Ocho
de julio de 1914
Por Alejandro Ruiz Juárez
El martes 8 de julio del presente año se cumplirán cien
años de la histórica toma de Guadalajara por el Ejercito de Occidente al mando
del general Álvaro Obregón, suceso que ocasionó dos días después la disolución
del gabinete del presidente usurpador Victoriano Huerta y su salida el día 15
siguiente al extranjero abandonando la presidencia de la República, además el 8
de julio de 1917 el Congreso del Estado expidió la actual Constitución Política
de Jalisco.
Habían transcurrido sólo unos días de la célebre batalla
de Zacatecas, donde las fuerzas villistas de la División del Norte habían
tomado esa ciudad a sangre y fuego, pero quizá para la Revolución Mexicana la
toma de Guadalajara fue mucho más significativa, pues definió a favor del
"constitucionalismo" carrancista la gesta revolucionaria.
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Manuel Macario Diéguez Lara |
Desde la toma de Tepic, ciudad entonces perteneciente a
Jalisco, el general Obregón dirigió sus esfuerzos por tomar Guadalajara,
considerado el último bastión huertista comandado civil y militarmente por el
general José María Mier y Terán quien en la mañana del 8 de julio abandonó la
ciudad después de saquear los bancos existentes en ese entonces, con un monto
no precisado y que repartió entre sus principales subordinados dejando por
supuesto una buena parte para él mismo.
Desde el 26 de junio anterior, el general Manuel Macario
Diéguez Lara había sido nombrado gobernador civil y militar por Venustiano
Carranza y estableció su gobierno en Etzatlán, donde se le reunió su jefe el
general Obregón. Se organizó la toma de Guadalajara enfrentando inicialmente a
una fuerza de 12 mil soldados huertistas que corrieron aunque las fuerzas de
Obregón eran menores.
Se formaron dos columnas una de Etzatlán a Tlajomulco y
otra hacia el norte de Tequila bordeando la barranca del Río Santiago librándose
entre el 6 y 7 de julio una batalla en el punto conocido como Empalme Orendáin
cerca de Arenal donde fueron derrotados de nuevo los huertistas por fuerzas
dirigidas personalmente por el general Diéguez. En tanto las fuerzas de Obregón
marcharon de Tlajomulco hasta la Estación del Castillo cerca de Juanacatlán
donde nuevamente los huertistas fueron derrotados por la columna encabezada por
los generales Lucio Blanco, Benjamin Hill y Rafael Buelna, al que llamaban por
su juventud y arrojo "Granito de Oro".La toma estaba consumada.
En el "parte" que sobre la batalla dio el
general Obregón a Venustiano Carranza se dice que hubo cinco mil bajas de las
fuerzas de Huerta, incluido el general Mier y Terán, así como 170 oficiales y
jefes, 16 cañones, 18 trenes y 40 locomotoras, más de cinco mil rifles y
municiones, mulas, caballada y ropa y medio millón de pesos, de los cuales 150
mil eran en oro.
Se ha creado la leyenda que en los trenes detenidos en
Estación del Castillo, muchos soldados huertistas enterraron oro y valores,
pero nunca nadie ha confirmado esa versión. Lo que es cierto es que el general
Mier y Terán tuvo la opción de ir por tierra a León Guanajuato, pero prefirió
para su mala suerte utilizar la vía férrea ocurriendo la batalla en ese lugar que
es hoy una gran zona industrial del llamado corredor industrial de El Salto.
Aparte de los generales citados anteriormente también
figuraron preponderantemente el coronel Trujillo y el después general Julián
Medina Castillo que luego se afiliaría con Francisco Villa y fue gobernador
convencionista de Jalisco en 1915, siendo quien le disparó al reloj de Palacio
de Gobierno causando un hoyo aun visible.
Con justicia pues, una céntrica calle de la ciudad lleva
la denominación de 8 de Julio.
Festejan
la Toma del 8 de Julio
En conmemoración a la celebración del Centenario de la
Toma de Guadalajara por el Ejército Constitucionalista bajo el mando del General
Manuel M. Diéguez, ocurrida el 8 de Julio de 1914, el Ayuntamiento de
Guadalajara inauguró una exposición de armamento que se utilizó en aquella
época y que es parte de la colección del Museo del Ejército y Fuerza Aérea.
En dos salas se exhiben uniformes, ametralladoras, rifles
y armas cortas tipo revólver, donde las personas no dudaron en tomar fotos. En
la obra mostrada hay información de la importancia del 8 de Julio para el
Estado de Jalisco, y se da una explicación en torno a aquella lucha que encabezó
el Ejército Constitucionalista.
Entre las armas presentadas y protegidas en vitrinas
elegantes de madera, se encuentra la carabina Mausser, de fabricación alemana.
La Winchester, y la Marline Fire, ambas poderosas calibre .30.30.
Sin duda alguna el espectáculo son las pistolas tipo
revólver, la francesa Lefaucheux calibre .44, modelo 1896, el revólver
Smith&Wsson de 1847 calibre .44, la cual está grabada y tiene cachas en
marfil, además de un doble “gatillo”. En la presentación no puede faltar el
revólver americano Colts con cachas de hueso calibre .44.
En la presentación del armamento se cuenta, como parte de
la obra, dos ametralladoras de las marcas
Vickers y Colt, que fueron utilizadas en la Revolución. También se
exhibe la máscara mortuoria de Álvaro Obregón, así como esculturas y pinturas,
así como uniformes militares de esa época...