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10 marzo 2017

Fue liberado tras 2 años de cárcel 10/mar/17

Tras tortura y dos años de cárcel, ¡usted disculpe!
  
Perdió su libertad por más de dos años, fue acusado de formar parte de una célula delictiva y no pudo ver el nacimiento de su hija, aunque finalmente la justicia le dio la razón.


José Martín González Moreno fue absuelto por un Tribunal de los cargos que pesaban en su contra por portación de arma y delitos contra la salud, situación de la que siempre sostuvo su inocencia.

Él fue detenido en Tala por policías estatales el 18 de septiembre de 2014, y a partir de ahí tuvo una sucesión de eventos en los que se incluye la tortura.

Lo ligaron a un grupo criminal (CJNG) y fue entregado a la SEIDO. Estuvo preso en el penal federal de Villa Aldama, Veracruz, y luego en el de Puente Grande, Jalisco.

Su defensa también promovió una nulidad de actuaciones, tras detectar irregularidades en firmas de los documentos, pero no prosperó.

Un peritaje ordenado por el Consejo de la Judicatura Federal e integrado en el expediente 193/2014-III, reveló que sufrió tortura.

Pese a esto, en el Juzgado Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales de Jalisco le impusieron una sentencia de siete años seis meses de prisión. Fue hasta la apelación cuando un Tribunal lo absolvió.

A retomar su vida

Recordar todo lo que sufrió tras ser encarcelado no es sencillo para José Martín González Moreno.

Los episodios de tortura vuelven a él de forma clara y por momentos regresa a una celda de la Calle 14, en la Fiscalía General del Estado, donde fue golpeado y sofocado, aseguró.

La etapa que quizá fue la más dura de su vida comenzó la tarde del 18 de septiembre de 2014, cuando policías estatales llegaron a su casa, en el Municipio de Tala.

Con el señalamiento de un sujeto al que no conocía -sostiene- fue detenido y acusado de portación de arma y droga, además, se le ligó con un grupo delictivo.

"Me bajaron y ya me llevaron a las oficinas de la Fiscalía, a la Calle 14, y ya uno de ellos me dijo 'ahora sí ya viene lo bueno, cab...'", cuenta.

"Me empezaron a golpear ya más fuerte, a quererme ahogar con agua, con una bolsa, me ponían con la cabeza hacia abajo, los ojos vendados".

Insiste en que se trataba de una equivocación, pero el maltrato no paró.

Cuando ya no pudo soportar los golpes, les dijo a los supuestos agentes que firmaría la declaración que quisieran.

De Jalisco fue llevado a la Ciudad de México, donde estuvo a disposición de la SEIDO.

Después fue trasladado al Cefereso de Villa Aldama, Veracruz, donde pasaba 22 horas al día encerrado, hacía frío y la comida era escasa. Bajó por lo menos 18 kilos de peso.

Cuando fue detenido, su esposa Edna Vega tenía siete meses de embarazo. Esperaban a su primer bebé, una niña, y Martín se perdió su llegada.

"Tenía muchas ilusiones de vivir todo eso y no me lo permitieron, estuve varios meses deprimido, hasta que poco a poco y con ayuda de mi esposa y tratando de salir adelante, logramos superarlo", recuerda Martín, quien era comerciante.

De Veracruz lo trasladaron al penal federal de Puente Grande, en Jalisco, donde su ánimo mejoró por estar cerca de su familia.

Aunque esperaba ser absuelto por un juez, ya que un peritaje demostró que sufrió tortura, recibió una condena de siete años seis meses de prisión.


Apeló la decisión y finalmente un Tribunal lo absolvió después de dos años tres meses de encierro. El pasado 11 de enero salió libre.

"Estoy contento por volver a estar juntos, un poquito difícil porque sale uno con un poco de miedo, con la incertidumbre de que no me vaya a pasar algo más, pero tratando de salir adelante", finaliza, José Martín González Moreno, afectado.

Así fue recibido el padre de familia y esposo por sus seres queridos tras retomar su libertad


FUENTE. Grupo Reforma/ Mural/Julio Pérez

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