En
los meses recientes se registra una tendencia a la baja del precio del agave.
Esto ha sido tema que ha generado comentarios y análisis de todo tipo, desde la
interpretación de los efectos de la oferta y la demanda, hasta las teorías de las
conspiraciones y el complot.
Y
es que luego de varios meses de una depreciación del precio de la materia prima
del tequila, han surgido voces que acusan a las firmas tequileras de favorecer
la caída de la cotización.
Pero
también hay voces que resaltan que este fenómeno es consecuencia de una sobre
oferta de materia prima, luego de que se incrementaron significativamente las
plantaciones en años recientes.
Por
lo mismo, estas voces llaman a evitar caer en el pánico y a respetar los
contratos establecidos ante los que exhortan a un boicot para no vender y con ello,
alentar un disparo en el precio. Esta postura ha sido declarada inviable, por
diversos industriales y agaveros, dado que con ello se perjudicarían las
empresas destiladoras y los productores de agave, sobre todo los que no tienen
acuerdos de proveduría y también de los que ya los tienen.
Este
intercambio de opiniones ha hecho muy notable en las redes sociales.
Viene
al caso referir que durante 2019 y 2020 el agave tequilero llegó a 30 pesos el
kilogramo.
Actualmente
se cotiza “entre 20 y 22 pesos, muy diferente a los 28 pesos con que inició el
año”, según lo señala el dirigente del Sistema Producto Agave en Jalisco,
Miguel Gutiérrez Lozano, quien refirió que “los coyotes informan de otros
precios”.
Este
directivo exhortó a evitar situaciones de ventas de pánico para desplazar el
agave, dado que hay que esperar una reactivación de las industrias tequileras
en cuestión de días y con ello reactivar la demanda de materia prima para hacer
frente a las ventas del cierre de año.
Este
entrevistado adujo que sólo que se tenga agave en extrema habrá de vender
pronto el agave, aunque se castigue el precio.
Una
persona directiva de una tequilera de la Región Valles, afirmó que si el agave
se cotiza en 10 pesos, eso sigue siendo negocio para el agavero, dado que con
eficiencia productiva se puede obtener en campo agave con un costo de 5 pesos
por kilogramo. Añadió que una “situación ridícula vender agave a 30 pesos”.
Por
cierto, los actores políticos se han dejado ver en el escenario. Un caso es el
gobernador de Guanajuato (segundo estado con mayor inventario agavero, después
de Jalisco), Diego Sinhue Rodríguez, quien declaró recientemente que en su
entidad ya no tiene caso incrementar las plantaciones del mezcal azul.
También
el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro, se ha manifestado en contra del
avance del agave en su territorio. Incluso, amagó con una ley para que no haya plantaciones
en su entidad.
Precio
del agave de acuerdo a una académica.
La
académica Ana Valenzuela Zapata, de amplia trayectoria en el análisis del agave
en varias vertientes, puso de relieve el momento actual del agave, particularmente
en lo que toca a los precios.
Hizo
mención a una nota en El Economista (diario mexicano), en la que “ha advertido
la caída del precio del agave, para situarse a 10 pesos MNX, menos de 50
centavos del dólar norteamericano por kilogramo. Este tipo de información es
muy usual en medios digitales, se afirma algo sin una fuente que lo confirme.
El diario lo nombra con la autoría de “branded content” ¿quién paga esos
contenidos?”
Hizo
notar esta académica (residente en Bélgica) que “en las redes sociales ya hay
cientos de reacciones. Los que han invertido en plantaciones de agave azul,
argumentan que esta es una treta o una estrategia de los coyotes. Es bien
conocido que hay agentes de comercialización que llevan ese mote, ellos se
encargan de consolidar una demanda específica de la industria con productores
pequeños o medianos. Hay quienes señalan en las redes sociales que existen “coyotes”
de “coyotes”; es decir que el canal de comercialización para abastecer a la
industria tiene varios eslabones que deben encarecer el precio final”.
Asimismo,
resaltó que “otras reacciones en las redes son las de beneplácito. El
comentario de “gracias a Dios” y que bueno que ya no planten agave azul para
evitar crisis ambientales es el más frecuente. Los usuarios de las redes
exponen también su desacuerdo de la reconversión de cultivos de alimentos al
monocultivo de agave que deja tierras empobrecidas. ¿Quién define, controla y
previene problemas económicos, sociales y ecológicos en este gran sector?
¿Quién se encargará de informar adecuadamente sobre el precio?”
A
propósito de situaciones políticas, Valenzuela planteó que “las elecciones
estatales y nacionales se acercan y tendremos en el marco de la contienda la
inercia del ciclo del agave azul, con ello el sube y baja del precio a situaciones
extremas”.
Fuente:
Bruno Noticias /Salvador Y Maldonado Díaz