Ubicado a 1 hora y 30 minutos de Guadalajara,
Etzatlán es un municipio de Jalisco que ofrece diferentes atractivos naturales
y culturales.
Para llegar a este emblemático lugar
debes tomar la carretera Guadalajara-Tepic (México 70) y
posteriormente la desviación a la carretera JAL 4. Durante el camino pasarás
por los municipios de Tala y Teuchitlán.
Lo
primero que hicimos al llegar, fue buscar la Casa de la Cultura, ya que en
nuestras investigaciones previas nos referían que en este lugar nos podrían
dar información más detallada de todos los
atractivos que nos esperaban. Se encuentra a tan solo dos cuadras de la
plaza principal.
Para
nuestra sorpresa, nos encontramos también con un
museo y un auditorio dentro de este hermoso lugar.
El
ingreso al museo no tiene costo y en
todo momento te acompaña un guía que detalla lo importante del municipio y los
diferentes hallazgos que se han encontrado.
También
nos explicaron que se puede contratar un tour hacia “El
Amparo”, un pueblito que pertenece a Etzatlán y que actualmente está
semi poblado por lo cual, es
considerado como pueblo semi fantasma. Es importante resaltar que para
contratar este tour se debe contactar con anticipación con los encargados de
cultura y turismo. Su correo: culturayturismo@etzatlan.gob.mx (El Director de Cultura, Turismo, y Eventos Generales, Samuel Díaz Pérez, informa que se reserva el día y se le dan información a el solicitante, como la cantidad de personas, necesidades y recomendaciones)
Después
de que recibimos indicaciones para llegar al Amparo, fue momento de iniciar con nuestro recorrido.
Antes de
llegar a este pueblito, hicimos una parada en el Mirador
de la Cruz de Quezada, el cual quedaba de paso. Se encuentra a 15
minutos de la Casa de la Cultura y es ¡hermoso!
Puedes ver toda la ciudad desde este lugar. Ideal para tomarte muchas
fotografías y presumir de lo hermoso que es el municipio.
La cruz de Quezada se encuentra a unos escalones del mirador.
La
leyenda dice que fue construida por el Padre Quezada para bendecir el
lugar. Se dice que algunas noches se veía al
diablo bailar, rodeado de lenguas de fuego, además de que en el árbol
que antes se encontraba ahí, un hombre se colgó.
En
conjunto con los habitantes de la comunidad, se cortó el árbol y se construyó la cruz para erradicar el
mal.
Minutos
después de contemplar la bella escena que nos
regaló este sitio, continuamos con nuestro camino hacía el Amparo.
La
duración total del recorrido fue de 50 minutos. El
camino es de terracería y en algunos puntos se encuentra en mal estado.Adicional,
nos sorprendimos en varias ocasiones ya que hay subidas muy inclinadas y el
camino se ve interrumpido por agua.
Te aconsejamos tomar el tour, ya que no todos los automóviles
podrían terminar el recorrido.
Si
planeas hacerlo de manera independiente, es mejor usar un vehículo 4×4.
A unos
metros antes del ingreso al Amparo, el
camino se complica muchísimo, a tal grado de que nuestro auto ya no pudo
continuar y tuvimos que seguir a pie.
Fue muy
impresionante lo mítico que se siente este lugar. Hay
un pequeño quiosco en el ingreso y a sus alrededores sólo pudimos
encontrar un restaurante y una tienda.
Nos
dirigimos a la tienda para preguntar sobre las ruinas. Amablemente la dueña del
establecimiento nos indicó el camino
para llegar.
Caminamos
por la misma calle donde se encontraba la tienda y dimos vuelta a mano
izquierda, seguimos derecho por un par de minutos hasta encontrar la finca.
Las
fotografías no mentían, la escena era impresionante. Una construcción de tal magnitud
abandonada y destrozada.
Este
lugar era conocido como “La Gerencia”.
Era habitada por los contadores y administradores de las minas que se encuentran
en la zona. ¡Sí! el lugar también
tiene minas.
La
historia menciona que la dueña del
lugar mandó a pagar para que destruyeran la finca.
La
recomendación para visitar ese lugar es tener mucho cuidado con insectos e
incluso serpientes, ya que está
rodeado de mucha flora y fauna.
Se puede ingresar en la finca para ver más de su
estructura, teniendo las precauciones antes señaladas.
Nos
mencionaron que siguiendo el mismo camino, se puede llegar a las minas del
lugar, desafortunadamente para nosotros, el tiempo se nos agotaba y aún teníamos muchos lugares por visitar.
Seguimos
nuestro camino y regresamos hacia el
centro del municipio.
Un dato
bastante curioso que nos mencionaron, es que la plaza central y la
presidencia, fue construida sobre
pirámides, específicamente sobre Guachimontones.
Además,
el Quiosco de Etzatlán ¡es
el primer Quiosco de Jalisco!
La
historia menciona que fue
inaugurado el 13 de junio de 1882 y tras ser cambiado varias veces
de lugar, fue recuperado por el gobernador
Everardo Topete en el siglo XX.
Adornado
en conmemoración de las fiestas patrias, el
lugar lucía fenomenal.
Cerca de
la salida del municipio, se encontraba el siguiente lugar que visitamos: La Histórica Estación de Ferrocarril.
Esta
estación ya no está en funcionamiento. Actualmente
es un museo que muestra, a través de fotografías y artefactos, las
actividades mineras que se realizaban en el pasado; y sirve como foro de arte para
exposiciones y obras de teatro. En sus alrededores, es un parque muy
bonito que incentiva la convivencia familiar.
El uso de este foro artístico no tiene costo, lo único que tienes que hacer
es contactarte con la dirección de Cultura y Turismo.
Nuestro
recorrido estaba a punto de llegar a su fin, aún nos faltaba visitar un lugar
muy especial: El Palacio de Ocomo.
Ubicado
en la delegación Oconagua, a 15 minutos de Etzatlán, este lugar es uno de los sitios
arqueológicos más importantes del estado.
La estructura principal es un patio hundido
monumental –similar
a muchas de las construcciones del periodo clásico mesoamericano- con 130
metros de lado y una altura aproximada de 8 metros.
Este tipo
de estructuras se menciona que fueron construidas después de losGuachimontones.
Actualmente se encuentran en proceso de excavación y
recuperación. Así como de construcción de una zona habitacional.
El lugar
aún no está adecuado para realizar un recorrido turístico sin embargo, puede ser visitado para contemplar
los avances.
Después
de pasar una tormenta monumental en este sitio, llegábamos al final de nuestro
recorrido. Quedamos impresionados de todo lo que
ofrece Etzatlán, y lo más sorprendente es que nos quedamos con una lista
pendiente de lugares por descubrir.
Esto sin
duda nos hará regresar.
Fuente: Entorno Turístico
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