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fotos de Dalys Huerta |
Crónica breve del
viaje.
Pues nos decidimos,
de buenas a primera, ir al municipio de Etzatlán para el último día de las
fiestas y redactar lo que pasa en este día, pues es la primera vez que
acudimos, desde que decidimos publicar en mayo de 2010 en el blog.(En años pasados
no fuimos el día solemne, sabemos que cada día es diferente, pero no se no
había ocurrido plasmarlo)
Con eso del cambio de
horario y de las prisas para desayunar y ponernos presentables para ir a la
procesión de las 11 de la mañana, se nos olvidó la cámara fotográfica.
Nos dimos cuenta del descuido
cuando ya estábamos más cerca del municipio y más lejos de nuestra morada para
regresarnos por el aparato (no queríamos perdernos detalle y queríamos ser
puntuales).
3 tramos de carretera
están en reparación para llegar al municipio (entronque a Ameca, Teuchitlán y
Ahualuco), pero eso no impidió ir a nuestro destino.
Antes de llegar al
crucero que lleva a San Juanito vimos a
un grupo de corredores con una antorcha; de pasada no distinguimos el rótulo
que tenían en la playera, pero más tarde estas personas entrarán en nuestro
relato.
Ya estando en el
municipio nos dimos cuenta que la Secretaría de Vialidad y Transporte montó un
operativo vial para mejorar la circulación de las calles y cerca del Santuario
de la Virgen de Guadalupe pusieron tipo tambos color naranja para no estacionarse, así que
nos fuimos a por atrás de la presidencia municipal para encontrar algún lugar
para estacionarnos.
Pasamos por la casa
de la cultura para ver la exposición de Naty Cuevas y vimos un poco sucio el
patio específicamente por el salón de “honor y tradición” pero más grande fue
nuestra sorpresa que dentro del salón también
había basura: papeles, bote de agua y tierra. (QUE FALTA NOS HIZO LA CÁMARA)
Queremos pensar que estaban
arreglando el salón pues estaban algunos cuadros sobre las sillas de montar y
la puerta donde hay materiales y vestimenta también estaba abierto, pero no
había ninguna persona.
Es más el único que
estaba en el museo era un policía que resguardaba el museo. NO HABÍA NADIE EN
LA ENTRADA NI EN LA PARTE DE ARRIBA.
Estaban abiertas las
puertas que están junto a las escaleras
y la puerta que da al foro de la casa de la cultura (tras bambalinas)
Nos dispusimos a
salir, no sin antes ir a las sala donde están las fotografías, pero ya estaba
ocupada por los jóvenes del ballet “Lo nuestro”. Ya será en otra vuelta, donde
no sea domingo a las 11:23, para entrar al salón. Por fuera alcanzamos a ver por
la ventana varias fotografías y al maestro Yulios Gómez bailando.
Caminamos a toda
prisa a las puertas del templo para alcanzar a ver la entrada de los grupos de
personas que llegaban a la misa de 12.
A las 11:30 entró, al
atrio del templo del Señor de la Misericordia, el primer contingente procedente
de Ciudad Guzmán, con una banda de guerra… se escuchaba la voz de una mujer que
les daba la bienvenida.
Continuaron pasando
los danzantes; la imagen de la virgen de Santa Anita fue acompañada por
pobladores del municipio de Tlaquepaque que repartían estampas; los feligreses
de Santa Rosalía iban acompañados de un grupo de niñas.
Los asistente del
municipio de Tonalá estaban acompañados por danzantes, en su mayoría mujeres.
Otros visitantes
fueron los de Guadalajara y San Juanito de Escobedo. POR SUPUESTO NO PODRÍAN
FALTAR LOS HIJOS AUSNTES DE LA UNIÓN AMERICANA.
Ya estaban todos
adentro del recinto religioso, cuando a lo lejos se escucharon las sirenas
anunciando a los corredores de Teuchitlán con la antorcha, que vestían playeras
azules y en el pecho el nombre del municipio.
En la plaza principal
casi todos los danzantes que participaron hicieron un espectáculo que reunió a
varias personas.
Dentro del atrio se veían a personas comiendo
papitas, granada, nieve, raspado y hasta hablando por celular. QUE
FALTA DE RESPETO... Nosotros nos salimos a tomar agua, ya que el sol “pegaba”
fuerte y de regreso vimos en la plaza a Eduardo Garibay Gutiérrez (el del
rastro TIF) con su esposa y 2 de sus hijos saludando a conocidos.
Casi al terminar la
misa el padre animó a los creyentes con la tonadita del “mero mero” anunciaba a
los grupos que asistieron, pero al último le faltó Tonalá por lo que retomó el
tonito del mero mero y les brindó un aplauso.
Saliendo de la misa
se nos antojaron varias cosas y probamos poquito de todo. Tacos, cueritos,
raspados, tejuino, carnitas, etc.
Nos dimos unas
vueltas a la plaza y decidimos ir a visitar el Santuario, donde estaba expuesto
el santísimo.
Nuevamente nos
enfilamos al primer cuadro, pero ahora por otras calles y nos tocó ver la gran
cantidad de fuegos artificiales que estaban acomodando y también los
preparativos del castillo.
Pasamos por el templo
principal y escuchamos que el sacerdote pedía a las personas que no dejaran
basura en las calles para no dar mal aspecto a los visitantes y que además
estaban haciendo gestiones con el municipio para que se cuiden mejor las calles.
OJALA EN EL TEMPLO
INVIERTAN EN ALGUNOS VENTILADORES, PUES VIMOS A MUCHAS PERSONAS CON AVANICOS
REALES Y OTROS IMPROVISADOS, ASI COMO INVIRTIERON EN UNA VIDEOCÁMARA QUE ESTA
AL ENTRAR OJALÁ INVIERTAN EN LOS VENTILADORES.
Es tiempo de comer y
la verdad no sabíamos que ingerir, determinamos: pozole, tacos y tostadas,
acompañados de refresco.
Dimos otra caminata y
escuchamos la banda en la plaza, así como un mariachi huichol y vimos que había mucha gente en el módulo de turismo del municipio.
De postre: frutas
cristalizadas y cocadas que estaban por la entrada al mercado.
Ya para ir por el
vehículo y acudir a la procesión de las 4:30 vimos en su casa de la calle Escobedo
a la esposa del arqueólogo Phil Weigand, que se despedía de unas visitas, al
igual que a su hija y nieta.
No sabíamos por que
calle ponernos para ver mejor la procesión. Determinamos la calle mina y
esperamos un buen rato a que pasara. Ya que no se veía venir fuimos por unos
panes por el rumbo del mercado y regresamos al punto.OBSERVAMOS QUE 2 VECES PASARON LAS PATRULLAS DE LA POLICÍA MUNICIPAL CON ELEMENTOS ENCAPUCHADOS.
La gran sorpresa de
la procesión es que estaba el Mons. José de Jesús González Hernández, obispo
del Nayar, saludando a casi todas las personas. Con ese saludo nos despedimos
de Etzatlán.