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13 diciembre 2020

En la tradición Teuchitlán enterraban a "Tlalchichis" con su dueño 13/dic/20

 


Tlalchichis, el perro de Colima que era enterrado junto a sus dueños

Eran fieles compañeros que una vez que sus dueños fallecían, eran sacrificados para que los acompañaran en el camino después de la vida.

Si crees que la única raza de perro auténtico mexicano es la de los xoloescuincles o el calupoh, estás equivocado, ya que en la zona de Colima existió otra: tlalchichis.

 

Conocido también como el perrito de Colima o colimotes, esta especie de animales se trataba de pequeños perros regordetes y carecían de pelaje.

 

Su nombre significa perro de piso, precisamente porque al tener un abdomen abultado y las patas bastante cortas parecía que rozaba el piso.

 

También se ha comprobado que eran fieles compañeros, aunque también eran utilizados en sacrificios y existen versiones que eran consumidos.

Enterrados junto a sus dueños

Una visita guiado por la zona de Guachimontones, en Jalisco, dejó ver que la población que vivió en esa zona arqueológica muy poco explorada tenían como mascotas a tlalchichis.

Según Liliana Aceves, guía general turística experta de la zona ubicada en el municipio de Teuchitlán -a casi 3 horas de Colima-, los perros eran sacrificados una vez que su dueño moría y se enterraban juntos.

Los habitantes de Guachimontones se enterraban en tumbas de tiro, cavadas a grandes profundidades, y junto al cuerpo de personas se ponían instrumentos y piezas representativas que tuvo en vida además de su perro, quien se creía lo acompañaría en su camino después de la vida.

 

Las figuras en cerámica de estos perros prehispánicos son muy famosas en Colima, una de las representaciones artesanales más importantes de la región.

 

Con información de Gibrán Zafra / El Heraldo de México.

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