COVID-19 les da una oportunidad de ser productivos en la cárcel
Presos del penal estatal de Puente Grande fabrican cubrebocas.
En el taller de costura de la prisión estatal de Puente Grande en Jalisco, un grupo de reos trabaja en la fabricación de cubrebocas y con el dinero que obtienen pueden mantener a sus familias que les esperan en casa para cuando cumplan su condena.
La diseñadora tapatía Rosario Mendoza en entrevista con El Heraldo de México explica que la pandemia mundial de COVID-19 les ha dado a estas personas una oportunidad de ser productivos, lo que les cambia totalmente su visión en la vida y se fortalece su autoestima al poder satisfacer económicamente las necesidades de esposa e hijos.
“Los bordados son hechos por mujeres indígenas, algunas en Etzatlán y otras están en Chiapas, pero la costura y el armado final lo hacen los muchachos del penal estatal de Puente Grande, Jalisco. Estamos trabajando y haciendo como una cadena con hilos tejidos con emoción y compromiso social. Para nosotros es algo bueno que ha dejado la pandemia, porque se les ha dado trabajo, se sienten útiles y pueden darle alimento a sus hijos, aunque ellos estén presos”.
Los cubrebocas fabricados por hombres y mujeres recluidos en el penal de Puente Grande posteriormente son comercializados en tiendas Takasami, durante la actual emergencia sanitaria, con precios accesibles.
Rosario Mendoza insta a la población a apoyar estas causas sociales y al mismo tiempo proteger la salud. Sostiene que estos productos fabricados por las personas que cayeron en prisión por diversos delitos, significan para ellos una esperanza de rehabilitación social y podrían ser un buen regalo de Navidad.
La empresaria también exhorta a los tapatíos a respetar las nuevas medidas preventivas implementadas por el gobierno estatal, entre ellas el uso obligatorio de cubrebocas en todos los lugares públicos, así como también el control de aforos en sitios públicos y privados para poder seguir adelante con la reactivación económica.
“A grandes males, grandes remedios. Descuidarse es un riesgo, hay que acatar las disposiciones de las autoridades que toman para beneficio de todos. Es una carrera de resistencia, tenemos que ver como salimos airosos, no es salir solos cada quien por su lado, es salir juntos. Esto (la pandemia), nos ha enseñado sobre todo a ser más humanos. Unidos y siendo responsables pronto vamos a salir a delante”.
Fuente: El Heraldo de México Adriana Luna