Ernesto Lumbreras recrea desde la fantasía la intolerancia religiosa
El escritor aborda en Vals para lobos y pastor el linchamiento del galés John Uther Tephens hace 150 años en Jalisco.
La madrugada del 2 de marzo de 1874 se volvió sangrienta en la pequeña población de Ahualulco de Mercado, Jalisco: una turba furiosa linchó al joven pastor protestante de origen galés John Luther Stephens, quien había llegado a instalar una de las primeras iglesias dedicadas a este culto en México.
Éste suceso histórico, que permaneció casi en el olvido, inspira la novela de aventuras Vals para lobos y pastor(Era), del escritor Ernesto Lumbreras, que se presentó en el Salón A del Área Internacional de la Expo Guadalajara, en el marco de la feria del libro.
Era un tema tabú. Yo crecí y estudié hasta la preparatoria en ese pueblo. Y esa noticia no la conocí de boca de un familiar ni de un vecino ni maestro. No obstante que la Iglesia se conserva; con sus transformaciones y cismas, sigue estando a un costado de la Plaza municipal”, comenta el poeta y narrador en entrevista.
Escritor
Me enteré leyendo ediciones viejas del periódico El Informador que, 50 años después, publicó una nota en la que decía que el gobierno estadunidense seguía solicitando la indemnización por el crimen de John Stephens. El suceso, que involucró hasta los presidentes de EU y México, no se conocía”, cuenta.
Hace una década regresé a Jalisco y vivo cerca del pueblo. Este 2024 se cumplen 150 años de aquella madrugada sangrienta. Reuní los documentos que registran el crimen: la versión de la Iglesia protestante, la de la cancillería del gobierno de Lerdo de Tejada y la defensa que se le hizo al sacerdote católico al que se acusó de ser el instigador del crimen. Publicamos la investigación en el pueblo el día preciso de los acontecimientos funestos”, destaca.
El también ensayista publicó hace dos años una novela a partir de esta historia, El crimen del pastor John Stephens; pero, cuando se la pidió editorial Era, le dio más relevancia a los episodios fantásticos.
Si bien la novela parte de un episodio real, documentado, no es realista ni histórica; aunque se puede ubicar en la víspera de la Guerra de Secesión estadunidense, la fiebre del oro en California y la República restaurada en México. Los fantasmas, las marionetas, las hadas, los curanderos, son los elementos de tránsito que llevan los derroteros desde la ficción”, indica.
Añade que la intolerancia religiosa fue un elemento que incitó a la turba para matar, pero hubo otro tipo de intereses. “El culto ha venido a menos, pues enfrentó dos cismas. Pero la Iglesia conserva el único retrato del pastor John Stephens, la copia original; era un joven de 27 años, rubio, al que se sigue recordando”.
Y concluye que “se piensa que los linchamientos son cosa del pasado. Pero el Inegi apunta que del 2018 a la fecha se han registrado en México 3 mil 200 linchamientos”.
Fuente: Excelsior /
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