"Dejar para semilla”: una apuesta artística para preservar la agricultura y la biodiversidad.
“Dejar para semilla” es un proyecto autogestivo que toma su nombre de la práctica de conservación de semillas para preservar la biodiversidad y su historia, pues se adentra en los conocimientos que sobre la agricultura tienen las personas del municipio de Etzatlán, Jalisco.
La propuesta se integra de varias acciones, entre ellas, una obra que recopila los relatos de las y los agricultores, combinando el arte y la memoria colectiva. Su última función será este domingo 19 de febrero a las 7 de la tarde. Conoce más sobre “Dejar para semilla” en la siguiente nota.
En la Región Valles de Jalisco, se encuentra el municipio de Etzatlán, caracterizado por sus paisajes verdes y sus frutos como: la ciruela, durazno y mango. Su principal actividad es la agricultura, la cual se ha convertido en una especie de “ritual” que ha pasado de generación en generación.
“Dejar para semilla” es el nombre de la iniciativa autogestiva que estudia los procesos del campo, las comunidades rurales y las problemáticas que, específicamente, se viven en Etzatlán. Esta obra fue creada por el equipo artístico multidisciplinario Fortuna Producción Escénica.
Esta pieza artística tiene como propósito principal abordar procesos creativos enfocados en la recuperación de la memoria colectiva, la identidad cultural y nuestra identificación con el paisaje / territorio.
A través de la activación del cuerpo y desde una perspectiva artística, la danza contemporánea y el lenguaje videográfico, así como sus aspectos formales y sus cualidades específicas, se utilizan para la preservación del conocimiento de quienes trabajan en los campos de Etzatlán.
Melissa Priske, integrante del colectivo, explicó que el proyecto surgió desde hace dos años cuando se mudó a Etzatlán, lugar de donde eran sus abuelos. Fue ahí cuando comenzó a observar los paisajes, las costumbres y a las personas que trabajan en el campo.
Para la artista, este movimiento constante de los “cuerpos” en el campo es una especie de danza, la cual se aprende y se sigue aprendiendo de generación en generación.
“A mí me llama la atención, desde la hora que se levantan y la hora en cuando terminan. Como lo realizan, como optan por ciertos movimientos y se convierte en un performance en el campo” señaló Priske.
Por lo mismo, el equipo se sumerge en la vida de las personas de Etzatlán, escuchándoles y aprendiendo sus prácticas para la conservación de semillas, la preservación de la biodiversidad, así como sus tradiciones para la cultura y su memoria.
La primera etapa de la propuesta fue el “Contenedor de voces”, el cual consiste en la recopilación de diálogos y las voces de las y los habitantes sobre la siembra, las semillas, y su historia pública.
Cada uno de los testimonios representa un fragmento de la memoria sonora del municipio, registro que permite escuchar la huella de ese espacio y la identidad de sus habitantes que llenan este contenedor con sus propias voces y recuerdos. En total, fueron 50 voces registradas de forma digital, de personas de diversas edades.
“Podemos escuchar de primera voz, literal, sobre el tipo de semillas que utiliza y el por qué deciden realizar la cosecha de cierta manera y de alguna manera inmortalizar cada una de estas historias”, compartió Melissa.
La segunda parte, fue la propuesta escénica “Dejar para Semilla”, obra intergeneracional que une a intérpretes de diversas edades en un mismo escenario para hablar del campo, la agricultura y de cómo tejemos comunidad.
Se inspira en los procesos de producción de alimentos de la horticultura y la importancia de la soberanía alimentaria del municipio, transmitiendo mediante la danza contemporánea.
Es importante mencionar que esta fase se pudo materializar debido al apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y a Proyectos Culturales (Fonca) y la Secretaría de Cultura Jalisco y Cultura Etzatlán.
Al respecto, Priske puntualizó que el objetivo de la obra era “hacer comunidad” entre todas las personas que habitan el pueblo. Por lo mismo, invitó a las tejedoras, las bailarinas, la niñez, las madres y los agricultores a ser parte de la misma.
“En todas las áreas tenemos la presencia de Etzatlán, en lxs intérpretes en el vestuario, en la escenografía, hay pedacitos del pueblo” comentó la artista.
Para la artista, es primordial conocer y difundir el conocimiento sobre las prácticas del campo y sobre todo, las historias que existen detrás de cada semilla cosechada. Por lo mismo, invita a la ciudadanía a ser parte de la experiencia y en conjunto “tejer” la memoria.
La obra tendrá su última función el domingo 19 de febrero a las 7:00 de la tarde, en el Teatro Experimental, ubicado en Guadalajara, Jalisco.
En el proyecto participaron Melissa Priske (dirección), Mariana Quirarte (producción), Ana Paula Uruñuela (iluminación), Lorena Ron de Tejedoras de Etzatlán (escenografía), José Gabriel Rodríguez (asistente de Dirección), Claudio Rincon (circuito cerrado) y Paul Campos (música).
Y en elenco se conforma por: Alejandra Díaz, Alexa Dannaly Rosas, Brenda Lizeth Ramos, Brianna Paloma Romero, Elba Rosalia de la Rosa, Jesus Yaqueline Meza, Jose Gabriel Rodríguez, Julieta Mercado, Karson Marina Sidwell , Lourdes Margarita Suárez, Mario Ivan Ibarra y Susana Yamila Peña.
Finalmente, puedes conocer más de “Dejar para semilla” en el siguiente link: www.dejarparasemilla.com
Cultura Zonadocs
Escrito por:Aletse Torres
Fotos: Fortuna Producción Escénica.
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