
EL CENTRO DE SALUD URBANO ETZATLAN UBICADO EN LA CALLE ZARAGOZA 26, ES OTRO SITIO QUE CONTARÁ CON EL SISTEMA.
Monitoreo de medios de comunicación sobre información de Etzatlán y la Región Valles y una que otra información importante
EL CENTRO DE SALUD URBANO ETZATLAN UBICADO EN LA CALLE ZARAGOZA 26, ES OTRO SITIO QUE CONTARÁ CON EL SISTEMA.
En la 12ª Semana Estatal de la Familia, realizada del 1° al 7 de marzo de 2010, se contó con la participación de 88 mil 639 personas de 99 municipios del Estado.
Para la celebración del Día de la Familia 2010, se inauguró la Exposición Fotográfica “En Jalisco, la Familia VIVE”, en Palacio de Gobierno. A lo largo de un año, dicha muestra ha recorrido 11 de las 12 regiones del Estado y concluirá este 2011 en Tequila, en el marco del Día Estatal y Nacional de la Familia.
El Día de la Familia en el Estado de Jalisco se instituyó en junio de 1999, celebrándose entonces el primer sábado de junio de cada año. Por decreto del Congreso del Estado, en 2006 la fecha se trasladó al primer domingo de marzo, a fin de empatarlo con el Día Nacional de la Familia.
Fuente:http://noticiasdelgobiernodejalisco.blogspot.com/2011/03/tequila-sera-sede-de-la-feria-de-la.html
Investigar a fondo las irregularidades cometidas por los diputados de la LVIII Legislatura y el titular de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), fueron las encomiendas específicas que el presidente del Partido Acción Nacional ordenó a la dirigencia estatal del PAN y a la bancada local de sus diputados.
La petición fue hecha al dirigente estatal Hernán Cortés Berumen y al coordinador de los legisladores locales panistas, José María Martínez Martínez, en una comida la tarde del martes, previa al informe de labores que rindió este último a nombre de la bancada blanquiazul.
En la reunión, Gustavo Madero sacó una ficha informativa donde tenía los datos de los pagos por 9.8 millones de pesos adicionales a su sueldo que se han hecho a Alonso Godoy (dados a conocer por este diario) y las anomalías que la auditoría privada realizada por la firma Russell Bedford encontró en el manejo del presupuesto del Congreso del Estado por parte de la LVIII Legislatura, por más de 450 millones de pesos. Ante los hechos, el presidente del PAN comentó que el auditor superior debería dejar el cargo.
La petición del dirigente nacional al presidente estatal del PAN y al coordinador de los diputados locales fue hecha en presencia del gobernador Emilio González Márquez y del secretario General de Gobierno, Fernando Guzmán. Todo esto mientras bebían y comían en el restaurante La Vaca Argentina.
José María Martínez indicó que “un miembro jalisciense del CEN es quien puso este asunto [de las anomalías en el Congreso de Jalisco] en la mesa del CEN desde noviembre y se refrendó en la primer sesión de enero para que se estuviera con una atención particular a este caso que ocurrió en el Congreso del Estado”. Explicó que la coordinadora de diputados locales del CEN, Laura Rojas, le pidió un informe “respecto a lo que ocurrió, tanto en lo que refleja la auditoría privada como lo que está ocurriendo con el auditor”.
La instrucción es que se debe investigar a fondo y denunciar y sancionar a los responsables de las anomalías. “Y han sido muy claros en que no vamos a quedarnos al margen de esta situación, que necesitamos estar demandado la investigación y denunciando también las actitudes”, agregó José María Martínez.
En tanto, durante su discurso en la inauguración de la Expo Proveedores, a la que asistió ayer el gobernador Emilio González, el presidente de la Cámara de Comercio (Canaco) de Guadalajara, Miguel Alfaro Aranguren, exigió a los diputados locales a que realicen una investigación seria y profunda de ambos temas (la LVIII Legislatura y el caso Godoy), puesto que evadir la situación representa una “agresión” al gremio y a la sociedad en general.
Jorge Dávila Flores, presidente de la Concanaco, organismo empresarial con más de 650 mil empresas afiliadas, dio su respaldo a esta postura: “Me sumo a la petición que hace Miguel Alfaro; me sumo a la petición que hace la Cámara de Comercio de Guadalajara, para que se aclaren los problemas que existen en el Congreso del Estado de Jalisco. Miguel, cuenten con todo el apoyo de su confederación”.
El empresario agregó que estaría pendiente de la resolución del caso y reiteró que una demanda añeja del sector empresarial es un manejo transparente de las licitaciones y adjudicación de las obras públicas, así como de las compras de gobierno.
Fuente:http://www.milenio.com/node/660614
INFORMACIÓN RELACIONADA
Resulta intrigante, en el sentido de despertar curiosidad, intentar reconstruir cómo pudo darse la comunicación entre la población indígena del Occidente de México y los integrantes del clero, que pretendían difundir el cristianismo. El recurso que queda es la revisión de fuentes que registraron comentarios o noticias sobre el mencionado proceso, para elaborar una hipótesis sobre cómo se dio la comunicación y el largo e inacabado proceso de evangelización.
En el primer documento que fue escrito, conocido como la “Visitación que se hizo en la Conquista donde fue por capitán Francisco Cortés”, se comenta de manera persistente la coexistencia de dos lenguas en un buen número de las poblaciones visitadas.
La “Visitación…”, fechada en 1525, es un censo de tributarios realizado a raíz de la expedición de Francisco Cortés de San Buenaventura, primo de Hernán Cortés. El recorrido registrado va de Autlán, el punto más sureño, hasta Tepic, el más norteño. Entre otros datos importantes desde la perspectiva de explotación de la tierra y de obtención de tributos, se menciona que en varias de las poblaciones conviven dos grupos: “nahual” y “otomí”. Esta última remite a un grupo ubicado de manera incuestionable, en el territorio que actualmente conocemos como estados de México, Hidalgo y Querétaro. Sin embargo, al no haber otro tipo de evidencias que de manera contundente confirmen la presencia de grupos otomíes en la zona, y considerando además que las menciones desaparecen en fuentes posteriores, parece más acertado inferir que el comentario remite a la existencia de una agrupación que no hablaba náhuatl sino otra lengua, cuyo nombre y características no se conocen.
A diferencia de México-Tenochtitlan, que tenía una población muy alta y en donde el náhuatl era la lengua mayoritaria, aunque no la única, en las poblaciones del Occidente de México, demográficamente más pequeñas, había una situación de diversidad lingüística que los representantes del cristianismo tenían que enfrentar de alguna forma.
¿Cuál usar?
La primera capital de Nueva Galicia fue Compostela, en el actual Nayarit. En los conventos que se fundaron en los alrededores, como Etzatlán y Aguacatlán, se trató de seguir el mismo esquema de difusión del cristianismo de México-Tenochtitlan y en conventos de las cercanías. En esta región, por ejemplo, Etzatlán se convirtió en una especie de “centro de operaciones” desde donde salieron varios franciscanos a iniciar tanto evangelización como educación. Las fuentes reportan que en Etzatlán y Aguacatlán los franciscanos les quitaron a sus padres a los niños “grandecitos” para que asistieran a la escuela, recurso que se había puesto en práctica en la Ciudad de México. Por documentación posterior, se infiere que debieron haber iniciado la catequesis y la educación en náhuatl.
Hacia fines de 1540, Gómez de Maraver, primer obispo de la Diócesis de Guadalajara, trató de que el castellano fuera la lengua de evangelización. Informó a la Corona que en los poblados indígenas de la comarca de Guadalajara los jóvenes comenzaban a hablar la lengua española. Pedía al rey recursos para escuelas. Pero los franciscanos propusieron evangelizar en náhuatl, pues la población indígena mostraba mayor disposición a aprender esta lengua. Lo podemos observar en una carta escrita por fray Rodrigo de la Cruz en 1550, desde Aguacatlán:
...Vuestra Magestad ha mandado questos indios deprendan la lengua de Castilla... A mí paréceme que debe mandar que todos deprendan la lengua mexicana, porque ya no hay pueblo que no hay muchos indios que no la sepan y la deprendan sin ningún trabajo, sino de uso y muy muchos se confiesan en ella. Es lengua elegantísima.
Casi 20 años después, en el informe elaborado a petición de Juan de Ovando, visitador de Felipe II, los franciscanos de Guadalajara reportaban la enseñanza de la lengua náhuatl y de la doctrina en náhuatl y en latín.
A pesar de las aparentes similitudes con lo que sucedió en la Ciudad de México, en esta región no se escribió ninguna obra que documentara la información etnológica e histórica de los grupos; por lo menos no la hubo en el siglo XVI. Hay algunos informes, como las Relaciones Geográficas del siglo XVI. Nueva Galicia, que registraron datos muy valiosos, así como la visita del padre comisario de los franciscanos Antonio de Ciudad Real, en la década de 1580. Pero no se contó con obras como la Historia General de los indios de la Nueva España, de fray Bernardino de Sahagún. Es decir, la población indígena del Occidente no fue investigada de la misma forma que otras regiones de Mesoamérica. Por cartas de autoría diversa, principalmente de integrantes del clero, sabemos que había deficiencias en el dominio de las lenguas por parte de los integrantes del clero.
El presidente de la Audiencia de Guadalajara, Jerónimo de Orozco, señalaba en 1575 que ni clérigos ni religiosos dominaban la variante de la lengua mexicana que se requería hablar en tal territorio, opinión corroborada por el obispo fray Domingo de Alzola (dominico) en 1582, quien “...había encontrado bastantes deficiencias en la formación de los clérigos de Nueva Galicia, y después de examinarlos escribió a Felipe II que encontró en ellos ‘grandísimo idiotismo’, pues los obispos anteriores poco atendieron su formación para enfrentar la carencia de ministros y, aunque muchos sabían la lengua mexicana, no era suficiente para atender la conversión de los indígenas. La falta de preparación les llevaba a cometer sacrilegios y actos contrarios a las órdenes que habían recibido como sacerdotes”.
En 1582, Felipe II emitió una cédula en donde ordenaba la creación de la cátedra de lengua mexicana en el Obispado de Guadalajara, debido a la gran necesidad de preparación de padres que dominaran la lengua. En 1583 se instituyó la cátedra en Guadalajara, a la que sólo concursó el agustino fray Pedro Serrano. Un año más tarde, renunció diciendo que era de poca utilidad porque asistían pocos clérigos. Por lo tanto, quienes tenían a su cargo la predicación más bien necesitaban de un mayor contacto con su comunidad que cátedra: el que quiera aprender la lengua, advertía, “requiere más uso, trato y comunicación con ellos y tiempo, que no reglas ni arte de hablar”.
Queda por saber qué entendían los religiosos por “aprender una lengua”, qué tan “bilingües” en realidad eran. Lo que queda claro de la breve existencia de la primera cátedra de Lengua Mexicana es que la variante de náhuatl de esta región era distinta de la que sabía fray Pedro Serrano y que además, se infiere, asistían pocos estudiantes. Es decir, posiblemente se dio en numerosos casos un dominio oral de la lengua que servía para predicar y confesar, pero es probable que fueran pocos los que lograron competencia comunicativa mayor; en tanto, es frecuente la queja de los obispos por la ignorancia de los miembros del clero regular, hecho que con el tiempo sirvió para argumentar a favor de la secularización de parroquias.
Entre las excepciones estaban el obispo Francisco Gómez de Mendiola, quien también fue oidor de la Audiencia de Guadalajara en la segunda mitad del siglo XVI y hablaba náhuatl, así como Alonso de la Mota y Escobar, quien fue obispo a principios del XVII (hablaba náhuatl y otomí). Pero en realidad es prácticamente nula la información sobre miembros específicos del clero secular que hicieron su labor en alguna lengua indígena.
La “extinción” ordenada
Dictamen de Carlos III
La expansión del dominio de lenguas indígenas entre sacerdotes coincide en el tiempo con el anuncio de lo que en 1770 sería la cédula de Carlos III, que dictamina la “extinción” de las lenguas indígenas de los reinos ubicados en América.
Quienes eran enviados a evangelizar sabían que el tema era más complicado; el Arte de la lengua mexicana según la hablan los indios del Obispado de Guadalajara y de parte de los de Durango y Mechoacán, de fray Joan Guerra, de 1692, debe haberse agotado rápidamente: existen dos copias manuscritas hechas por copistas distintos con un año de diferencia, y sólo cinco antes de que apareciera el Arte, Confesionario y Vocabulario… de Gerónimo Cortés y Zedeño, publicada en Puebla en 1765. Es decir, se siguieron copiando y elaborando gramáticas coloniales y textos de evangelización en lenguas mesoamericanas. Esto debe haber tenido su base en la necesidad de comunicación entre el clero y la población a evangelizar.
Universidad de Guadalajara
Por la documentación, se puede afirmar que hay una constante más o menos prolongada de la enseñanza del náhuatl en Guadalajara, desde fines del siglo XVI hasta la segunda mitad del XVIII. La enseñanza del náhuatl fue en los colegios de las órdenes establecidas en la región; Guadalajara sólo tuvo Universidad a partir de 1792, situación distinta a la de la Ciudad de México, en cuya universidad se impartió cátedra de náhuatl y de otomí por lo menos desde 1640. La enseñanza del mexicano era avalada por la Audiencia de Guadalajara, que era la autoridad de mayor jerarquía en la región y la “portavoz” de la política oficial de la Corona. Entre las cátedras que se debían enseñar en la Real y Literaria Universidad de Guadalajara estaba la de lengua mexicana, según consta en las cartas que envió fray Antonio Alcalde, principal impulsor del proyecto de fundar Universidad en Guadalajara. No obstante, cuando inició actividades, no se incluyó dicha cátedra.
Cuando, en noviembre de 1791, se expide la cédula real que ordena la fundación de la Real y Literaria Universidad de Guadalajara, se estipula también que la cátedra de lengua mexicana del seminario se traslade a la nueva institución. Pero esto no sucedió. Ya en la época independiente, se sabe que en1869 se reabrió la cátedra de lengua mexicana en el Seminario; Agustín de la Rosa fue el catedrático y permaneció con ese puesto hasta 1895. En el siglo XX, debe haber continuado la enseñanza del náhuatl en el Seminario.
Epílogo
A partir de 1974, el profesor Jorge Munguía Martínez impartió clases de náhuatl en la Facultad de Filosofía y Letras, hasta poco antes de su fallecimiento. Lo siguió el maestro Alejandro Contreras Alexanderson, quien estuvo hasta 2008. Ahora, se imparte náhuatl en la Licenciatura en Historia y en la Licenciatura en Antropología, como parte de la currícula académica.
Los esfuerzos de los maestros Munguía y Contreras han tenido frutos en el Hospicio Cabañas, en el Centro Cultural El Centenario, en la casa Museo López Portillo, en el Museo de Arqueología del Instituto Jalisciense de Antropología e Historia y, de manera más reciente, en la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas de la UdeG.
Por: Rosa H. Yáñez Rosales, doctora en Lingüística Antropológica y académica de la Universidad de Guadalajara.
La “lengua mexicana”
Requisito del clero
En el siglo XVII, al quedar una vacante en una doctrina o beneficio, que es donde se requerían los servicios de un religioso o un integrante del clero secular, se lanzaba una “convocatoria” para concursantes que debían haber sido examinados en “suficiencia y lengua mexicana, que es la usual y corriente” en la feligresía. Se formaba una terna y el presidente de la Audiencia de Guadalajara seleccionaba a uno de los candidatos.
No es sencillo imaginar la situación en ese momento: por una parte, la predicación del evangelio dirigida a una población hablante de lenguas distintas, cuya disposición para asumir la nueva tradición religiosa no parecía del todo convincente; por otra, las tensiones entre el clero regular, el de las órdenes religiosas, y los integrantes del clero secular, el del obispado.
Con varios tipos de documentos, se puede reconstruir cómo se dio la exigencia a los miembros del clero de saber la lengua indígena y el reconocimiento oficial, digamos, a esa competencia. En el Archivo Histórico de Jalisco se localizaron seis “Títulos de catedrático en lengua mexicana” a partir de 1684. En el título se reproducen tres cédulas reales: una de 1582, emitida por Felipe II, en donde se refiere la existencia de una cátedra de la “lengua general de los indios” en la universidad fundada en Lima, la ciudad de los Reyes, como parte de las cátedras; una más, del 14 diciembre de 1672, presenta lineamientos generales sobre los candidatos: deberían ser personas “prácticas” en la lengua de los indios, pues, “si les falta esta calidad, importa poco que sean eminentes en las demás”. En la tercera cédula, del 31 de diciembre de 1672 (pocos días después que la anterior), se establece que se pagarán 200 pesos de oro común al año para la dotación de la cátedra en la ciudad de Guadalajara.
Sobre cómo impartía el catedrático, la información es escueta: se trataba de leer y enseñar la lengua “ordinariamente una hora cada día de los que no fuesen de fiesta o feriados… de 10:00 a 11:00 de la mañana en el Colegio Real de el (sic) Señor San Joseph”. La toma de posesión como catedrático consistía en “leer y explicar” a los colegiales el “arte de la lengua mexicana”.
Además se han localizado tres certificaciones, todas de 1694, de aspirantes a ocupar una doctrina o beneficio, quienes tomaban el examen con los franciscanos de la Provincia de Santiago de Jalisco y luego acudían a la Audiencia para que “certificara” la validez del examen. La certificación indicaba que el examen en lengua náhuatl había sido aprobado; no se sabe si era oral, escrito, dictado, lectocomprensión, traducción o alguna otra modalidad.
Existe otro tipo de documentos que es el “nombramiento” de padres que iban a hacerse cargo de una doctrina, si estaba en poder de los franciscanos, o de un beneficio, si estaba en poder ya del clero. Los candidatos, igualmente, debían haber aprobado el examen de lengua mexicana.
Si bien se trata de un requisito que parece meramente burocrático y que no es un indicador de lo que ocurría en la comunicación cotidiana, con las respectivas reservas, se observa la extensión que tuvo el náhuatl durante la época colonial, pues era utilizado en poblaciones que tenían hablantes de una lengua distinta, como el caso de Huaxicori, población tepehuán, o San Sebastián del Venado, población wixarika.
Como sea, la existencia de los nombramientos nos permite saber de un aspecto de la política lingüística de utilización del náhuatl con fines de evangelización: son el tipo de documento más numeroso localizado en los Libros de Gobierno de la Real Audiencia de Guadalajara.
El periodo en que aparecen los nombramientos va de 1671 a 1755, mientras que la zona cubierta por los nombramientos es bastante amplia. Si se hiciera un recorrido Norte-Sur a partir de los puntos más periféricos, se podría iniciar en la villa de Culiacán en el Noroeste y seguir hacia el Sur, pasando por Acaponeta, Guainamota, Huaxicori, Centicpac, Itzcuintla, Xalisco, Aguacatlán, Amatlán y San Pedro Analco. Si se hace otro recorrido desde el punto más Nororiental hacia Guadalajara, en el Sur, se iniciaría en el Real de Minas de Pánuco pasando hacia Sierra de Pinos, Mazapil, Guazamota, San Luis Potosí, Nochistlán, Jalpa, Huajimic, Colotlán, Teúl, Tlacotan, Jalostotitlán, Teocaltiche, Tepatitlán, Tzalatitán, Ocotlán y Tlajomulco, los cuatro últimos en las cercanías de Guadalajara. Tal extensión también sugiere la vigencia de una política que se mantuvo en el Obispado de Guadalajara hasta 1752, aproximadamente; a partir de ese año, los nombramientos tienen por objeto sustituir a un fraile por un bachiller, esto es, un integrante del clero secular.
Todos los casos que son sustituciones ya no presentan el requisito de haber sido examinados y aprobados en la lengua mexicana. La secularización de parroquias está teniendo lugar y, si bien las fuentes no indican que ser religioso, franciscano o de otra orden garantizaba el conocimiento de la lengua indígena y ser del clero secular implicaba la castellanización, sí hubo una tendencia en tal sentido.
El Movimiento Estatal de Diversidad Sexual del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aumentó su presencia en 20 Municipios de Jalisco, según informó su coordinador, Carlos Oceguera.
El crecimiento en la cobertura estatal significa un posicionamiento de la agenda de la población diverso sexual en el 2012, interpretó Oceguera.
Los cálculos indican que el 84 por ciento del territorio jalisciense que resta cubrir, puede alcanzarse antes de que concluya el año, agregó el priista.
"Estamos trabajando en organizar comités de diversidad en cada Municipio ante las elecciones. Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, Puerto Vallarta, Tequila, Etzatlán, Cihuatlán, La Huerta, Tepatitlán, Chapala y Ajijic, son algunos en donde ya contamos con estructura", indicó Oceguera.
Una vez consolidado, el Movimiento Estatal de Diversidad Sexual pugnará por ocupar cargos públicos para asentar en el imaginario colectivo que la capacidad de aporte social es independiente de preferencias, manifestó el coordinador. Al mismo tiempo, se trabaja por propuestas de igualdad en derechos.
El grupo se alberga dentro de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), uno de los tres sectores más influyentes del PRI.
El de Jalisco, es el único esfuerzo a nivel nacional de CNOP; surgió, según advierten, por la presión que resintieron empresarios de bares gay en Guadalajara, durante la Administración del panista Alfonso Petersen en el Ayuntamiento tapatío.
En medio del conflicto, la ahora dirigente de la Confederación en el Estado, Elisa Ayón, les apoyó.
Ocegueda reconoce reticencias en un partido identificado como de centro.
"Pero a través del tiempo hemos visto más tolerancia", dijo el priista.
Fuente:http://www.mural.com/
Julio César Hernández publica en la página Marcatextos lo siguiente:
Y con fecha del dos de julio de 2008, la LVIII Legislatura aprobó el Acuerdo correspondiente que ratifica el Acuerdo Interno firmado y aprobado por la Legislatura que le antecedió -de la que formó parte José María Martínez Martínez-, y amplía dicho pago a aquellos trabajadores del Poder Legislativo a los que en ese momento se les adeuda también sus prestaciones.
El Acuerdo aprobado por la Comisión de Administración de la pasada Legislatura, integrada por Jorge Arana Arana como presidente; Norma Angélica Aguirre Varela, por el PAN; Samuel Romero Valle, por el PRD; Luis Manuel Vélez Fregoso, por el PVEM; Alfredo Zárate Mendoza, por el PT; y Lorenzo Moccia Sandoval, por el PANAL, asienta lo siguiente:
“Primero. Se ratifica en todos sus términos el acuerdo emitido por los C. Diputados integrantes de la Junta de Coordinación Política y de la Comisión de Administración de la anterior LVII Legislatura, para que tenga validez durante la presente LVIII, por estar debidamente sustentada y legales los pagos ordenados.
“Segundo. En virtud de que pese a que la LVII Legislatura realizó el pago tendiente a cubrir las prestaciones a que tenían derecho los servidores públicos de este Poder Legislativo, previa la conclusión de la misma, ésta Comisión de Administración se ha percatado de que existen algunos servidores públicos que por su circunstancia personal se encuentran aun en dicho supuesto, ya que al no concluir aun su relación laboral, no fueron susceptibles de recibir dicho pago; por lo que con base en las consideraciones vertidas en el presente acuerdo y con sustento en las disposiciones legales y criterios jurisprudenciales, es del todo legal el que se paguen la totalidad de las prestaciones a que los Servidores Públicos del Poder Legislativo tengan derecho de acuerdo a su estatus personal.
“Tercero. Se ordena al C. Secretario General del Congreso del Estado ejecutar el presente acuerdo para cubrir los montos a los servidores públicos que por su estatus encuadren en los supuestos que el presente acuerdo refiere; de acuerdo a los registros que obran en la Dirección de Administración y Recursos Humanos y al cálculo que para tal efecto haga la Dirección de Control Presupuestal, debiendo iniciar el pago en cuanto se tenga suficiencia presupuestal. Asi mismo se cubra la totalidad de las prestaciones consignadas en la Legislación Laboral y en el Reglamento de las Condiciones Generales de Trabajo de los Servidores Públicos que laboran en el Poder Legislativo del Estado de Jalisco, a las que tienen derecho y han sido devengadas y que se adeuden a los servidores públicos del Poder Legislativo cuando concluya o esté por concluir su relación laboral”.
Ahí están, pues, los nombres de los ex diputados a los que debe de reclamárseles si es irregular o ilícito el pago que se le hizo al Auditor Superior de las prestaciones que se les adeudaba, incluyendo a los diputados de la Junta de Coordinación y Comisión de Administración de la pasada Legislatura, de la que formó parte José María Martínez Martínez.