Senectud política...
Hay senectos en la política y que un ejemplo de ello pudiese ser el profesor Liberato Montenegro Villa, originario de Etzatlán, Jalisco, que cursó la secundaria y normal en una Escuela Normal Rural de las que ya no existen en el Sistema Educativo Nacional.
De joven (no crea usted que siempre ha sido de la tercera edad, aunque ya parece de la cuarta), como es natural, se sentía hombre de izquierda, filo- comunista, pro-soviético y admirador de Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara, entre otros de los líderes; sentimiento que se acrecentó precisamente en la Normal Rural.
Ya egresado como profesor rural se afilió a la Confederación de Jóvenes Mexicanos (CJM) y hasta figuró entre los dirigentes de dicha organización junto a otros políticos que fueron encaminados a la “institucionalidad”, como Celso Delgado y José Ángel Cerón (qepd).
Apegado a las cuestiones sindicales fue que se enteró de los modos de controlar a un grupo de compañeros que pudieran llevar la voz cantante del guía moral, que en aquellos tiempos era Federico González Gallo (qepd), profesor que por mucho tiempo mangoneó la Sección XX del SNTE, apoyado en el cuerpo de supervisores escolares.
Cuando en el DF el presidente Luis Echeverría decidió cobrarse viejas afrentas que le hizo el otrora presidente nacional del PRI, Manuel Sánchez Vite, apoyó con altas cantidades de recursos al entonces dirigente de la Sección IX del SNTE (la más numerosa en el país), Carlos Jonguitud Barrios, y nació la corriente denominada Vanguardia Revolucionaria.
Dicha corriente tuvo sus adeptos en Nayarit, entre ellos Montenegro, que no era quien tuviera las mejores cartas credenciales, pero supo aprovechar cualquier resquicio para colocarse a la cabeza de los “rebeldes” que derrocaron al “cacique”.
Luego de muchos escarceos, trampas, movidas chuecas y demás artilugios, apoyados por el Comité Nacional del SNTE afín a Jonguitud Barrios, se hicieron de los controles de la Sección XX y ya no los volvieron a soltar desde principios de los 70’s. Esto es, derrocaron a un cacique para colocar a uno nuevo: Liberato Montenegro.
Desde entonces ha usado a la Sección para presionar al PRI y obtener posiciones político electorales, sin faltar en sus aprovechamientos la sagrada familia: Gerardo, Aníbal, Arturo… y los colaterales e incondicionales que nunca escasean.
Mas parece que en este proceso se le agotó la fuerza de su mano izquierda, como al Caballo Blanco de José Alfredo Jiménez, pues únicamente el Gallo
Arellano logró ser postulado por el tricolor como candidato a Presidente Municipal de Acaponeta.
Se dice, aunque no ha sido posible conocer la verdad de manera objetiva, que su hijo Arturo y otros afiliados al grupo magisterial habían sido tomados en cuenta por el PAN, dados los compromisos que tienen desde hace años con la familia que vende en exclusiva la cocacola.
De ser cierto que se acabó la presión de este grupo sindical, sólo faltaría saber si ya hay otro valiente que tome la estafeta de cacique, como ha sucedido a lo largo de la historia de este sindicato de maestros, tanto a nivel nacional como seccional. Veremos.
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