El día 19 de julio del año en curso, paramédicos de servicios médicos y Protección Civil del Ayuntamiento de Teuchitlán, atiendieron a un masculino de 28 años de edad, el cual llegó a la cabecera municipal desde la delegación de la Estanzuela.
El lesionado comentó que estaba en un centro de rehabilitación y fue agredido por una serpiente de la especie cantil.
De inmediato se solicitó el apoyo con personal del samu (sistema de atención médica de urgencia) para que por medio de ellos se pudiera regular al joven y ser atendido en tiempo y forma.
Se hizo el traslado de manera urgente a la zona metropolitana de Guadalajara y fue recibido en la cruz verde Dr. Ernesto Arias en la área de toxicologia.
Se entregó al paciente en estado de salud de regular a grave para la valoración de los especialistas.
Recuerda cuando vean al animal, no tocarlo, no arrimarse y no perderlo de vista sea o no venenoso, así mismo llamar al 911 ó a protección civil municipal.
Fuente : PC Teuchitlán
Hasta el momento no se sabe el estado de salud del afectado.
La foto es ilustrativa. No se informó si el animal fue capturado.
Se solicitó orientación a la Unidad de protección animal del Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga.
PARA SABER
El cantil es una víbora venenosa de foseta, es decir, capaz de captar imágenes infrarrojas.
Se distinguen tres especies en América Central, principalmente en México, donde habitan diversos tipos de bosques y sabanas. Es posible descubrirla entre la vegetación de las riberas y de las tierras cultivadas. Esta serpiente es de tamaño mediano-largo.
La longitud total de los adultos oscila entre los 80 y los 120 cm, aunque se ha documentado un ejemplar que alcanzó los 138 cm de longitud.
Se les puede hallar ocultos entre el ramaje o escondidos bajo troncos y raíces de árboles en el mismo suelo.
Suele hacer uso de su cola para atraer a sus presas, simulando con su movimiento el de un gusano. Ranas, lagartijas y roedores constituyen la mayor parte de su dieta diaria.
Es fácil encontrarlos en bosques tropicales de clima seco, desde el área sur de México hasta Costa Rica, donde habita en tierras protegidas. El colorido de su piel es bastante variado, pero la mayoría hace gala de un color marrón o negro, atravesado por bandas más oscuras que, en ocasiones, presentan pinceladas de colores claros.
El cantil constituye uno de los reptiles más temidos no sólo por su agresividad, sino también por su veneno, el cual tiene propiedades hemolíticas y necróticas. Su mordedura puede ser mortal en los casos más severos. Dolor, hinchazón, contusiones, ampollas y necrosis son los principales síntomas de envenenamiento.
Las mordeduras del cantil pueden causar la muerte horas después del fatal encuentro, aunque si el antídoto se aplica a tiempo, el paciente puede salvar la vida.
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