De esta manera concluyó esta bohemia, que
gracias a la idea del Lic. Bonifacio Romero Velador en coordinación con el
director de turismo y cultura, Lic. Gerardo Gutiérrez García, van innovando la
forma de llevar la cultura hacía la población etzatlense.
texto y fotos Carlos Enrique Parra Ron
texto y fotos Carlos Enrique Parra Ron
Bony Romero Velador
todos los sábados de diciembre se estarán llevando a cabo las noches bohemia a las 8 de la noche.
Hoy en día vemos un sinfín de
tendencias en la gastronomía, cada mes se celebra la inauguración de un
restaurante en la perla tapatía, ofreciendo un menú exquisito de autor, comida
gourmet, entre otros. Pero todos como mexicanos algunas veces queremos menos
queso de cabra en nuestros platillos y más requesón. Se nos antoja comida
auténticamente mexicana.
Y ¿qué mejor lugar para degustar la típica
tortilla de maíz recién hecha —sin Maseca— que un pueblito con sabor a México
como Etzatlán?
A hora y media de Guadalajara, por la
carretera hacia Ameca se encuentra escondido el pueblo de Etzatlán; y no muy
lejos de la calle principal, en la esquina de Morelos y Mina se encuentra,
pintada de azul cielo, la Cenaduría Chayo donde Doña Mari desde temprano prepara
la carne para el pozole y las tostadas.
Desde la calle empedrada se
puede oler el jitomate y los chiles en el comal, para después convertirse en
salsa martajada, molidos en molcajete. Justo antes de entrar, puedes distinguir
el olor a aceite y masa que te cautivan, ésta es la etapa decisiva donde el
antojo es el que te sienta en una de las sillas de aluminio patrocinada por
Coca-Cola y su mesa que combina.
Una vez ahí, debes dejarlo
todo a manos de Doña Mari y su hija Lourdes; su menú no tiene mucha variedad
pero todo es totalmente casero, sin olvidar que todo es preparado con recetas
de pueblo. Puedes encontrar tostadas de pierna, cueritos y lomo, flautas,
enchiladas, sopes y el mejor pozole de Jalisco, te recomiendo disfrutarlos con
una chaparrita o una sangría casera, y si llegas muy temprano puedes pedirles
que te hagan unas gorditas y acompañarlas con champurrado.
Para los que no aún no conocen
el origen del champurrado; es una bebida caliente que proviene del atole,
preparada por los aztecas para usar durante sus rituales, que se prepara con
maíz, chocolate y piloncillo.
Cien por ciento recomendable
para ir un sábado a disfrutar de una comida auténtica de nuestro país, no se
van a arrepentir ¡Salud! (con Chaparrita en mano).
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