A sólo un día de celebrarse en México la tradición del Grito de Independencia, el arte de La Charrería se convierte en la octava manifestación cultural de nuestro país en ser inscrita por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El certificado de dicha distinción fue entregado este jueves en el Museo Nacional de Antropología con la presencia de Jorge Gutiérrez, subsecretario de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura, en representación del presidente Enrique Peña Nieto.
La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, envió un mensaje de felicitación por esta declaratoria; García Cepeda se encuentra en gira de trabajo por los estados de Chiapas y Oaxaca, supervisando el patrimonio afectado por el reciente sismo que aquejó a estas entidades.
Jorge Gutiérrez celebró que esta declaratoria que unió a la sociedad civil y a las instituciones para reconocer a La Charrería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, se añada a la lista de otras seis que reconocen tradiciones que son parte de un pasado que permanece vivo en México.
Refirió que La Charrería junto con las fiestas dedicadas a los muertos, los lugares de memorias y tradiciones vivas otomí y chichimeca en Colimán, la Peña de Bernal, la ceremonia ritual de voladores, la cocina tradicional mexicana, La Pirekua, canto tradicional purépecha; los Parachicos en la fiesta tradicional de Chiapa de Corzo y el mariachi son parte del patrimonio que nos enorgullece y que nos coloca en el primer lugar en América en bienes inscritos como patrimonio y el séptimo a nivel mundial.
Afirmó que para la protección de La Charrería, que junto con otras expresiones conforman el rostro y la identidad de México, se trabaja en la instalación de la Comisión de Patrimonio Cultural Inmaterial cuya misión será la identificación, registro, reconocimiento, difusión, valoración y salvaguarda del patrimonio intangible de México. "La Charrería, practicada en México y fuera de nuestras fronteras, fomenta valores de solidaridad, igualdad y equidad.Es una fiesta de color y de destreza que se encuentra también en el arte mexicano, en la canción popular, en las imágenes de nuestro cine, en la fiesta y en la serenata y en el amor y la celebración comunitaria", agregó Gutiérrez Vázquez.
Durante la ceremonia el subsecretario de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura, entregó copias facsimilares de la declaratoria de la UNESCO a Pedro Rocha, de la Sociedad Americana de Charrería; Pedro Martínez, de la Asociación de Charros de Jalisco; José Luis Díaz Pérez, de la Asociación de Charros de la Cuenca del Papaloapan; José de Jesús Salazar, de la Asociación de Charros de Morelia; Joaquín Valenzuela, de la Asociación de Charros Regionales de Querétaro; Juan de Dios Moreno, de la Asociación de Charros de la Tuna Alta, Jalisco; Basurto García Rojas, de la Asociación de Charros de Polotitlán; José Lugo, de la Asociación de Charros de Huichapan y Alejandro de la Torre, representante de la Comunidad artesanal, entre otros.
Alma Lara, oficial de administración de la UNESCO en México, en representación de su directora Nuria Sanz, celebró que la Secretaría de Cultura del Gobierno de la República respaldara la presentación del expediente con folio 1108 para iniciar las gestiones de esta inscripción de La Charrería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. "Era necesario desentrañar el entramado simbólico de esta tradición para que las personas de México y el mundo comprendieran que detrás de este arte está plasmado el trabajo duro para sobrevivir en el campo y una larga historia de usos ecuestres para proteger a los pueblos y dar marcha adelante a la economía novohispana".
Expresó que montar el caballo fue una conquista de progreso por parte de los campesinos, lo cual refirió una hibridación cultural que después dejó una impronta en la música, el arte artesanal, la orfebrería, la herrería, el tejido y muchas expresiones más.
"La Charrería hizo necesaria la elaboración de numerosos accesorios como la silla de montar, la reata, y una vestimenta barroca que es reflejo de la identidad de un pueblo que construía su rostro.
Hoy es diálogo entre generaciones, un tejido que une a la gente del campo y las ciudades y que hoy emerge como patrimonio mundial por su transversalidad, como conocimiento vivo en simbiosis con la naturaleza, su entorno y su sociedad".
La inscripción de esta manifestación fue aprobada durante la Undécima Sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, realizada en Addis Abeba, Etiopía, luego de un proceso de cinco años de gestiones por parte de la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Instituto Nacional de Antropología, la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, y la Asociación Nacional de Charros.
Myriam Vachez, secretaria de Cultura de Jalisco, leyó un texto del gobernador Aristóteles Sandoval en el que se afirma que esta tradición es parte de nuestra vida cotidiana y se respira en nuestro entorno para dar dignidad a nuestra cultura con la presencia de más de 120 asociaciones de charros. "Todos los elementos que componen el mosaico cultural de la charrería son una tradición en sí misma y enriquecen nuestra cultura, por ello debemos seguir el plan de salvaguarda para mantener viva esta tradición".
Finalmente, Manuel Basurto, vicepresidente del Consejo Nacional de la Charrería, recordó que en 2010 se iniciaron las gestiones ante el INAH y la Unesco para lograr esta declaratoria y ayudar a asegurar el futuro de esta tradición en nuestro país, misma que fue revisada culturalmente como símbolo de lo mexicano.
"Antes la figura del charro era imagen de nuestra nación, pero las nuevas generaciones deben hoy conocer estos ideales y valores más allá de las influencias del exterior en la que se ven inmersos todos los días.
La responsabilidad de proteger a La Charrería es de todos y nuestra unidad debe ser referente para lograr la unidad del país hacia el futuro".
Fuente Boletín 323 INAH