Demandan
programa emergente para cosecha de granos
Ante la reducción del 60 por ciento en los precios del
maíz, sorgo y frijol en el último trienio y el aumento de insumos en la misma
proporción, productores de granos del Centro-occidente y sureste del país
demandaron al gobierno federal implementar un programa emergente para la
cosecha primavera-verano 2013, que permita ingresos equitativos a los
productores y evitando el quebranto del sector.
En un comunicado emitido por Productores de granos de La
Región de La Barca, Valles y Altos de Jalisco; Red de empresas
comercializadoras campesinas de Michoacán; Coras, Aric – Nayarit; Integradora
agropecuaria del Bajío –Guanajuato; Unión Campesina Totikes–Chiapas; Empresa
Integradora Campesina De Servicios Agropecuarios–Chiapas Asociación nacional de
empresas comercializadoras de productores del Campo, señalaron que hoy la
situación es desesperante para cañeros, cafeticultores, trigueros, maiceros,
frijoleros, cebaderos, porcicultores, avicultores y ganaderos.
Añaden que ni los “productivos agricultores con riego del
Noroeste” son rentables con la política inequitativa de mercado que el gobierno
ha establecido y tolerado.
Remarcan que no obstante que el precio de los granos al
productor ha bajado considerablemente, los precios derivados al consumidor
(tortilla, harina, pan, enlatados, etc.) se han incrementado irracionalmente.
En este sentido, expusieron que el Estado debe ser capaz
de implementar un programa a cinco años que revierta la situación inequitativa
que sufrimos productores y consumidores respecto a intermediarios y
agroindustriales.
Los productores de maíz del Centro-occidente y sureste
del país solicitaron que el gobierno mexicano, través de la Sagarpa, asigne los
subsidios en cantidad y en las modalidades apropiadas y que propicie las
condiciones de mercado necesarias para recuperar la rentabilidad del cultivo de
granos en el país.
Consideraron que el gobierno federal debe hacer uso de
recursos legales y políticos a su alcance (administración de cupos en tiempos
de cosecha; castigo a prácticas monopólicas; aplicación de programas de Aserca
con criterio para favorecer a los productores, reserva nacional, compras de
Diconsa a productores; programa emergente de compras gubernamentales para
abastecer a los estados siniestrados por “Ingrid” y “Manuel”.) para atender la
coyuntura de la presente cosecha.
“No estamos de acuerdo en exportar maíz y frijol cuando
somos excedentarios y hay zonas siniestradas en el país que demandan
urgentemente alimentos”
Las organizaciones exigieron una reunión resolutiva con
los titulares de la Sagarpa, SHCP y Segob.
En sus argumentos, anotaron que a pesar de que hay una
creciente partida presupuestal para el sector, esta se ha usado con fines
asistencialistas y electorales; el resultado de 30 años de políticas
neoliberales de los últimos cinco sexenios que todos podemos ver se manifiestan
en: dependencia alimentaria, somos el primer importador mundial de sorgo en el
mundo y el tercero de maíz sólo después de Japón y Corea del Sur. Hoy la
alimentación de nuestro país depende en 46 por ciento de importación de
alimentos.
El resultado –señalan— evidente de las políticas al
sector a todas luces reflejan una sociedad rural cada vez más empobrecida, con
bajos índices de productividad, y escasa o nula rentabilidad en contraste los
grandes consorcios agroindustriales transnacionales (Maseca, Bimbo, Bachoco, Cargill,
entre otros pocos) que año con año reportan utilidades y crecimientos
exorbitantes a pesar de crisis, estancamientos o recesiones.
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