Feria
artesanal en el Centro Histórico, lista para vacacionistas
Un nudo se forma en la garganta de Rosa María Sánchez
cada vez que habla de su trabajo: el orgullo de ser artesana se percibe en sus
encallados dedos, que por más de 30 años han manipulado a placer el áspero lazo
que transforma en un figurín charro.
Al igual que Rosa María, 400 artesanos más exhiben sus
"obras de arte" en la onceava edición de la Exposición Artesanal y
Cultural de Jalisco 2012, promovida por el Instituto de la Artesanía
Jalisciense que permanecerá montada hasta el 15 de abril en la Plaza Liberación
del Centro de Guadalajara de las 11:00 a las 21:00 horas.
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| Foto del Informador |
Se dice que Jalisco es el Estado más mexicano del país, y
es un acierto. Basta con elaborar una lista del centenar de artesanías y
productos de consumo humano que se ofertan en este festín, para enterarse de
que en la tierra del mariachi no hace falta nada.
Los tradicionales dulces de cajeta, jamoncillos y huesos
de canela se intercalan junto a los jugos y ponches de maguey y cremas de
rompope, elaborados en Chapala y Ciudad Guzmán; o las carteras labradas en
piel, los trompos y pirinolas de madera, los alebrijes de hierro y velas
aromáticas procedentes de las
12 regiones de Jalisco: Región Norte, Centro, Altos Sur y Norte, Ciénega,
Sureste, Sur, Sierra de Amula, Costa Sur y Norte, Sierra Occidental y Valles.
Aunque algunos
artesanos no anteceden su oficio a una herencia familiar, la necesidad
económica es una de las principales razones para buscar en las bondades de la
Naturaleza y la creatividad una forma de vida y sustento.
Así pasa con
Silvia Angelina García, que desde hace una década se autonombró artesana de la
manta. Originaria del municipio de Techaluta de Montenegro, esta mujer encontró
en el Instituto de la Artesanía el apoyo necesario para proyectar su
microempresa en exposiciones importantes y de grandes audiencias.
"La exposición es un muy buen lugar de venta para
los artesanos que venimos de la zona rural. Lástima que solo es una vez al año,
porque en nuestro municipio (Techaluta) es muy poca lo que se logra. Empecé en
la artesanía por accidente y por una necesidad; nuestro municipio, no sé si es
el más pobre o pequeño de Jalisco, pero no hay fuentes de empleo, y como ama de
casa busqué la forma de aportar económicamente al gasto familiar", comenta
la artesana.
Aumentan demandantes
Fernando Miramontes, coordinador de Promoción y
Comercialización del Instituto de la Artesanía Jalisciense, destaca que la
exposición nace con el objetivo de apoyar a los artesanos en lo que a promoción
y comercialización de sus productos corresponde.
Hasta 2010, solamente 150 artesanos tenían la oportunidad
de exhibir sus creaciones; para esta edición se registraron más de 500
solicitantes, de los cuales 400 fueron aceptados por la cantidad de área
disponible, los 100 restantes están a la espera de espacios libres.
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| Foto del Informador |
En lo que respecta al apoyo otorgado por el Instituto de
la Artesanía Jalisciense, Rosa María Sánchez, quien inició su andar artesanal
en la hoja de maíz por cuenta propia, destaca que los impulsos son buenos pero
hacen falta recursos económicos para asegurar la cantidad de producción que se
elabora.
"Creo que ha sido más aceptable, nos hemos dado a
conocer, poco a poco. Nuestros ingresos no son muchos, y para poder trabajar
tenemos que tener un mayor ingreso. Lo que ganamos en ventas es lo mismo que
volvemos a invertir a la materia prima, porque no tenemos otra fuente de
trabajo", detalla la artesana.
Sin embargo, el coordinador de Promoción y
Comercialización del IAJ, Fernando Miramontes, asegura que además de los
espacios de venta, el instituto imparte talleres con temáticas novedosas que
ayudan a los artesanos a fortalecer su desarrollo empresarial, los nuevos
métodos digitales para promocionar los productos, así como las tendencias
internacionales en cuanto a regalo y decoración.
Agregó que constantemente se evalúan las características
de las artesanías que son ofertadas al público, pues para obtener permiso de
venta el producto debe estar registrado ante el instituto artesanal, que por
ende cumple con los requisitos de ser elaborado manualmente evitando el uso de
productos prefabricados de origen extranjero.
