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13 enero 2018

Se me subió el muerto

¿Quién no ha experimentado pesadillas aterradoras o ha despertado en la mitad de la noche, asustado, sintiendo que su cuerpo está paralizado o que tiene una presencia oscura sentada en el pecho?

Estos fenómenos son conocidos como parasomnias, que se cuentan entre los trastornos del sueño que abarcan mucho más que el insomnio.

Las parasomnias, de acuerdo con los especialistas, son actividades motrices que se desarrollan dentro del sueño, sin que tengan implicación en su arquitectura o alteren su capacidad reparadora.

Mariana Saltos, médica otorrinolaringóloga subespecializada en sueño, explica que cuando las personas duermen pasan por una etapa en la que sueñan (la fase MOR o movimiento ocular rápido) y otra en la que no (fase no MOR). Según Saltos, cuando la persona reproduce una actividad motriz dentro de alguna de esas dos etapas, sin interferir con la calidad del sueño, se habla de parasomnias.

Precisamente, estas se agrupan de acuerdo con la fase del sueño en la que aparecen y, según la clasificación internacional de los trastornos del sueño, se dividen en parasomnias del despertar, trastornos de la transición sueño-vigilia y otras asociadas con el MOR, que es la fase en la que suceden los sueños más intensos.

Franklin Escobar, psiquiatra especializado en sueño, señala como las más comunes el sonambulismo y los terrores nocturnos, aunque hay otras que, por su escasa aparición, clasifican como algo exótico.

En este último grupo está el despertar confusional, que, según Escobar, surge de una excitación de las neuronas, la cual implica al tallo cerebral y la región denominada sustancia reticular, encargada, entre otras funciones, de los ciclos circadianos del sueño y la vigilia.

Este fenómeno, señala Miguel Dávila, neurólogo especializado en sueño, ocurre usualmente en un sueño profundo y suele ser consecuencia de algún estímulo interno o externo, como una molestia intestinal, un problema de reflujo o un ruido exterior.

Estos son capaces de sacar parcialmente a la persona de su sueño profundo y ubicarla en la primera fase, que es la etapa de adormecimiento, la cual comprende la transición entre la vigilia y el dormir.

“En esta alteración –dice Dávila–, los sujetos hacen cosas casi automáticas y extrañas, que muchas veces tienen que ver con la presencia de presuntos ataques o fantasmas, que no son reales.

A veces también hacen cosas sencillas, como sentarse en la cama, decir algunas palabras y, posteriormente, volverse a dormir”. Despierto, pero inmóvil.

Otro trastorno que la gente refiere coloquialmente como "subir el muerto" es la parálisis del sueño. Esta alteración, explica Mariana Saltos, lleva a la persona, una vez despierta, a sentirse completamente inmóvil. “Esto significa que está consciente, pero no puede mover ninguna parte del cuerpo; allí radica el temor que esta alteración representa”, explicó.

Pasados unos segundos, la persona recupera el tono muscular propio de la vigilia y puede moverse con normalidad.

Si se demora en recobrar el movimiento, basta con ser tocado por alguien más para recuperarse. La parálisis dura pocos minutos.

Los tratamientos para este tipo de alteraciones son personalizados de acuerdo con el diagnóstico.

Los expertos dicen que la parálisis del sueño ocurre cuando la persona está sometida a mucha presión o estrés.

Por esto el cuerpo aún cuando duerme está alerta y dificulta que el organismo se recupere.

Otra razón es cuando la persona está muy cansada y alcanza una fase de sueño muy profunda en las primeras dos horas. Descansar es la solución al problema.

Cuando da parálisis del sueño o se te sube el muerto, es posible que vuelva a ocurrir.

La gente que sufre de ansiedad, depresión, bipolaridad o estrés post traumático tiene más probabilidad de que esto les ocurra.

Es necesario recordarte que no debes de levantarte rápido o ponerte a correr.

Haga higiene del sueño *Reduzca al mínimo el consumo de alimentos y bebidas con sustancias estimulantes, como el café, el té y el chocolate.

*Evite comer mucho y muy rápido, sobre todo en las noches.
*No tome demasiados líquidos antes de ir a la cama.

* Haga ejercicio regularmente.

Fuente: Periódico El Tiempo

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