Fiscalía de Zacatecas ofrece disculpa pública a familias de desaparecidos
En un acto de disculpa pública, la Fiscalía de Zacatecas aceptó su culpa por las afectaciones a los derechos de desaparecidos.
En el auditorio de la Fiscalía General del Estado de Zacatecas (FGEZ), la madre buscadora Natividad Guerrero recordó la primera vez que su nieto Diego pidió, en una Navidad, que sus papás Dalia Guadalupe y Luis Ramón Enciso Ramírez volvieran a casa.
“¿Cómo explicar a un niño de tres años que sus papás desaparecieron?”, preguntó al auditorio la señora Guerrero, madre de Dalia Guadalupe Cruz.
"Recuerdo la primera Navidad con Diego después de la desaparición de sus papás cuando me dijo: Le voy a pedir al niño Dios -Le pregunté, ¿qué le vas a pedir?- Que traiga a mi papa y a mi mamá. En la mañana al no verlos me dijo, no me los trajo, mamá Nati”.
Hasta hoy la pareja sigue desaparecida.
13 años, 10 meses y siete días después, la Fiscalía de Zacatecas ha reconocido las omisiones en que se incurrieron desde las primeras horas de la denuncia. Por ello ha ofrecido una disculpa pública a la familia de los desaparecidos quienes durante todos estos años les han buscado.
“Si las dependencias no hubieran sido tan indolentes, omisas y hubieran hecho su trabajo, no estaríamos sufriendo hoy tan grave tragedia, no solamente nosotros sino todo el país” señaló Cruz durante un discurso posterior a la disculpa.
Autoridades omisas
El 30 de septiembre de 2010, Dalia Guadalupe Cruz Guerrero y Luis Ramón Enciso salieron de su comunidad en Ahualulco de Mercado Jalisco, pasaron por sus amigos, Bernardo Cedano y Carolina Naranjo, los cuatro planeaban pasar unos días de vacaciones en Oklahoma, Estados Unidos.
Los jóvenes no llegaron y sus familias alarmadas intentaron comunicarse por celular, días después, el 4 de octubre, un mensaje salido de uno de los celulares de los desaparecidos advirtió que estaban retenidos en Calera, Zacatecas y que corrían peligro.
En un último mensaje, salido del mismo celular, se pidió depositar dinero para liberarlos. Desde esa última comunicación en noviembre de 2010 no se volvió a tener información de los cuatro jóvenes.
La recomendación 167/2023 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) confirmó hace casi un año, en agosto de 2023, las omisiones de las entonces procuradurías de Zacatecas y de Jalisco, así como afectaciones a los derechos a la búsqueda, localización e identificación, a la verdad y al acceso a la justicia.
“Existieron diversos periodos de inactividad por parte de las autoridades, lo cual incidió en la pérdida de evidencia esencial, como es la telefonía”. Así lo ha reconocido Paul Camacho Osnaya, fiscal de Zacatecas, cumpliendo con la resolución de la CNDH.
"Por el actuar poco diligente de los partícipes de la investigación, ya que en este tipo de delitos se actúa contra reloj, debiendo priorizar y realizar actos de investigación de manera oportuna para obtener los resultados esperados por las víctimas y por la sociedad a través de la búsqueda inmediata, individualizada, por patrones, generalizada y de familia, y que como puntualizo esto no ocurrió así”.
La responsabilidad no se limita al ámbito local, pues en 2021 un Juez obligó a la Fiscalía General de la República (FGR) a crear una comisión especial para el caso. La sentencia también señaló las omisiones de la entonces PGR que, desde 2010, presentó raquíticos avances en la investigación e incluso le negó acceso al expediente a la señora Natividad.
Hoy, se considera esta desaparición como un caso emblemático y la Fiscalía ha publicado en versión pública el expediente.
Vivos los queremos
“Por fin se reconocen las grandes omisiones en la búsqueda e investigación para localizar con vida a Dalia Guadalupe y Luis Ramón” continuó en su discurso la madre buscadora, quien recordó las revictimizaciones y maltratos de autoridades durante su travesía.
En el acto de disculpa pública, que contó con la presencia del representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas y de la organización que acompaña a la señora Guerrero, CEPAD A.C, se leyó una carta de Diego, menor de edad e hijo de los desaparecidos.
"Esto me hace recordar vagamente a mis papás, ya que era muy pequeño y solo los conozco por las fotos y pláticas de mis abuelitos. Esto me hace sentir muy mal, ya que nunca pude compartir recuerdos con ellos y, hasta la fecha, no saber nada de su paradero me llena de angustia. El hecho de que, después de casi 14 años, no he logrado saber absolutamente nada de ellos me desespera.
La indolencia de las autoridades me ha dejado desde los tres años sin mis papás", escribió el hoy adolescente, quien anhela el hallazgo de sus papás con vida.
En la última parte del discurso de doña Natividad, una arenga común en el país de los más de 100 mil desaparecidos se escuchó en el auditorio de la Fiscalía.
“¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”
“¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”
“¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”