'Guachis'
y Teocaltitán celebrarán equinoccio
Los sitios arqueológicos Guachimontones,
en Teuchitlán, y Teocaltitán, en Jalostotitlán, ofrecerán durante el próximo
fin de semana actividades para celebrar el equinoccio de primavera con
talleres, funciones de danza, teatro, títeres, temazcales, música y ceremonias
rituales. Aunque en ninguna de las culturas prehispánicas jaliscienses se tiene
la certeza de que sus habitantes hacían dichos ritos, se suman a la realización
del evento para promocionar el lugar y dar un pretexto para que el público
visite los espacios.
Por un lado, Guachimontones tendrá por
primera vez el Festival Cultural Tonaltzin Equinoccio 2016 del 18 al 21 de
marzo, aunque el evento sin nombre se ha realizado desde años antes.
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Las actividades, destinadas para toda la
familia, incluirán música prehispánica, conferencias, talleres, teatro y danza,
con artistas como Ramiro Duarte, Macehual, Ensamble Ceiba, así como
agrupaciones de rock, reggae, ska, folk metal, fusión y mucho más, cuyo precio
de acceso será de 30 pesos. Los organizadores esperan más de 20 mil asistentes.
Una de los eventos centrales será en la
mañana del 21 de marzo, a partir de las 5 horas, en el que habrá una ceremonia
prehispánica en compañía de comunidades mayas para recibir energía por el
equinoccio de primavera.
La zona arqueológica Teocaltitán, que
significa en náhuatl “sitio de los dioses”, está ubicado en el municipio de
Jalostotitlán, que tendrá como única fecha el 20 de marzo para ofrecer a sus
visitantes actividades artísticas y culturales así como la presentación de los
grupos de danza azteca Macehualli de Jalostotitlán, Tonatzin de Valle de
Guadalupe y Tlapalkoatl de Guadalajara.
El Grupo Astronómico Orión formará parte
de la ceremonia ritual, además se tendrá un concierto con Luis Ku y el mariachi
antiguo de Acatic, mientras que las visitas serán de 10 a 17 horas, con acceso
libre. Aunque es el segundo año consecutivo que se celebra el equinoccio de
primavera en el lugar al norte del estado, esperan la visita de hasta 2 mil
personas.
Se suman por la
promoción
“El equinoccio
se dio con esta tendencia del new age que lo
que hizo es combinar varios elementos rituales de diferentes rituales y crear
una misma idea regida por las energías y la fuerza del Universo”, ahondó en
entrevista para NTR Karla Blanco, directora del Centro Interpretativo
Guachimontones Phil Weigand.
Sin embargo, afirmó que es una realidad
que en la época prehispánica se tenían grandes conocimientos del Universo y le
daban su propia interpretación cada cultura, lo cual es “parte importante de su
cosmovisión”, aunque “no está demostrado como tal el efecto del 21 de marzo”,
ya que se sabe que los cambios de estación eran importantes para los pueblos
mesoamericanos, los cuales hacen referencia al inicio y término de las etapas
de cultivo.
En ese sentido, la arqueóloga Marisol
Montejano, quien trabaja en Teocaltitán, explicó que “eran los solsticios
mayormente observados en la época prehispánica, porque éstos significaban los
comienzos de los ciclos agrícolas”, por lo que si se traslada el 21 de marzo a
aquellas épocas, “no corresponde al inicio de cosechas, corresponde a la época
de preparación de la tierra, para que en mayo o junio comenzaran las siembras”.
Así, desde su
perspectiva, “los equinoccios no eran estas fechas magníficas o magnificentes
que les hemos querido otorgar al día de hoy, esta cuestión de celebrar el 21 de
marzo como el equinoccio de primavera viene de una herencia ecologista y de new age generada en los años 60 ó 70 en Estados
Unidos”, pero que en algunas culturas nacionales hay registro de sacrificios
humanos para la preparación de la tierra, sin embargo, eso no se haría hoy.
Lo que aseguró Karla Blanco es que
dichos datos se comparten con los visitantes, para que “no se malinterprete la
información que muchas veces pasa a manos de guías que la modifican según su
bagaje cultural”, de ahí que la guía que dejó el fundador del sitio
arqueológico se va actualiza constantemente.
“Tratamos de no ponerle crema a los
tacos donde no existió, porque los tacos ya estaban buenos, hay mucha información
padrísima que no es necesario inventar más para que el visitante se sienta
conforme”, comentó Blanco.
Así, el motivo de
también crear actividades para el equinoccio de primavera es sumarse al
municipio “porque el turismo cultural es muy importante para las comunidades.
Otra cosa que no podemos negar, los arqueólogos siento que somos antropólogos y
tenemos que ir de la mano con los fenómenos culturales actuales, y más que
enojarse con el 21 de marzo, hay que entenderlo como algo de la actualidad, que
la ritualidad new age sea pretexto para
visitar un sitio arqueológico”, apuntó.
Investigaciones en
proceso
Actualmente en Guachimontones, sitio que
se encuentra a 40 minutos de Guadalajara, se tienen dos grupos de
investigadores, uno con la parte de divulgación, “hablar de datos arqueológicos
traducidos para los visitantes”, y otro que ahonda en el material que Phil
Weigand dejó en laboratorio. “Todavía nos puede dar mucha información sobre
tecnologías, alimentos y demás”, precisó Karla Blanco, directora del museo, por
lo que se pararon las excavaciones.
Mientras que en Teocaltitán, un sitio
arqueológico que, “como muchos de Los Altos de Jalisco, se encuentra en la cima
de un cerro, data del año 450 al 900 después de Cristo, fecha de su mayor
esplendor y la arquitectura es cuadrada”, un poco más antiguo que
Guachimontones, añadió Marisol Montejano.
El recinto está compuesto por un
conjunto típico de pirámides, de frente a patio hundido, juego de pelotas,
edificaciones alrededor de plazas, al norte y sur del cerro hay pirámides con
plataformas y su intervención ahí comenzó formalmente desde 2011, aunque en
2007 empezaron los trámites.
Actualmente trabajan en la cuarta
temporada de investigaciones que incluye la parte de la restauración, del
cabezal y del juego de pelotas. “Los edificios están visibles solamente como
elevaciones, no está restaurado todavía, iniciamos apenas hace un mes la
restauración de uno de los muros que tiene aplanados en la pirámide principal,
la restitución de volúmenes, ya que es la más afectada por el saqueo”, explicó
la arqueóloga.
El plan es que en 15 años, de los cuales
llevan tres, esté abierto al público con un museo, estacionamiento y servicios
básicos, por lo pronto se puede visitar de 7 a 15 horas todos los días, pero si
son grupos grandes se debe hacer cita en la Casa de la Cultura de
Jalostotitlán.