Día de Muertos: La paz y el descanso de los fallecidos se ve interrumpida porque algunas personas deciden realizar trabajos de brujería que perturban la santidad de esos lugares.
Desde luego, el tema de brujería no es exclusivo de México, sino de todo el mundo y se potencializa en panteones, sobre todo cuando se acerca el Día de Muertos.
El Día de Muertos está por llegar y muchos se preparan para asistir a los panteones y visitar a sus seres queridos que ya se adelantaron en el camino y descansan ahí. Pero esta visita, que podría ser un acto de homenaje y reconocimiento, se puede volver bizarra si en el camino se encuentra con algún trabajo de brujería, un fenómeno del que poco se habla en estas fechas, pero que existe.
Sí, los cementerios no garantizan el descanso de los que ya se fueron. La paz y el descanso de los fallecidos se ve interrumpida porque algunas personas deciden realizar trabajos de brujería que perturban la santidad de esos lugares.
Incluso, en algunos casos existe hasta profanación de tumbas para obtener huesos y otros restos de los cadáveres que, según los conocedores en el tema paranormal, sirven para abrir portales con el mundo de los muertos y convocar a energías negativas.
Muchos interesados en estos temas señalan que todo el año existen estas prácticas paranormales, pero cuando el Día de Muertos se acerca se incrementan.
Las personas que realizan "trabajos" en los panteones, con regularidad, lo hacen para hacer los llamados amarres amorosos o para ocasionar daño, por venganza o cualquier animadversión, a un ser que se desea que no prospere. La creencia sobre esto es, desde luego, un debate abierto. Pero indiferentemente de si se cree o no en esto, es común, al asistir a un camposanto, encontrarse artefactos en la materia.
Por ejemplo, en redes sociales circulan infinidad de videos y testimonios en panteones que dan cuenta de trabajos de brujería que se pueden encontrar al interior de las tumbas, por los senderos entre ellas o en otros rincones del cementerio.
Lo más frecuente que se encuentra son fotografías, prendas, muñecos, alfileres, animales muertos, papeles con peticiones expresas, velas o extrañas pócimas en frascos. Ante lo que los creyentes de estos rituales piden no tocar nada, pese a la necesidad que exista de "ayudar" al afectado. Además, el dejar los objetos tiene una garantía menos supersticiosa y más pragmática, pueden tener residuos biológicos que representan un peligro para quien los toma. Lo mejor es llamar al personal oficial y reportar cualquier anomalía.
Si el interés es mucho y alguien quiere saber qué contiene ese extraño "trabajo", dicen los que conocen la brujería, es usar guantes y cubrebocas, y siempre abrir los frascos o envoltorios sin apuntar al rostro. Otros opinan que no se recomienda prenderle fuego a las cosas que se encuentran.
Fuente : El Informador/ Óscar Ernesto Álvarez Gutiérrez
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