280 piezas arqueológicas regresan a México en el marco de
colaboración México – Estados Unidos.
Un total de 280 piezas arqueológicas fueron repatriadas a
México en un acto realizado este 9 de marzo en las instalaciones del Consulado
General de México en Nogales, Arizona, como parte de una acción conjunta entre
la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Secretaría de Cultura, a
través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Bajo un estricto protocolo de sanidad por la pandemia de
COVID 19, se llevó a cabo la entrega de bienes culturales, patrimonio de la
nación mexicana, en la que estuvieron presentes el cónsul general de México en
Nogales, Arizona, embajador Ricardo Santana Velázquez; el agente especial
encargado del ICE/Homeland Security Investigations, Scott Brown; la cónsul
general de Estados Unidos de América en Nogales, Sonora, Laura Biedebach, y el
antropólogo José Luis Perea González, director del Centro INAH Sonora.
Las piezas corresponden a dos lotes, el primero
decomisado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados
Unidos de América (ICE/HSI) en 2012, el cual posteriormente coordinó la
revisión de los bienes culturales y su identificación con el Gobierno de México
a través del INAH.
El primer lote lo integran 270 piezas arqueológicas
prehispánicas, en su mayoría artefactos de piedra tallada, principalmente
puntas de proyectil y bifaciales, así como herramientas de lítica pulida que,
específicamente, son hachas de piedra con un canal pulido que les permitía quedar
sujetas a un palo o mango. Resulta notable un grupo de cascabeles de cobre cuya
ocurrencia o descubrimiento es poco común. Estos bienes arqueológicos fueron
sustraídos de diversos sitios arqueológicos del estado de Sonora.
El segundo lote corresponde a diez artefactos entregados
por el Chandler Museum al ICE/HSI, para su reintegración a la nación mexicana.
Destacan figuras antropomorfas de cerámica de la Cultura Tumbas de Tiro del
occidente de México. Algunas superan los 30 cm de altura y presentan notables
detalles de ornamentación y adorno de los antiguos pobladores del México
prehispánico.
El Centro INAH Sonora estuvo a cargo de los dictámenes y
valoraciones de los bienes, a través de los arqueólogos Elisa Villalpando Canchola
y Júpiter Martínez Ramírez.
La cónsul general de Estados Unidos de América en
Nogales, Sonora, Laura Biedebach, señaló que “hace 50 años, nuestros países
firmaron el tratado de colaboración para la recuperación de bienes
arqueológicos y culturales robados; en virtud de este convenio hemos trabajado
estrechamente en devolver los bienes que han sido sustraídos ilegalmente del
país al que pertenecen, hoy ese trabajo rinde frutos y podemos celebrar estas
acciones. El Gobierno de los Estados Unidos seguirá colaborando con todas las
agencias y a través de las fronteras, manteniendo su compromiso de frenar el
robo y tráfico del patrimonio cultural”.
Desde la Ciudad de México, la secretaria de Cultura,
Alejandra Frausto Guerrero, celebró esta repatriación de piezas
correspondientes a culturas originarias, la cual, dijo, "es muestra del
trabajo cotidiano y coordinado que realizan las instituciones del Gobierno de
México y del compromiso compartido con el Gobierno de los Estados Unidos en
favor de la recuperación, la protección y el respeto al patrimonio cultural,
histórico y arqueológico de nuestros pueblos. La recuperación de patrimonio
mexicano es un eje de trabajo constante de la Secretaría de Cultura, que ya ha
establecido nuevas líneas de cooperación para repatriar estos bienes”.
El antropólogo José Luis Perea González mencionó que “una
vez en territorio mexicano y bajo custodia del INAH, los bienes arqueológicos
muebles serán inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas
Arqueológicos e Históricos, para lo cual será necesario su análisis y
catalogación. Este proceso implica recuperar la mayor cantidad de datos de las
piezas que, aunque lamentablemente su contexto de origen fue destruido,
permitirán aprender más sobre las sociedades que las manufacturaron y poner al
alcance del público los datos que se registren. Eventualmente, todas las piezas
se integrarán al acervo permanente de bienes arqueológicos muebles del INAH.
“Esta repatriación llega a México en un momento oportuno,
pues es el año de una conmemoración muy significativa, el 500 aniversario de la
toma de Tenochtitlan, que fue un encuentro fundacional y desgarrador entre los
universos culturales de Europa Occidental y América. Motivo por el cual se hace
reconocimiento profundo a las culturas prehispánicas de México, así como la
resistencia y presencia de sus pueblos indígenas contemporáneos”, añadió Perea
González.
Por su parte, el cónsul general de México en Nogales,
Arizona, embajador Ricardo Santana Velázquez, reiteró: “México y Estados Unidos
somos aliados de la cultura de la legalidad, por lo que hoy refrendamos nuestra
vocación de buenos vecinos, ante el cumplimiento de un tratado suscrito en
1970, para la recuperación y devolución de bienes históricos y culturales. El
pueblo de México agradece la voluntad de ambos países para combatir el tráfico
ilícito que ocurre en nuestras fronteras y el trabajo de investigación,
autentificación y procesos administrativos necesarios para ello”.
La colaboración binacional estuvo enmarcada por la Sección
310, inciso B de la Ley de Aplicación de la Convención de Bienes Culturales de
los Estados Unidos de América (The Convention on Cultural Property
Implementation Act) y de parte de México, por la Ley Federal Sobre Monumentos y
Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Cabe destacar que la actual administración del Gobierno
de México, en su Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, destaca la protección y
conservación de la diversidad, la memoria y los patrimonios culturales del
país, que desprende esfuerzos y acciones para la recuperación de bienes
diversos, su preservación, investigación, protección, promoción de su
conocimiento y apropiación.