El sacerdote mexicano que llevó el tequila a Chad, África.
A medida que el tequila tiene presencia global, aumentan las historias de su protagonismo en diversos países. Un ejemplo peculiar de una historia fue de parte del sacerdote Raúl Armando Ureña Ávila, al dar a conocer a este destilado en Chad, en el África Central.
Recuerda este presbítero que cuando estuvo en este país africano y convivió con el obispo Joachim Kouraleyo Moundou éste en una comida mandó pedir un whisky. Entonces el párroco amatitense comentó que él tenía consigo unas botellas de un licor mexicano, lo que suscitó el interés del jerarca africano, quien preguntó:
¿Podemos tomar de tu bebida?
“Yo se los traigo ahora”, respondió el sacerdote jalisciense.
Entonces empezó el servicio de las copas entre los dos mencionados y otros clérigos que acompañaban al obispo africano, lo que trajo la inmediata probación al probar el tequila.
Recordó que al obispo lo acompañaban su vicario general y el párroco del lugar y la secretaria de éste. y que “el efecto producido por el tequila fue de completa aceptación”.
Hizo mención el padre Raúl Armando que el tequila que él había llevado a su viaje a África, era de la marca Jimador. Dijo tener conocimiento de que “esta marca había surgido en un momento de sobreoferta de agave, por lo que era de la misma calidad de la marca Herradura. Me llevé tres botellas”.
El obispo sorprendido dijo “qué coñac y qué whisky, el tequila es mejor. Nunca había tomado una bebida como ésta Y se llevó la botella a su oficina”, hizo mención.
El párroco amatitense también hizo memoria de que su viaje misionero en África le trajo una gran experiencia en su vida sacerdotal, lo que supuso vivencias especiales, como aprender el dialecto de la comunidad donde estuvo destinado. Su estancia en tierra africana fue por tres años.
Texto: Salvador Y Maldonado Díaz / Bruno noticias