De acuerdo con Karina Aguilar Vizcaíno, encargada de Fauna de La Primavera, para que un bosque pueda mantener la vida es necesario que existan conexiones, llamadas corredores biológicos, que los vinculen con áreas verdes.
Imagine, por ejemplo, un animal como el puma —el cual ha sido detectado en meses recientes dentro de La Primavera—, que se desplaza todos los días en promedio unos 40 kilómetros en busca de pareja o alimento. Para poder moverse se encuentra con arterias viales como la Carretera a Nogales y la Prolongación de López Mateos, que tiene que cruzar, debido a la falta de pasos de fauna, por un drenaje o una cañada.De acuerdo con la dirección del bosque, La Primavera tiene al menos cuatro corredores biológicos.
El más importante de ellos, por lo relativamente poco perturbado, se encuentra al sudoeste del bosque y lo conecta, cruzando la Carretera a San Isidro Mazatepec, con la Sierra de Ahuisculco, la que a su vez está vinculada con Áreas Naturales Protegidas como la Sierra de Quila y las reservas de Manantlán y Chamela-Cuixmala.
Al noroeste, por la zona de los Chorros de Tala, los espacios verdes vinculan a La Primavera con el área forestal del Volcán de Tequila. De camino, las distintas especies que se mueven tienen que buscar por dónde cruzar la Carretera a Ameca.
Otro se ubica al sur del ANP, enlaza a través de las espacios naturales como el Cerro de Toltepec con el Cerro Viejo en Jocotepec, y éste, a su vez, con la serranías de Chapala. El principal obstáculo, además de fraccionamientos que continúan construyéndose en la Prolongación López Mateos, es la vialidad misma.
El más amenazado de los cuatro corredores, de acuerdo con Aguilar Vizcaíno, es el que se encuentra al norte de La Primavera, y que mediante el erro del Tepopote permite que plantas y animales se desplacen hacia la Barranca del Río Santiago, la cual, por su topografía, es otro corredor biológico. En medio quedan fraccionamientos campestres de Zapopan, zonas industriales y los cuatro carriles de la Carretera a Nogales.
“Si se cortan los corredores biológicos, los animales dejan de venir; por consecuencia, deja de haber cierto tipo de vegetación, empieza también a cambiar la condición de bosque y los efectos directos serían sobre los servicios ambientales de los que somos beneficiados todos”, expresó la responsable de Fauna de La Primavera.
“Donde haya una zona natural, arbolada, aunque parezca que no es la gran cosa, eso es muy importante para la fauna, eso conviene dejarlo así, porque es lo que conecta con la montañita de atrás, o con el vallecito o con el lago”.
Miguel Magaña Virgen, experto en Impacto Ambiental de la Universidad de Guadalajara, señaló que el ahorcamiento de La Primavera se debe a que el crecimiento de la Ciudad no se basa en conceptos de sustentabilidad, sino en lo que dictan los intereses inmobiliarios y especulativos.
“Asegurar esquemas de protección para los corredores biológicos que eviten que la Ciudad crezca sobre ellos es fundamental sí no queremos que en unos años el bosque se convierta en un parque más”, dijo.
Pierde amortiguamiento
El área que separa al Bosque La Primavera de la Ciudad se ha ido perdiendo, hasta llegar a ser, en algunos puntos como en El Colli, inexistente.
Cartografías de principios de siglo pasado muestran cómo la mancha urbana de Guadalajara era casi 20 veces menor que las 30 mil 500 hectáreas de lo que hoy es el polígono protegido de La Primavera.
Actualmente, la Ciudad es aproximadamente 1.6 veces mayor que el ANP y, en poco más de un siglo, el crecimiento de la urbe la llevó de estar a cerca de 8 kilómetros de distancia a prácticamente las puertas del bosque.
De acuerdo con Francisco Quintero Miranda, coordinador de Sistemas de Información Geográfica de La Primavera, el Bosque tiene un área de influencia directa de 30 mil hectáreas más allá del polígono protegido, donde todo lo que pasa afuera, afecta adentro.
De esa superficie, dos terceras partes conservan una vocación forestal y, del resto, el 70 por ciento es agrícola y, el otro 30, es decir, unas 3 mil hectáreas, ya están urbanizadas.
El pulmón de la Ciudad
Capta cada año 240 millones de metros cúbicos de agua.
Nutre los acuíferos de Atemajac, Toluquilla, Etzatlán y Ahualulco.
Beneficia a 114 poblados.
Territorio
Es de 30 mil 500 hectáreas.
En Zapopan está el 58.99 por ciento del bosque.
En Tala está el 25.33 por ciento.
En Tlajomulco, el 15.67 por ciento.
El 57 por ciento del terreno es propiedad particular.
El 24 por ciento es propiedad ejidal.
Al Gobierno del Estado pertenece el 19 por ciento.
Área de Influencia
Cuenta con 30 mil hectáreas.
El 66 por ciento es forestal.
El 24 por ciento es agrícola.
El 10 por ciento es urbano.