UNA
FÁBRICA DE CULPABLES
Cuando Martín González Moreno llegó a la Calle
14 –sede de la fiscalía-- la noche del jueves 18 de septiembre de 2014, la
Fuerza Única de Jalisco ya lo acusaba de ser el jefe del Cártel Jalisco Nueva
Generación en la región Valles. Él pensaba que lo liberarían en cualquier
momento y que le dirían, “disculpe, todo fue una confusión”.
Lo que sucedió es que le vendaron los ojos, lo
hincaron, lo humillaron, comenzaron a patearlo, a meterle bolsas de plástico en
la cabeza, a desnudarlo, a darle toques eléctricos en los testículos, a tratar
de asfixiarlo, a gritarle que ellos eran policías y que le podían hacer lo que
quisieran.
Todo esto ocurrió en las mismas instalaciones
donde un par de adolescentes fueron abofeteados por tres funcionarios de la
Fiscalía Central para que “confesaran” sobre el robo de un celular, lo cual se
supo gracias a un video que se filtró a las redes sociales.
En la calle 14 a cualquiera lo convierten en
capo de capos, en el más temible de los sicarios, en autor intelectual de
masacres o ya de perdida en narcomenudista. Todo depende de cuánta tortura
aguante el detenido. Para dicha práctica, la Fiscalía Central tiene distintas
áreas destinadas a este tipo de “investigaciones” rústicas.
A Martín González y a otros seis hombres los
golpearon y les negaron agua y alimento durante dos días. Él les insistía que
su negocio era de venta de celulares y de legalización y venta de carros, pero
un policía cucaba a los demás policías diciéndoles que Martín era el “jefe de
la plaza” y lo presionaba para que firmara la declaración en la que aceptaba
que era del Cártel Jalisco Nueva Generación.
A pesar de la tortura, no firmó la declaración
y no pudieron demostrar que era miembro del crimen organizado, como lo
acusaban. Aún así lo consignaron el 29
de septiembre por supuesta portación de arma de fuego, de cartuchos y de 20
gramos de cristal (expediente 193/2014), al igual que a los otros seis.
La
detención en Tala
Durante cinco años, Martín González y Edna Vega
Ramos intentaron tener hijos. Hasta 2014, ella salió embarazada; cuando tenía
siete meses, a Martín se lo llevó la Fuerza Única de Jalisco de su casa ubicada
a seis kilómetros de la cabecera municipal de Tala, en la región Valles de
Jalisco.
Todo ocurrió el viernes 18 de septiembre. Por
la noche, Edna le habló para decirle que si quería que le llevara sushi, él
dijo que sí. Al estar en el negocio de comida, Vega Ramos le volvió a llamar a
su esposo, pero la respuesta fue un mensaje predeterminado: “Por el momento no
puedo contestar”. Le mandó un mensaje de Whatsapp, se veía que los leían, pero
nadie contestaba.
Para ese momento, los elementos de la Fuerza
Única de Jalisco ya habían entrado a su casa. De una camioneta bajaron a un
muchacho que llevaban detenido y le dijeron, “¿Es ese?”, señalaron a Martín, y
el joven respondió: “Sí, es él”. Eso fue suficiente para que se lo llevaran,
aproximadamente a las 21:00 horas, ya entrada la noche.
Edna llegó a su cabaña a las 21:30 pm, las
luces estaban prendidas, la puerta abierta, todo estaba revuelto y las llaves
de Martín estaban en la mesa. “Fue ahí donde me asusté muchísimo, pensé que lo
habían secuestrado”, relata.
Durante dos días no supo nada de él. El domingo
por la noche lo trasladaron a la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia
Organizada y ahí le permitieron hacer una llamada.
González Moreno tiene un año en prisión, no
pudo estar con su esposa en el nacimiento de su hija y la conoció cuando ella
tenía meses de nacida. En Mayo de 2015 fue trasladado a la penal de Puente
Grande, donde espera la respuesta a una revisión de su caso que lo saque de
prisión.
Edna piensa que esta resolución es la buena y
que todo pasará, que Martín regresará.
Para saber
En el informe anual del Centro de Justicia para
la Paz y el Desarrolla cuestionan que la cifra de tortura haya disminuido
drásticamente a partir de que Felipe de Jesús Álvarez Cibrián asumió la
titularidad de la CEDHJ, en agosto de 2007.
El CEPAD lo ha considerado como un intento por
minimizar u ocultar la práctica de la tortura por parte de los cuerpos
policiales e instituciones encargadas de la seguridad y procuración de justicia
en Jalisco.
JUSTICIA
PARA MARTÍN ESTA PRESO SIENDO INOCENTE
Su esposa Edna está pidiendo firmas y escribe
una carta Dirigida al JUZGADO SEXTO DE DISTRITO DE PROCESOS PENALES
FEDERALES EN JALISCO EMILIO ENRIQUE PEDROZA.
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