Origen
del Señor de la Misericordia
En cuanto a la imagen que se venera en esta población, el
Canónigo Luis Enrique Orozco refiere que «entre las reliquias históricas que se
guardan en este pueblo de Etzatlán, debe contarse una venerabilísima imagen de
nuestro Señor Jesucristo Crucificado, al cual llaman piadosamente “El Señor de
la Misericordia”, colocado en el retablo del altar mayor de la iglesia
parroquial del poblado".
Sobre su origen, hay quienes narran que «cuatro mancebos
que vinieron del rumbo de Guatemala, propusieron al guardián y cura del
convento la mencionada imagen, sin embargo la verdad es que el crucifijo llegó
de fuera; no de Guatemala, sino de Pátzcuaro.
El
Señor de la Vidriera
El origen histórico de este venerable Cristo, por la
materia con que está hecho y las facciones artísticas, se remonta a finales del
siglo XVI, contemporáneo del Señor Milagroso que se venera en Magdalena. Fue
precisamente con razón de que en el poblado vecino se adquirió la bendita
imagen, que los naturales de Etzatlán no quisieron quedarse atrás y, juntando
limosna entre los mismos indios, los mineros y el piadoso vecindario, se
pagaron el costo y los pasajes hasta Pátzcuaro, para ir al taller del Maestro
Luis de la Cerda y adquirirlo.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII estuvo colocado en un
altar lateral de la suntuosa iglesia del convento franciscano, dentro de un
nicho con vidriera, de ahí que se dio en llamarlo «El Señor de la Vidriera».
Desde esa época recibió «ferviente culto y grandes muestras de devoción y
cariño».
El
Señor de la Transfiguración
Afirman los historiadores que «durante algún tiempo se
honró a este precioso santo cristo con especiales y muy solemnes cultos el día
de la Transfiguración del Señor, que cae siempre en 6 de agosto, y es el día en
que, según las normas de la liturgia, deben honrarse las advocaciones de
nuestro Señor Jesucristo que no tienen festividad propia, y de allí que también
el mismo fervoroso vecindario de Etzatlán dio en llamarlo con el título de El
Señor de la Transfiguración».
El
Señor de la Misericordia
Durante 1804 y 1805, estuvo como Padre Guardián el Pbro.
Vicente Pesquera, quien viendo la gran devoción que el pueblo profesaba al
cristo y considerando que la imagen carecía de título propio, o de un título
más litúrgico, le adjudicó el de «El Señor de la Misericordia», y acostumbró al
vecindario a llamarlo de esta manera.
La
imagen
Está elaborada con cañas de maíz o «pasta de Michoacán». Su
color es trigueño dorado. Tiene semejanza con el Señor del Perdón de Tuxpan,
Jalisco. El Padre Palacio lo describe como «una hechura maravillosa y de un
rostro tan expresivo, tranquilo, hermoso, y amable cual ninguno; quien acierta
a arrodillarse al pie de su altar, levantarse no quisiera de allí nunca».
Fuente: Semanario Arquidiocesano de Guadalajara
En Etzatlán se realiza un novenario antes del último domingo del mes de Octubre (este año es el día 30)
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