. Secar la ropa al sol es práctico y ahorrará luz.
Reduce el uso de aparatos alternos. A veces no es necesario conectar bocinas o pantallas extras.
Aprovecha el software de un solo aparato, como una computadora, para ahorrar luz.
Deja conectado sólo lo necesario. Acciones como desconectar una laptop cuando ya está cargada y sólo vovler a conectarla para recargarla, es una acción que reduce el consumo de kilowats.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) publicó una serie de recomendaciones a los usuarios para que los costos de sus facturas disminuyan en esta época de verano, donde debido al calor se pueden dar incrementos.
Aire acondicionado: Si en tu casa tienes aire acondicionado, instálalo lejos de lámparas o estufas, además de que no debe darle el sol. Se recomienda ajustarlo a 25 grados. Por cada grado menos de temperatura, su consumo de energía aumenta entre un 4 y un 6%.
Focos: Sustituye tus focos tradicionales por unos que sean de led, para que ahorres cerca del 80 por ciento de la energía que consumes al usar este tipo de artefactos.
Luz natural: En la medida de lo posible, haz uso de la luz natural y así evitarás consumir luz con el uso de las bombillas.
Apaga lo que no uses: Si no estás en alguna habitación, haz el hábito de apagar los focos y aparatos electrónicos.
Refrigerador: Regula la temperatura del refrigerador de acuerdo con las instrucciones del fabricante, ya que por cada grado más de frío, el consumo de energía aumenta un 5%.
Los equipos de refrigeración, como los refrigeradores, deben instalarse lo más lejano que se pueda de estufas, hornos y ventanas, esto con el objetivo de que no consuman más energía de la necesaria.
La Comisión Federal de Electricidad hizo un llamado a la población para no desperdiciar la energía eléctrica, tanto por el medio ambiente como para tu bolsillo.
“Todo aparato eléctrico encendido, por pequeño que sea, suma al consumo y pago final. Hacer un uso consciente y cuidadoso de la energía eléctrica no solo puede ahorrar dinero, sino que ayuda a reducir nuestro gasto energético como sociedad y, por lo tanto, nuestro impacto en el cuidado del medio ambiente”.